viernes, 15 de agosto de 2014

agosto 15, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 15 de agosto.- En rueda de prensa realizada al mediodía de hoy en el restaurante Manjar Blanco, la señora Ligia Teresita Canto Lugo describió la situación que ha vivido desde su detención, el pasado lunes 4 de agosto en esta ciudad, y posterior traslado a Jalisco bajo la acusación de falsificación de tarjetas de crédito, de la que fue exonerada en días pasados.

Clemencia Adelaida Salas Salazar, Ligia Teresita Canto Lugo y Efraín Encalada Burgos. (fotos: JMRM)

La madre de Ema Gabriela Molina Canto, quien lleva más de dos años luchando por recuperar a sus tres hijos, llegó a la conferencia en punto de la una de la tarde, siendo traída del aeropuerto de Mérida por una amiga de Adelaida Salas Salazar, quien ha estado involucrada en el caso los últimos meses.

Ligia Canto narró su experiencia, culpando al ex marido de su hija por quitarles a sus nietos y ser, presuntamente, la mano detrás de los procesos contra ambas:

"El día 4 de agosto, saliendo de una entrevista de 'La Verdad de Yucatán', me interceptaron los agentes ministeriales de PGR. Estos individuos me llevaron a las instalaciones de PGR Yucatán. Ahí me sentí muy mal, en mi vida pensé pasar esto. Nunca imaginé que la saña de Martín Alberto Medina Sonda, de su familia y sus abogados llegara hasta este punto de atacar a una anciana".

"Me llevaron ahí y me sentí mal. Me sentí muy mal, se me fueron las fuerzas, empecé a vomitar y me dolía mucho el pecho".

"Había un doctor en PGR que me atendió y pretendió ponerme un medicamento que yo le dije que era alérgica. El doctor se molestó. Le suplicaba yo que me llevaran a un hospital, que yo era la voz de mi hija, que yo era la voz de mis nietos, y que mi familia no debería estar sufriendo y que yo no era una delincuente".

"Esperaron bastante, hasta que vieron que ya de plano casi no tenía conocimiento me subieron a una ambulancia".

"En lugar de llevarme a un hospital aquí en Mérida Yucatán me trasladaron por tierra a Campeche. Ahí el doctor que me recibió bien amedrentado por la tendencia de estas personas me administró no sé qué medicamentos y básicamente me sacó del hospital".

"Aún así, a pesar de ver mi estado de debilidad, me siguieron trasladando por tierra al estado de Tabasco. Primero me tuvieron en las instalaciones de la PGR de Campeche y unas dos horas después me trasladaron al estado de Tabasco".

"Ahí tuvimos que permanecer en el aeropuerto para después volar al D.F.. Ahí afortunadamente no sé quién se compadeció de mí y pidieron que me hospedaran en un hotel y fue cuando al fin lograron permitirme que yo hiciera una llamada a mi familia".

"De allá, al día siguiente, me trasladaron directamente al penal de alta peligrosidad de Jalisco. Yo no sabía qué iba a pasar desde el D.F. a Jalisco. Dios escuchó mis oraciones, porque yo lo único que pensaba es cómo estará mi familia, si mis hijos también estaban en la misma situación y mi esposo, que si los iban a golpear como golpearon a mi hija cuando la trasladaron a Tabasco, qué les iban a hacer. Era lo único que pensaba. En mis hijos, en mis nietos, en mi hija Gaby".

"Gracias a la presencia de Derechos Humanos puedo decir que fui tratada bien pero aquí, en Yucatán, de donde parte la situación yo no sé quién va a hacer justicia, quién le va a decir basta a Martín Alberto Medina Sonda y a todos sus abogados. Desde la fabricación del primer delito a mi hija hay mucha gente involucrada, hasta notarios, gente que ha declarado en contra de mi hija y el cual, lo mismo que aquí en este delito donde se comprobó que las personas que supuestamente se involucraron en eso inclusive una había fallecido y ambas tenían credenciales de elector falsificadas, de igual forma está el delito del Juzgado 68 en el Distrito Federal de mi hija".

"Nada más que hay una gran diferencia. Allá en Jalisco el juez inmediatamente pidió información al INE para saber si esas credenciales eran verdaderas. Aquí, la Juez Cuarto de Distrito Mirza Be nunca lo hizo con mi hija".

"Después de esto, yo lo único que le pregunté al juez fue '¿están recluidas esas personas que me acusan?' y dijo que no. ¿Voy, declaro en un juzgado federal que yo vendo tarjetas clonadas, que yo falsifico pasaportes y sigo libre?"

