lunes, 1 de septiembre de 2014

septiembre 01, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 1 de septiembre.- La abogada Karla Wilema Vivas Vázquez, esposa del Dr. Luis Enrique Lara González, Presidente del Colegio de Psiquiatría de Yucatán y actualmente vinculado a proceso por el homicidio del Dr. Felipe Triay Peniche, reiteró en entrevista concedida esta mañana a Libertad de Expresión Yucatán que durante la detención de su marido las autoridades vulneraron los derechos de toda la familia, asegurando sin lugar a dudas que él no tuvo nada que ver con el sonado crimen y que la única prueba de las autoridades, una credencial de elector supuestamente hallada en la escena del crimen, le fue quitada por los policías que los detuvieron ese día.

Karla Vivas Vázquez de Lara pide a las autoridades que encuentren a los verdaderos responsables por el asesinato de Triay Peniche y que no pasen por encima de gente inocente (foto: JMRM)

La entrevistada recordó que la tarde del sábado 23 de agosto su marido, sus dos hijos menores de edad y ella iban en su camioneta por la carretera Mérida-Conkal cuando fueron parados por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán (SSP) sin motivo aparente.

La detención

"Saliendo de la carretera de Conkal a Mérida había paradas unas patrullas. Cuando nosotros avanzamos aproximadamente unos 300 metros más, antes de subir al puente, ahí es donde nos detienen", indicó.

"Ya le habían pedido (al Dr. Lara) su licencia, IFE y la tarjeta de circulación de la camioneta, a lo que yo les alego que no podía ser porque la camioneta es sacada en agencia y nosotros no la habíamos reportado como robada. Es cuando nos dicen que los tenemos que acompañar", explicó.

"Al momento de ser detenidos nos quitan teléfonos, carteras y todo lo que llevábamos con nosotros, así como nuestras credenciales de elector y nuestras licencias. Cuando me devuelven el teléfono estaba sin batería y sin crédito para que yo hiciera alguna llamada", señaló la entrevistada, indicando que sospecha que sus celulares fueron revisados.

"Realmente no nos detienen, nos secuestran, porque nunca nos muestran una hoja de detención, una orden, algo. Ellos simplemente nos paran para una 'revisión de rutina' donde luego me manifiestan que mi camioneta estaba reportada como robada", señaló, indicando que procedió a explicarles a los agentes que esto no era posible ya que fue comprada en agencia.

Acto seguido, la familia fue trasladada a las instalaciones de la SSP, donde estuvieron más de 5 horas.

"Primero estuve yo sola con mi hija, porque a mí me trasladan en la camioneta. Me dicen que yo los acompañe y yo me voy en una patrulla. A mi hijo lo llevan en una patrulla y a mi esposo lo llevan en otra", recordó.

"Cuando llegamos a las instalaciones me ponen en una parte de enfrente, sin entrar todavía al edificio, y oigo que el agente le dice 'sabes qué, no te acerques tanto a las cámaras, que las cámaras no la capten a ella'. Es cuando yo empiezo a preguntarme qué está pasando", agregó.

Foto del comandante que estuvo a cargo de la detención de la familia Lara Vivas.

"Le pregunto al comandante 'oiga, disculpe, mi esposo y mi hijo venían delante de nosotros y ahorita ya no los veo ¿dónde están?' El comandante me dice que él no está autorizado para darme ningún tipo de información", expresó, indicando que ese día no se le explicó la situación legal de su marido.

"Después de 5 horas y media entra la camioneta al edificio y yo dije 'al fin terminó esta pesadilla' y veo que bajan a mi hijo por otro agente de la policía con sus rifles apuntando y le dijeron 'te me vas calladito'. El niño venía bien asustado. Cuando lo subieron conmigo a la camioneta él me abrazó y me dijo 'mamá ¿qué está pasando? ¿dónde está mi papá?", recordó la entrevistada.

Acto seguido, intentó consolar a los pequeños y un oficial les dijo: "Cállense, cállese, señora" tras lo cual empezaron a llorar.

"Ellos tenían hambre, tenían sed, estaban asustados", narró.

"Déjenme hacer una llamada a mis familiares, alguien que venga por mis hijos, ellos no tienen por qué estar acá. Si ustedes me quieren tener a mí aquí, pues yo me puedo quedar, pero a mis hijos déjenme que se los lleven", pidió la abogada Vivas a los agentes, pero ellos nunca aceptaron.

