Bajo Reserva | Periodistas EL UNIVERSAL | 7-IX-14
DE CARA al 2015, el PRD tiene hoy la primera escala en sus elecciones internas, con el dilema de afrontar un nuevo “cochinero”. La víspera, voces de las tribus calentaron el ambiente con acusaciones de fraude. Dos actores observan la contienda interna, que en octubre definirá al nuevo líder y al secretario general del partido: el Instituto Nacional Electoral, que entregará números y datos duros del resultado, y Andrés Manuel López Obrador; él y su Morena resultarían beneficiados de un nuevo escándalo amarillo, nos comentan.
La jornada de este domingo es crucial para el perredismo, porque permitirá la integración de los órganos políticos que además van a palomear las listas de candidatos para los comicios del próximo año. Ahí hay elementos de discordia interna, mientras AMLO y su Morena se encuentran al acecho, nos dicen.
Y A UNAS HORAS de la elección perredista, una de las corrientes movió la versión en varios estados del país de la declinación de Cuauhtémoc Cárdenas a cualquier aspiración a buscar la dirigencia nacional del partido. La especie, nos aseguran, fue alentada por Vanguardia Progresista, que participó de la cargada con Los Chuchos de Nueva Izquierda, pese a que su dirigente, Dione Anguiano y sus seguidores, se tomaron el famoso selfie con el ingeniero, después de pedirle que fuera su gallo para la elección interna. Como usted verá, la guerra sucia está en marcha en la elección organizada por el INE.
EN PARALELO, otros actores buscan ofrecer una nueva imagen del perredismo. Los presidentes de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles, y del Senado, Miguel Barbosa, han tenido distintos encuentros en los últimos días para definir una agenda común de las bancadas amarillas para defenderla en el Congreso de la Unión. Don Silvano y don Miguel, nos dicen, buscan diferenciar sus administraciones de otras que han bloqueado distintas minutas, que no avanzan en una u otra cámara. Aureoles y Barbosa quieren ponerle el sello perredista al Poder Legislativo, y borrar la imagen de choque que han tenido muchos de los legisladores perredistas, nos comentan.
AL INTERIOR de las áreas de finanzas del gobierno federal se revisa el proyecto de fideicomiso público para integrar un fondo de ayuda, asistencia y reparación integral de atención a las víctimas del delito y de violaciones a los derechos humanos, nos dicen. En la evaluación previa a la conformación de este fondo participará, además, la Procuraduría Fiscal de la Federación. Con esta bolsa, nos comentan, el gobierno mexicano podrá afrontar su responsabilidad de reparar el daño a las familias de las víctimas. ¿Estará enterado de esto el ómbudsman nacional, Raúl Plascencia, o anda más metido en el pleito con la rectoría de la UNAM?
MUY A PESAR de que el dirigente del PAN, Gustavo Madero, presume de dientes para afuera unidad al interior de su partido, hay militantes con cargos vitalicios en el organismo político que piensan lo contrario y lo peor es que se les escucha poco. Es el caso del ex gobernador Fernando Canales Clariond y de Esteban Zamora, quienes fueron los únicos que en el Consejo Nacional Extraordinario del sábado se levantaron a reclamar por qué no se hace nada para indagar los señalamientos de corrupción y sobornos en contra de militantes azules. Los dos panistas, cada uno por su lado, pidieron a la dirigencia hacer algo para evitar los escándalos, pero nadie más dijo ‘esta boca es mía’.
