lunes, 11 de agosto de 2014

agosto 11, 2014
Pedro Echeverría V.

1. Se publica hoy: La capital alemana honra al líder estudiantil de 1968 Rudi Dutschke con una calle que lleva su nombre. Lo mismo ha sucedido en México: muchas calles con el nombre del anarquista Ricardo Flores Magón y del líder campesino Emiliano Zapata, ambos asesinados por el gobierno burgués en 1922 y 1919. Por cierto el líder Dutschke también fue asesinado con tres balas en la cabeza por un fanático derechista, sólo que resistió once años. La realidad es que el desprestigio no es para esos personajes muertos, sino para la izquierda que deja que la burguesía los coloque al lado de sus héroes y defensores, cuyos nombres deberían estar en los excusados y pocilgas.

2. Los socialistas-anarquistas Rudi Dutschke y Dany Cohn-Bendit alcanzaron en Alemania y Francia como líderes estudiantiles de 1968- los más altos niveles de popularidad. Fueron activistas y teóricos (junto con los filósofos Marcusse, Sartre y otros) de la revolución anticapitalista y antiautoritaria que amenazaba al sistema. Escribió Dutschke: Toda la oposición radical al sistema existente hoy ha de ser necesariamente global. No nos oponemos solamente a algunas pequeñas fallas del sistema, la nuestra es una oposición total, dirigida contra todo el modo de vivir dominante hasta ahora del Estado autoritario. El nuevo fascismo moldea a una estructura a la adaptación, la pasividad y el temor.

3. Cohn Bendit escribió: Hoy en día para las masas más amplias de los trabajadores resulta clara la naturaleza de la socialdemocracia francesa (PSF y PCF); su papel abiertamente contrarrevolucionario durante la guerra de Argelia y su compromiso permanente con la burguesía, han hecho se apartara de ella. Si la SD no ha muerto se debe al stalinismo. En ambos líderes se vio su radicalidad al demostrar que ellos luchaban contra el capitalismo, pero al mismo tiempo contra el falso socialismo que estaba demostrando en esas semanas su autoritarismo en Checoslovaquia. En todos aquellos países la lucha era contra el capitalismo y el falso socialismo.

4. La realidad es que en Alemania, cuna del hitlerismo y la derecha mundial, cambiar el nombre a una calle para favorecer a un izquierdista, parece burlesco. En el DF hay una calle perdida que se llama Carlos Marx y una escuela en Yucatán con el mismo nombre. Parece que al pueblo le importa un bledo porque su única preocupación es encontrar los alimentos para subsistir el siguiente día. Así que el nombre de Dutschke, el líder estudiantil de 1968, para una calle alemana parece intrascendente. Sin embargo la burguesía busca aprovecharlo para demostrar que su gobierno es neutral y legítimo. ¿Qué importa uno u otro nombre si hay problemas de mayor trascendencia?

5. Tanto Dutschke como Cohn Bendit contribuyeron en sus países para la fundación y el fortalecimiento de los partidos Verdes de oposición; (en México el partido Verde (para vergüenza nacional, ha sido desde hace más de 20 años propiedad de una familia y se ha puesto al servicio total del gobierno del PRI; antes estuvo al servicio del PAN). El alemán falleció en 1939 después de recibir once años antes tres balazos en la cabeza. El francés Bendit parece que durante 20 años lo que no habla bien de él por ser parte del Estado capitalista- fue diputado de los Verdes en el parlamento europeo.

6. En México muchos líderes estudiantiles se vendieron temprano y tarde por un plato de lentejas porque sólo se oponían a algunas fallas del sistema y jamás entendieron la coyuntura que significó en el mundo la década de los sesenta. Supongo que también en Alemania, Francia, EEUU, donde el capitalismo sigue siendo muy poderoso, no pudieron escapar de las trampas tendidas de la corrupción. En nuestro país la burguesía ofreció en grande: mejores trabajos, más altos ingresos, cargos políticos, asesorías o consejerías, creación de partidos, revistas, becas, etcétera. ¿Cómo batallar contra un sistema capitalista que nunca dejó de hablar de revolución?

7. El presidente Echeverría Álvarez (1970-76) hizo su campaña política homenajeando al movimiento estudiantil de 1968; fue el presidente que más presupuesto invirtió en educación, fue el que recapturó con su discurso de apertura democrática a los intelectuales (Echeverría o el fascismo), el que liberó a los presos políticos e impulsó la creación de partidos; al mismo tiempo Echeverría cargó con la represión a estudiantes en 1971 y la llamada guerra sucia de 1972 a 1976. Miles de activistas nos hicimos profesores universitarios para hacer la revolución en la universidad, pero otros miles se integraron directamente a la llamado tercermundismo de LEA.

8. Parece que en tanto estemos en los terrenos del capitalismo la burguesía puede hacer de nosotros trizas. Ofrece a sus enemigos cualquier propuesta que lo pueda satisfacer y no una oposición a ellas. Siento que los loquitos que nos hemos resistido más de 50 años, somos realmente una minoría heroica insignificante motivo de burla. Aquí sí cabe lo que Lenin dijo alguna vez: el comité central cabe en un sofá, es decir, aunque las revoluciones las hacen las masas, sin ideas claras siempre nos jode la burguesía. Por eso a los personajes de la izquierda o progresistas busca premiarlos, y hasta santiguarlos (Juan XXIII?) para que no se quejen. (10/VIII/14)