viernes, 15 de agosto de 2014

agosto 15, 2014


En 1891, queriendo Juan Gamboa Guzmán hacer un estudio original, escogió como modelo al negro Miguel el butifarrero. Después de la primera sesión, para salir bonito en el retrato, Miguel se presentó a la segunda bien bañado, pelado, afeitado y empolvado, por lo que el artista tuvo que esperar ocho días para que volviese a adquirir lustre y carácter.