domingo, 17 de agosto de 2014

agosto 17, 2014
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1432 / 18-VIII-14

Los homicidios dolosos disminuyeron 26.7 por ciento en el primer semestre de 2014 en relación con el mismo periodo de 2012. La buena nueva la dio el titular del Ejecutivo federal en Alvarado, Veracruz, en la ceremonia de graduación de 146 guardiamarinas de la Heroica Escuela Naval, asistencia a ceremonias castrenses que recuerdan el sexenio de la guerra contra el narcotráfico, de la militarización extrema.

Mas el hecho a valorar es la notable baja de los homicidios de carácter doloso, gracias a que lograron la diminución en 24 estados, en donde vive 82 por ciento de la población y como “resultado de la coordinación efectiva” de Marina, Ejército, Policía Federal, Cisen y Procuraduría.

Resulta extraño que se fraccione la realidad al omitir a 18 por ciento de los mexicanos y no se contabilice a seis entidades de la Federación, al parecer con el propósito de presentar un panorama a tono con los discursos triunfalistas del secretario de Marina Vidal Soberón: “la firme línea de reformas al Estado que usted ha planteado para mover a México”; del lambiscón gobernador Javier Duarte: la reforma energética “que había aguardado décadas para el desarrollo del país y el bienestar perdurable de los ciudadanos”; y hasta del gobernador del Banco de México: “el caudal de confianza en México que ya están generando y van a seguirlo haciendo en los próximos años las visionarias reformas impulsadas por usted, señor presidente”. Mientras, Agustín Carstens corrige los pronósticos de crecimiento de la economía.

Podría decirse sin incurrir en falta que la ciudadanía está acostumbrada a los discursos donde el presidente de ayer, de hoy y (esperemos que no) de mañana, aparece como el estadista, el visionario que llegó para colocar al país en la etapa que siempre le había sido negada. Si la correspondencia entre palabras y hechos guardase correspondencia, México sería ya la economía más grande de la aldea global y la sociedad la más sana, educada y culta.

Los bellos discursos no acababan de ser pronunciados cuando se daban los toques finales a la segunda advertencia de 2014, a cargo del Departamento de Estado de Washington, para que los estadunidenses, entre los que se encuentran siete de mis hermanos con parte de sus numerosas descendencias, no viajen a ciudades de 19 estados y regiones de México  “por las condiciones de inseguridad y violencia del crimen organizado que “implican diversos riesgos”.

Ilustran la advertencia. Entre enero y junio de 2014, la embajada y los consulados de Estados Unidos recibieron denuncias de 70 casos de secuestro de estadunidenses. En 2013 fueron asesinados 81 ciudadanos de ese país en territorio mexicano, mientras un año antes la cifra fue de 71.

El aviso subraya que, de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2012 se cometieron 105 mil 682 secuestros, pero sólo mil 317 fueron reportados a la policía.

Cierto es que para ámbitos no gubernamentales de USA, su vecino es uno de los destinos más populares en América Latina, y la tasa de homicidios aztecas se ubica por debajo de la que tiene Brasil, Ecuador, Honduras, Bahamas, Guatemala y República Dominicana. Además no falta quien le asigne un sesgo político al tema, pues Nueva Orleáns, polo turístico global, tiene una tasa de homicidios cuatro veces mayor que la de México.

La mal llamada cancillería, en su voz de su titular, desmintió al Departamento de Estado con “resultados contundentes”. Los secuestros, por ejemplo, bajaron 22 por ciento en 2013, respecto a 2012. En efecto, pero la cifra negra (los no denunciados) es gigantesca; y repuntaron en el primer semestre de 2014. En todo caso, la Casa Blanca está en la obligación de proteger a sus ciudadanos.

Acuse de recibo


En la Utopía 1430 (Meses de movimiento, décadas de inmovilidad, del 13 de agosto), indebidamente escribí: “el toro y el moro”. La siempre oportuna María Teresa Menéndez Monforte señaló desde Mérida, Yucatán, el error: “¿No era ‘el oro y el moro’?”… El colega Arturo Sandoval agrega a Salario mínimo de la miseria (6-VIII-14): “(…) con respecto a los artículos donde se habla de los salarios, muchas empresas solicitan becarios, para que hagan trabajo que debe pagarse y no lo hacen, por darles chance de practicar, lo cual es explotación”… Miguel Aroche Parra cumplió ayer 99 años de edad. Un fuerte abrazo al muy estimado socialista y poeta guerrerense… La señora Rosa Garza Cárdenas falleció en Brownsville, Texas, el 14 de mayo de 2014, a los 69 años de edad y era nativa de Matamoros, Tamaulipas; informa Maximiana Ibarra Aguirre desde Houston... El cerebro de mi hermano (Rafael Pérez Gay, Seix Barral, 2013, 146 páginas), se lee en una sentada. Allí dice el autor: “Sé por supuesto que Andrés Manuel López Obrador se portó con Pepe como un hermano en los momentos más difíciles de su enfermedad, con una solidaridad impagable y sin la vanidad que lo domina en la plaza pública, cuando le vuela el pelo el viento del caudillismo.”