viernes, 19 de septiembre de 2014

septiembre 19, 2014
SIDNEY, 19 de septiembre.- Australia anunció ayer haber desbaratado un plan de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI, IS o ISIS), que pretendían al parecer filmar la decapitación de civiles, en una operación que se saldó con la detención de 15 personas

Más de 800 policías participaron en esta redada en Sidney y Brisbane, en los Estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, con el objetivo de detener a 25 presuntos integrantes de la misma red.

El ISIS planeaba decapitar a personas escogidas al azar. En las imágenes de REUTERS, proporcionadas por la Policía Federal de Australia, se ve a algunos detenidos.

Este operativo, el mayor de este tipo organizado en Australia, se produce apenas una semana después de que Canberra incrementara su nivel de alerta ante la amenaza que representan los combatientes australianos del ISIS a su regreso de Oriente Medio.


La policía se incautó de un arma de fuego y de un sable, y detuvo a quince personas, entre ellas, un sospechoso de 22 años, Omarjan Azari, quien, tras comparecer ante un tribunal, fue puesto en prisión preventiva por planificar un acto destinado a "aterrorizar", indicó la fiscalía.

Un joven de 22 años de Sydney, Omarjan Azari, entre 15 personas detenidas durante la operación anti-terrorista más masiva que se haya puesto en marcha en Australia, se preparaba para secuestrar al azar a una persona y decapitarla delante de una cámara, para luego difundir el video en línea.

Según los documentos presentados ante el tribunal, el joven preparaba el ataque con Mohammad Baryalei, de 33 años, acusado de haber reclutado al menos a la mitad de los 60 australianos que luchan con ISIS.

Azari apareció brevemente en el banquillo de los acusados, antes de que su abogado lo regresara a su celda. Volverá a comaparecer ante el tribunal en seis semanas.

Según la acusación, Azari recibió órdenes del australiano de mayor rango dentro de la estructura del ISIS, Mohamad Baryalei, nacido en Afganistán, para "seleccionar personas al azar con el objetivo de ejecutarlas de manera horrible" y de filmar estos actos, según el fiscal Michael Allnutt.

La televisión pública ABC señaló que estas imágenes se iban a enviar primero a la unidad de comunicación del grupo en Oriente Medio antes de hacerse públicas.

El operativo se lanzó tras interceptar un mensaje de un "australiano que estaría bien situado en (la jerarquía) del ISIS", quien exhortaba a "las redes de apoyo en Australia" a perpetrar "asesinatos" públicos, anunció el primer ministro Tony Abbott.

"No se trata sólo de sospechas, sino de intención y es la razón que ha llevado a la policía y a los servicios de seguridad a actuar", indicó Abbott, quien señaló informaciones sobre eventuales decapitaciones públicas.

Además de la reciente decapitación de tres rehenes occidentales, la forma de actuar que preparaban recuerda el asesinato con arma blanca del soldado británico Lee Rigby, el 22 de mayo de 2013 en pleno día en una calle del sur de Londres. Dos londinenses de origen nigeriano lo acuchillaron y prácticamente lo decapitaron ante la mirada atónita de los transeúntes.

Una amenaza "muy real"
"Esta gente, lamento decir, no nos odian por lo que hacemos, nos odian por lo que somos y la forma en que vivimos", dijo Abbott.

Unos sesenta australianos combaten en las filas yihadistas en Irak y Siria, y un centenar aportan, desde Australia, un apoyo activo a los movimientos sunitas radicales, según los servicios de seguridad del país.

Para el ministro de Inmigración, Scott Morrison, miembro del consejo nacional de seguridad, la operación del jueves demuestra la "amenaza muy real" a la que se enfrenta Australia y "justifica la enérgica respuesta del Gobierno".

Tras el registro de un centro islámico en Brisbane, la policía detuvo la semana pasada a dos presuntos reclutadores. Asimismo, se cerró una agencia de envío de dinero el miércoles por presuntamente participar en la financiación de ISIS, según los servicios secretos.

Australia participa al lado de los Estados Unidos en la lucha contra los combatientes yihadistas con la entrega de material militar y de ayuda humanitaria por vía aérea.

Canberra desplegará, además, 600 militares, entre ellos, 400 soldados del ejército del aire, en Emiratos Árabes Unidos (EAU) en el marco de esa lucha. (Spiegel / infobae / (notizie.tiscali.it)