miércoles, 29 de octubre de 2014

octubre 29, 2014
AUSTIN, 29 de octubre.- El estado de Texas ejecutó ayer a Miguel Paredes, un pandillero de ascendencia mexicana sentenciado por haber asesinado a tres miembros de una banda rival en la ciudad de San Antonio en el año 2000.

A Paredes, de 32 años, lo declararon muerto a las 18:54 hora local tras ser ejecutado con una inyección letal en la cárcel de Huntsville, notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.

La ejecución fue después de que la Corte Suprema federal rechazó una apelación presentada por los abogados en el último momento, en la que argumentaban que el reo era deficiente mental. (AP)

Sus últimas palabras fueron para los familiares de sus víctimas: "Me gustaría que no guarden rencor por mis acciones. Entré aquí como un león y me voy como un cordero. Estoy en paz".


El caso se remonta a septiembre del 2000, cuando Paredes, que tenía 18 años y formaba parte de la banda Hermanos de Pistoleros Latinos, asesinó a tres miembros de la pandilla rival Mafia Mexicana.

Los fallecidos fueron identificados como Adrián Torres, entonces de 27 años, su novia, Nelly Bravo (23), y Shawn Michael Cain (23).

Paredes y sus dos cómplices, Greg Alvarado y John Anthony Sáenz, trasladaron los cuerpos a una zona rural cercana a San Antonio y les prendieron fuego.

La ejecución de Paredes, nacido en Chicago, fue la décima del año en Texas y la número 518 desde que se reinstauró la pena de muerte en Estados Unidos.

Texas no tiene más ejecuciones previstas en lo que resta de 2014, por lo que este año será el de menos ejecuciones desde 1996. (EFE / Televisa)