sábado, 20 de septiembre de 2014

septiembre 20, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 20 de septiembre.- El Ayuntamiento de Mérida actúa con distingos partidistas en su labor de crear y dar mantenimiento a la infraestructura de la ciudad, sin importar que se pierdan las inversiones realizadas en años anteriores.

Las reparaciones que anunció que realizará en la recién construida calle 60 norte es un ejemplo de doble moral que aplican las autoridades emanadas del PAN en el caso del patrimonio de los meridanos.

El mantenimiento a la Catedral fue gestionado por el Legislador Francisco Torres Rivas.

Mientras por una parte anuncian que arreglarán los desperfectos que están apareciendo en las costosas calles del norte, apuestan por el abandono de las obras realizadas hace dos años en el Centro Histórico de la ciudad.

El diputado por Mérida Francisco Torres Rivas reconoció la celeridad con la que el Ayuntamiento respondió a las observaciones hechas sobre las fallas que ya presenta la recién pavimentada calle 60 norte.

Sin embargo, lamentó el doble discurso del alcalde Renán Barrera de que supuestamente “se preocupa” por mantener la ciudad en las mejores condiciones, con la mejor infraestructura y “cuidando” los recursos de los meridanos.

“El proyecto del Centro Histórico de Mérida tuvo el aval de la sociedad meridana y es lamentable que el Ayuntamiento lo esté dejando morir por intereses políticos”, remarcó el Diputado Torres Rivas.

El Ayuntamiento quiere dar muestras de una aparente responsabilidad y reparar obras nuevas como lo son calle 60 norte y la Prolongación Montejo, pero evidencia una gran irresponsabilidad en el tema del Centro Histórico, dijo.

Por ejemplo, la Catedral presentaba fallas en su iluminación precisamente por la falta de mantenimiento del Ayuntamiento, a pesar de ser una obra que recibió hace tres años.

Torres Rivas gestionó el mantenimiento de la Catedral con la firma Philips, que sin costo repuso las luminarias necesarias ante el prestigio que le han dado a la marca las obras del Centro Histórico de Mérida.

Estas obras realizadas hace tres años ya figuran en catálogos internacionales y son motivo de orgullo para los meridanos y de admiración para los turistas.

Francisco Torres dijo que se pudo realizar el mantenimiento de la Catedral sin costo, gracias a gestiones con la empresa, “pero no podemos estar haciendo todo el trabajo del Alcalde; él tiene una responsabilidad con la ciudad y se le paga por cumplirla”.

Es evidente que en el Centro Histórico de Mérida, Renán Barrera no aplica ese discurso que lleva a otras partes de la ciudad, asegurando que es una autoridad “responsable y preocupada”.

Por el contrario, desde el principio de su administración se negó a recibir las obras de recuperación del Centro, apostándole a su deterioro, como hasta la fecha.

Francisco Torres fue el creador del concepto que actualmente luce el Centro Histórico de Mérida, con casonas restauradas, edificios iluminados, pintura de fachadas y calles de concreto estampado que resaltan la belleza arquitectónica de la ciudad.

“Tengo la suficiente calidad moral para hablar de lo que conozco”, afirmó, luego de las miles de acciones realizadas como encargado de la Obra Pública en Yucatán, entre ellas el embellecimiento de las ciudades de Izamal y Valladolid, o el malecón de Progreso, por ejemplo, que hoy son un referente para el turismo.

Lamentó no haber podido supervisar el desarrollo y conclusión de los trabajos en el centro de Mérida, ya que inició una nueva fase como servidor público para atender a la ciudadanía y se separó de su cargo en diciembre de 2011 para poder competir como candidato a diputado.

Sin embargo, en el tema del Centro, antes de iniciar los trabajos pudo encabezar las pláticas con la sociedad; concilió intereses y mediante el diálogo sumó al proyecto y aportaron sus ideas las cámaras empresariales, colegios de ingenieros y arquitectos, facultades y organismos civiles.

“El proyecto del Centro Histórico de Mérida tuvo el aval de la sociedad meridana y es lamentable que el Ayuntamiento lo esté dejando morir por intereses políticos”, remarcó.

Ahora, en el caso de la calle 60, el Ayuntamiento asegura que hará valer las garantías cuando en el Centro Histórico se ha negado a recibir las obras después de casi tres años y luego de que se hicieron todas las correcciones que consideraba necesarias.

“Se hicieron válidas las garantías y las reparaciones, incluso aquellas que por capricho impuso el alcalde Renán Barrera. Todo se le cumplió, pero se siguió negando a recibir los trabajos”.

Opinó que es una mala señal de los gobiernos del PAN la distinción que hacen cuando se trata de obras realizadas por gobiernos opuestos a su partido y una doble moral que caracteriza a algunos de sus militantes.

Al referirse al diputado Mauricio Vila, Torres Rivas recordó que no estuvieron a su cargo las obras del Centro que el legislador panista intenta adjudicarle, criticando que su compañero priista haya dado a conocer la defectuosa obra de la calle 60.

“Tal vez el diputado Vila, debido a que se ausenta mucho de las sesiones en el Congreso, no se ha dado cuenta que somos compañeros desde hace dos años y no me tocó ver el desarrollo de esos trabajos”.

Si de calidad moral hablamos, le sugeriría al diputado del PAN, quien constantemente pide permiso para faltar a sus tareas legislativas, haga memoria para recordar la fecha en que tomamos protesta como compañeros del Congreso.

Torres Rivas precisó que no hizo críticas a la obra de la calle 60, sino únicamente dimos a conocer las grietas, lo que cuestiona su calidad. “Nos costó mucho dinero a los meridanos y es justo que nos dé una explicación”.

Además Renán Barrera aún no aclara a los diputados a dónde fueron a parar los 150 millones de pesos del préstamo que le autorizamos, pues nunca quiso rendirnos cuentas sobre su aplicación y destino.

“Sería bueno que Mauricio Vila haga valer su calidad moral y le exija cuentas al Alcalde emanado de su partido”, finalizó.