"Hasta como a las 5, cuarto para las cinco, cinco y media, viene otra patrulla blanca con una agente que se llamaba Laura y me dice 'señora, ya se les va a llevar a su casa, por favor se me va calladita y no se meta en problemas'", agregó.

"Ahorita ya lo cuento pero fue una cosa horrible lo que vivimos. Yo, como le dije a ellos, ustedes no me tienen detenida me tienen secuestrada, porque me privan de mi libertad, me privan de hacer una llamada. Yo conozco mis derechos, y sobre todo que están afectando a mis hijos".

Respecto al paradero de su marido, los agentes le dijeron: "Lo siento, señora, no le podemos dar información porque nunca lo vimos".

"¿Cómo va a ser posible? al escuchar eso mis hijos se ponen a llorar 'mamá, papito vino con nosotros'".

Al llegar a su casa llamó a su hermana que estaba en la SSP desde las dos de la tarde y nadie le daba información sobre ella, y que lo único que pudo averiguar es que el Dr. Lara estaba detenido porque golpeó a un policía y dañó una patrulla, cosa que nunca sucedió, según señaló la entrevistada.

"Yo logro ver a mi esposo hasta el domingo a las 8 de la mañana", agregó, indicando que estaba detenido en la Fiscalía y sólo pudo hablar con él unos minutos.

Al respecto, el personal de la dependencia le dijo "que ellos no tenían conocimiento del asunto, que no podían resolver nada hasta el lunes porque estaban de guardia".

No fue hasta el lunes 25 que la señora descubrió el verdadero motivo de la detención de su marido.

El juicio

"El lunes temprano ya lo tenían como sospechoso del asesinato del Dr. Triay. A él se lo llevan (al Penal) en el transcurso de la madrugada. Cuando yo lo voy  a ver el lunes tempranito a las 8 de la mañana me dicen que ya no estaba allá (en la Fiscalía)".

Luis Mugarte tras la audiencia de vinculación a proceso del caso Triay, la madrugada del 29 de agosto (foto: JMRM)

Ese día, a las 9 de la mañana, se llevó a cabo la primera audiencia del caso, pero no se le informó a la señora Vivas hasta las 11:30:

"Nadie nos informa de la audiencia. Yo estaba declarando en Derechos Humanos y un amigo me dijo 'oye, tienen a tu esposo, está ahorita en una audiencia oral porque lo están poniendo como presunto responsable de la muerte del Dr. Triay'", expresó, indicando que dicha información le causó gran sorpresa.

El miércoles 25 se realizó la audiencia de vinculación a proceso:

"Yo estuve en toda la audiencia. La verdad estoy realmente indignada ante tanta arbitrariedad, porque ellos mencionaban que fueron cortes quirúrgicos y presentan una sierra. Entonces ¿cómo va a haber un corte quirúrgico comparado al de una motosierra?", dijo.

"Y luego que vinculen a mi esposo sólo por tener allá su credencial de elector, cuando la credencial de elector el agente de la SSP fue el que se la quitó".

La entrevistada negó la versión, publicada por otro medio, de que las huellas del Dr. Lara se encontraran en el departamento de Pablo García, en la colonia García Ginerés:

"(Las autoridades) nunca dijeron que había huellas de mi esposo".

Ni siquiera estaba en Mérida

Karla Vivas reiteró que su esposo no estaba en Mérida cuando el Dr. Triay fue asesinado:

"Él viaja el viernes por la noche y trabaja todo el sábado. Regresa el domingo en la madrugada y se va al domicilio de su mamá, como es costumbre. A las 10, 11 de la mañana viene con mi suegra, se baña, se cambia y nos vamos a misa. Eso era nuestra costumbre, una vez al mes", narró.

Sin embargo, el domingo mencionado la rutina varió un poco:

"No nos fuimos a misa porque ese domingo estaba yo en el puerto. Entonces vinieron mis compadres, el señor Ángel Cachón con Carlos Castillo Rosado, médico pediatra reconocido. Ellos vinieron a buscar a mi esposo. Él se va a pasar el domingo con nosotros y comimos en la playa (Chicxulub Puerto) con mis compadres. Allá estuvimos todo el domingo hasta las seis de la tarde", explicó, indicando que posteriormente regresaron a casa, cenaron, vieron tele y se fueron a dormir.

