La que tiene usted a la vista es la entrega número 1440, correspondiente a la primera década de vida ininterrumpida de este encuentro con los lectores en general, y los que ejercen el derecho de réplica en particular.
Dos lustros después, a cumplirse el sábado 6, retomo literalmente los cuatro párrafos que la iniciaron:
“Utopía. f. Concepción imaginaria de un gobierno ideal. Proyecto cuya realización es imposible. Novela política y social de santo Tomás Moro (1516)”. Tal es la definición que ofrece Ramón García-Pelayo y Gross en Larousse, diccionario enciclopédico ilustrado, tercera edición, México, 1990, tomo 3, página 913.
La interpretación filosófica de Horacio Cerutti Guldberg me parece menos lineal, por lo menos para justificar la denominación permanente de este espacio para compartir con usted, amable lector, reflexiones e información:
“Lugar que no existe, pero que en América Latina halla concreción geográfica e histórica desde el descubrimiento, pasando por los procesos de independencia, hasta los proyectos sociales o ‘sueños’ de soberanía, autonomía y justicia social aún pendientes en Nuestra América”.
Cerutti “define al núcleo duro de la utopía en la tensión entre lo real y el ideal, entre el ser y el deber ser que se juegan permanentemente de cara a la historia”.
O dicho en palabras de Franz Hinkelammert: “...un elemento trascendental a la luz del cual se puede actuar políticamente”. (Diccionario de filosofía latinoamericana, Toluca, México, 2000, página 362).
Pero faltó Eduardo Galeano y es indispensable agregarlo ahora: “¿Para qué sirve la Utopía?/ Ella está en el horizonte./ Me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos./Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá./Por mucho que yo camine nunca la alcanzaré./¿Para qué sirve la Utopía?/
Para eso sirve: para caminar./La utopía nos ayuda a caminar…”
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, mejor conocido por sus legiones de lectores como Mario Bendetti, nos dice: “Cómo voy a creer / dijo el fulano que el mundo se quedó sin utopías/ cómo voy a creer/ que la esperanza es un olvido/ o que el placer una tristeza/ cómo voy a creer / dijo el fulano/ que el universo es una ruina/ aunque lo sea/ o que la muerte es el silencio/ aunque lo sea/ cómo voy a creer/ que el horizonte es la frontera/ que el mar es nadie/ que la noche es nada…”
Utopía, como le platiqué en este espacio años ha, surgió por sugerencia del columnista Carlos Ramírez, entonces director general del diario La Crisis. Y el nombre lo sugirió José Martínez Mendoza, autor de libros sobre los del poder público y fáctico.
Cuando hice el primer corte de caja, en la edición número 100, daba cuenta del alcance de las reproducciones impresas (en cuatro diarios) y electrónicas que sumaban una treintena de medios mexicanos, argentinos, canadienses y colombianos. Hace tiempo que las publicaciones en papel y líneas de cristal rebasaron a estas notas y al redactor.
Lo anterior permite concluir que diez años después la utopía, el sueño periodístico que emprendimos con usted, es una realidad que materializan medios electrónicos y digitales de todo el continente y allende el Atlántico y el Pacífico.
No es presunción, sino la simple constatación de que a diferencia de otros espacios de opinión, como De las Fuentes (en El Economista) y Enfoque Político (Stéreo Cien), éste no puede ser censurado por nadie por la enorme cantidad y diversidad de reproductores, aunque no de ingresos que se cuantifican hoy en cero, pero sí una invaluable riqueza de lectores que me ayudan a caminar.
Acuse de recibo
“Aseguradoras transnacionales y gigantes de la industria automotriz, entre ellas Seguros Atlas, Mapfre, El Águila, Qualitas, Toyota, Honda, Nissan, por citar algunas, aprovechan la nueva Ley Federal del Trabajo para emplear vía outsourcing a verdaderas empresas fantasmas como Grupo de la Parra SA de CV y México Asistencia. Los empleados de estas outsourcing se encuentran en condiciones de total indefensión, violándose sistemáticamente sus garantías individuales, amedrentados por el acoso diario, y altos niveles de explotación, sin horario de comida ni de labores, controlándose incluso por segundos sus tiempos de ir al baño. Esta vía de contratación pone a México en un auténtico neocolonialismo, con lo que se refuerza la idea de que en el mes de la patria, no tenemos nada que celebrar”. Lo anterior afirma la lectora Marián Rodríguez Mendoza… El periodista José Carreño Figueras afirmó en Agenda Pública de Forotv, el 26 de agosto: “No ven resultados de las reformas en un mes y ya las consideran equivocadas”. El ahora investigador del ITESM usa un extraño calendario porque la laboral se aprobó antes de que Enrique Peña asumiera la Presidencia, y la educativa hace 21 meses… De la xalapeña Abigail Bello Gallardo: “Tu influencia política llega mucho más allá de nuestras fronteras. Felicidades. Te lo mereces, porque literalmente eres un periodista de tiempo completo”.
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