viernes, 29 de agosto de 2014

agosto 29, 2014
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1437 / 29-VIII-14

Consumadas las 11 reformas estructurales en la Constitución y las múltiples leyes secundarias que no parecieran serlo tanto, y a tres días de la entrega del II Informe de Gobierno al Congreso, resulta comprensible que el optimismo se apodere del primer círculo de los que pregonan ¡Mover a México! 21 meses después son pocos los indicadores económicos y sociales que lo respaldan, pues el reformismo legislativo hasta hoy son promesas.

Proyectos a materializar, a darles corporeidad. Y en materia ejecutiva este gobierno que arrancó con el subrayado perfil ejecutivo de Enrique Peña Nieto, durante 2013 mostró incapacidad para ejercer oportuna y debidamente el presupuesto de la Federación, vía el mejor secretario de Hacienda de la aldea, según acreditada y acaso pagada revista estadunidense. Es la fecha que los tres niveles de gobierno adeudan a las micro, pequeñas y medianas empresas más de 100 mil millones de pesos y mientras la asfixia toca la puerta son éstas las que aportan el 85 por ciento del empleo al país.

Comprensible que el optimismo empiece a embriagar al primer círculo gubernamental en el mes que durante el presidencialismo absolutista  denominaban “del presidente”. Y el tlatoani en turno disponía casi a su antojo de los 31 días para efectos de reconocimientos.

En oportuna y claridosa respuesta a Felipe Calderón (El Universal, 26-VIII-14), porque le “bloquearon” y salían económicamente “muy costosas” las reformas por los partidos Revolucionario y De la Revolución, Miguel Ángel Osorio presumió a los legisladores tricolores y verdes: “Eso es interesarse por el país. Eso es responsabilizarse de lo que le toca a uno hacer y no que pasen tres años o seis años y se diga: ‘es que me pusieron muchos peros, dificultades y no me dejaron trabajar en el Ejecutivo o en el Legislativo’. Esta Legislatura no se conformó con la inercia y la inacción. Ustedes se atrevieron a hacer, a lograr”.

Y repitió lo que ya es un lugar común entre hombres y mujeres del grupo gobernante: “En menos de dos años se llevó a cabo lo que no se había logrado en más de dos décadas. Por mucho tiempo se pospuso, para un futuro lejano, el progreso, el crecimiento y el desarrollo de México”.

Su jefe institucional lo expresó desde otro ángulo a los coreanos de Kia Motors, la mexicana es “una de las economías más seguras y confiables a escala mundial”. No está mal que lo diga si de atraer capitales se trata, pero a diferencia de una parte de los gobernados, el gran capital no se mueve por discursos sino por realidades que garanticen su pronta multiplicación.

Mas donde ya se extralimitó el secretario de Gobernación fue con los resultados obtenidos en materia de seguridad pública que son inocultables, pero no para postular que “se dice muy fácil, pero creo que en la historia del mundo no se puede hablar de una disminución en tan poquito tiempo”.

Si lo que busca con sus improvisaciones oratorias es una medalla, pues que se la den, pero que registre bien que el 53 por ciento de los mexicanos, según la muestra de la encuestadora independiente Pew Research, de Estados Unidos, opinó que el gobierno está haciendo un buen trabajo en seguridad pública, pero no el 47 por ciento restante.

Y lo que es más sintomático, seis de cada 10 ciudadanos están inconformes con la situación del país, desaprueba la conducción del gobierno sobre la economía y rechaza la reforma energética, la participación de inversionistas privados en la explotación de hidrocarburos. Lo anterior representa un incremento de 14 puntos con relación a 2013 e incluso existe inconformidad entre 52 de cada 100 simpatizantes del partido oficial.

Acuse de recibo

La lectora Lilia Cárdenas critica el texto Respaldo ciudadano y reformas en acción (27-VIII-14): “Por favor no repitan las cifras de la mentira del señor Peña, al impostor no hay sector de la población que no lo repudie, no repitan cifras falsas. Acuérdense que es deficiente mental o etcétera, pero sí sabe que le gritan traidor a la patria en Los Ángeles…” La medica veracruzana Abigail Bello Gallardo agrega a Triunfalismo mexicano, realismo estadunidense (18-VIII-14): “Sólo puedo decirle que el gobernador Javier Duarte antes que estar alabando al presidente, debiera brindarnos seguridad. No hay calle que no tenga a un familiar o amigo secuestrado, desaparecido o asaltado, y la ciudadanía no denuncia porque piensa que las instituciones encargadas de protegernos, están infiltradas por la delincuencia organizada. Por experiencia propia puedo decirle que a una amiga la secuestraron, a sus hijos la Marina y el Ejército terminaron por decirles que mejor negociaran con los secuestradores ‘para que entreguen viva a la señora’. Gracias a Dios la regresaron viva, pero no me parece que eso demuestre que el Estado está dando protección a sus gobernados”… Los combates de la luz, de Juan Eulogio Guerra Aguiluz, será presentado el viernes 29, a las 19:30 horas, en Río Churubusco 410, colonia Del Carmen, Coyoacán.