Caso sin sustento

Respecto a por qué la Fiscalía y el juez Luis Edwin Mugarte Guerrero no tomaron en cuenta las pruebas de que su marido estaba en Cozumel, indicó lo siguiente:

"Supuestamente él sólo es autor intelectual. De verdad que la única autora intelectual aquí para mí es la Fiscal, que se quiere poner una estrellita solucionando problemas de la sociedad yucateca sin importar meter inocentes a la cárcel. Mi marido es inocente de todo aquello que lo están culpando. Eso no me cabe la menor duda. Es un hombre con una moralidad y una integridad como no he conocido a otra persona y jamás le haría daño a nadie, a nadie. Él es un hombre dedicado a su familia, a su trabajo y buen hijo. Jamás le haría daño a nadie. Estoy completamente segura quién es mi esposo y el padre de mis hijos".

"Ahorita hay muchos más casos polémicos y no les ha dado ninguna respuesta. Me da mucha pena porque yo soy una persona que trabaja y siempre he dicho que las mujeres tenemos una capacidad impresionante de tener cargos políticos pero en este caso qué gran decepción que a costa de la libertad y la injusticia para los ciudadanos ella se quiera poner el cuello muy bien parado. La verdad sí me avergüenza que sea una mujer", agregó.

Desestimó la teoría de que el Dr. Lara sintiera envidia contra Triay, señalando que le ha ido bastante bien en lo profesional:

"Es un hombre de 37 años con un trabajo muy estable y sumamente trabajador. Mi esposo labora en el Hospital de Alta Especialidad con base, aparte él trabaja en protocolos de investigación que no tenían nada que ver con el Dr. Triay".

"También forma parte del grupo del Comité de Ética. Asimismo, tiene su consultorio particular en Neural", añadió.

"El día que pasaron los hechos, el viernes, antes de viajar, él estuvo ahí (en la clínica Neural) dando consultas y puede preguntarle a toda la gente que trabaja con él cómo es el doctor Enrique Lara", expresó.

También desmintió que el presunto "detonante" del homicidio fueran los contratos de Pemex.

"El Dr. Lara trabajaba para Pemex, que era la única relación que había con el Doctor Triay, pero eso lo hacen a través de una empresa subrogada, donde se contrata a dos médicos y los dos ganan lo mismo y trabajaban al mismo tiempo. Mi marido trabajaba dos veces a la semana y Triay tres. Luego cada seis meses cambiaban. Triay trabajaba dos y mi marido tres, y así se iban rotando".

Celia Rivas durante la 2da Conferencia Regional de Secretarios de Seguridad Pública (foto: FGE) 

"En el contrato de Pemex está indicado que tienen que ser dos médicos, no puede quedarse uno con todos los pacientes de Pemex. Forzosamente tenían que ser dos", explicó, indicando que su esposo tenía como uno o dos años trabajando para la paraestatal.

"Toda aquella persona que conoce al doctor Enrique Lara sabe que esto es una injusticia y que él es totalmente inocente", aseguró.

Reiteró que le pareció injusto que su marido fuera vinculado a proceso:

"Ese juez se lavó las manos y cumplió órdenes ¿de quién? no lo sé. Pero es una vergüenza que tengamos ese tipo de personas sentadas en una silla donde ponen en juego la integridad y la libertad de una persona", lamentó.

La espera

Hasta el momento, señaló, no hay fecha para la próxima audiencia, por lo cual están en espera de que avancen las investigaciones.

Vivas comentó que mantiene contacto con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey): "Me habló la licenciada diciéndome que están llevando el procedimiento, que en lo que me puedan apoyar ellos están muy pendientes del caso".

Respecto al coacusado, el Dr. García, indicó que no duda que haya sido presionado para incriminar injustamente al Dr. Lara: "Una persona que ha sido brutalmente sometida y lastimada yo creo que en algún momento va a decir 'pues sí, sí, sí'"

Ha trascendido que próximamente será cateada la residencia de Karla Vivas, hecho que no le preocupa:

"El que nada debe, nada teme. Mi casa está a la disposición de las autoridades a la hora que quieran venir", aseguró.

La entrevistada no descartó la posibilidad de realizar más protestas, como la efectuada el pasado 26 de agosto, en futuro próximo.

Respecto a su marido, indicó que se encuentra tranquilo. "Él es un hombre con una voluntad y una fuerza impresionante".

Añadió que no ha tenido problemas para verlo y que no ha sido víctima de malos tratos en el penal: "Ahorita ya no lo han tocado porque saben que estamos muy despiertos en todo el asunto y la verdad ya están los abogados trabajando sobre el caso".

Finalmente, Karla Vivas pidió "que ya se acabe esta pesadilla. Que de verdad las autoridades tomen cartas en el asunto y busquen a los verdaderos responsables". (JMRM)