"Ya basta de tanta injusticia. Esta familia quiere paz. Esta familia no es de pleitos, estamos acostumbrados a trabajar día a día para ganar nuestro sustento honradamente. Somos una familia común y corriente con valores, con principios".

Entre lágrimas, doña Ligia pidió un alto a la persecución contra su familia.

"Desde el momento que mi hija le dijo a Martín Alberto 'basta' empezó esto".

"Yo creo que esto ha sido el detonante para que las autoridades centrales ya volteen a ver qué está pasando con nosotros y castiguen a todos esos testigos, a todos esos servidores públicos que se han prestado a esto, a Martín Alberto principalmente y a sus abogados, su familia".

"La paz de mi familia, la tortura que hemos vivido, la persecución que hemos vivido no se la deseo a nadie. Es vivir sin vivir".

"En estos momentos yo debería estar disfrutando de mi vejez, de mis nietos, de mi familia. Yo debería de estar con mis nietos, con mi esposo, y hasta dónde he tenido que llegar ¿hasta dónde?"

"Todo mundo dice 'es que la señora es muy agresiva'. El dolor, el sufrimiento que hay en mí nadie lo puede sentir si no está dentro de mí".

"Recordar las palabras de mis nietos, sus besos, sus caricias, pidiéndome que no los deje solos porque tenían miedo de su padre. La cara de mi hija, su llanto. El verla golpeada en Tabasco. ¿Qué podemos esperar, qué sigue?"

"Abusa de ellos llevándoselos a pesar de que los pequeños, asustados y aterrorizados presenciaron todo esto y se los llevaron. Nadie ha escuchado el grito de auxilio de esta familia, de esos niños. Nos deben mucho. México, Yucatán nos debe mucho. Tenemos el derecho a transitar libremente. Somos ciudadanos respetuosos de la ley".

"¿Para qué hacen una ley de víctima que claramente dice 'las autoridades deben de tomar cartas en el asunto para evitar que las personas que han sido víctimas vuelvan a vivir lo mismo'? Mi hija ya lo vivió seis veces. Éste es el sexto delito".

"Yo digo, luchar por la familia, por la seguridad de la familia, luchar por lo que uno ama ¿te convierte en delincuente?".

¿"Qué no he hecho, a dónde no me he metido, con quién no he hablado, a quién no le he suplicado?".

"Me da mucho dolor ver que en un estado donde ni me conocían el juez haya actuado con la celeridad, el juez me haya tratado como lo que soy, una víctima, el juez me haya respetado como lo que soy, una señora, una abuela y aquí en Yucatán se me trate como si yo fuera una energúmena ¿pero cómo no se va a volver una eso? si está uno pidiendo con el corazón, con el dolor adentro y nadie te hace caso".

"Ya es hora de que castiguen a Martín Alberto. Ya es hora de que castiguen a su familia, a sus abogados y a todas esas personas, a esos funcionarios públicos, servidores públicos, que se han prestado a esta persecución, a esta tortura y este sufrimiento".


"Le pido al señor Presidente, al licenciado Murillo Karam y a todas las autoridades que les competa y que puedan hacer algo aunque no sea como funcionarios pero sí como seres humanos que vean que mis nietos regresen a los brazos de mi hija y esta familia vuelva a vivir como las cosas estaban antes del 25 de mayo, cuando se recrudeció esta persecución".

"Primero eran delitos penales, ahora son delitos federales ¿qué sigue? ¿asesinarnos? ¿quién va a marcar un alto? ¿quién va a marcarle un alto? Mis hijos viven con miedo, mi familia vive con miedo. No podemos seguir existiendo así".

Efraín Encalada Burgos, defensor de doña Ligia, aseguró que Rafael Acosta Solís buscó retrasar la cuestión familiar, relativa a la custodia de los tres pequeños cuando ocupó el cargo de subprocurador.

"Él es el artista de esto", aseguró el abogado.

Respecto a la detención de doña Ligia, indicó que fue a la PGR la noche que fue detenida pero que los agentes que llegaron de Jalisco se negaron a mostrarle la orden de aprehensión y a permitirle hablar en privado con ella, procediendo a expulsarlo cuando la abuela comenzó a vomitar.

"Hay que cambiar toda esa delegación, está podrida", señaló, añadiendo que no se le permitió hablar con el delegado.

Reiteró que la acusación contra su clienta es falsa, y que ella ni siquiera conocía Guadalajara.

Encalada pidió que se investigue de oficio quién o quiénes están detrás de la situación que vive la familia.

"Aquí hay unas violaciones tremendas a los derechos humanos", aseguró.

Respecto al paradero de los pequeños, Canto Lugo indicó que lo último que supieron es que estaban en Puebla. (JMRM)