sábado, 16 de agosto de 2014

agosto 16, 2014
MICHOACÁN, México, 16 de agosto.- Con apenas dos meses de nacidos y con escasas fuerzas para abrir los ojos y ver la felicidad de sus madres, los pequeños Isabella y Emilio, se convirtieron en los primeros bebés michoacanos en ser registrados por un matrimonio homosexual en Michoacán.

Isabella y Emilio se convirtieron en los primeros hijos de un matrimonio gay en Michoacán. (Foto: Quadratín)

Nacidos a través de una reproducción asistida, los menores en brazos de sus madres llegaron a la oficialía número Ocho del Registro Civil para imprimir sus pequeñas huellas y oficializar así que son hijos de Elizabeth Cervantes  y Cecilia González.

Pese a las dificultades burocráticas, la discriminación social y otros obstáculos que ambas tuvieron que enfrentar, finalmente el amparo que las favoreció logró que estas mujeres hicieran su segundo sueño realidad…el de ser madres.

Y es que tras haber podido unirse legalmente en matrimonio, buscaron todas las posibilidades legales para registrar a sus hijos del mismo modo que lo hace cualquier pareja heterosexual a las que no se les cuestiona.

“Nos sentimos felices, satisfechas porque de aquí puede surgir para más compañeras que tienen las mismas necesidades que nosotros teníamos y ahora ya están cubiertas, estamos enamoradas, somos gente normal”, defendió Cecilia.

A su vez Elizabeth lamentó las dificultades a las que se enfrentaron “sí vivimos discriminación, no nos quisieron casar e el Estado, todo esto que sea a base de un amparo el que se tenga que recurrir a abogados, es difícil”, dijo.

No obstante y con un rostro feliz, Cecilia compartió que “vamos para adelante, vamos recio, tenemos 17 años de pareja y viviendo juntas 15 años, por eso lo decidimos, no fue difícil esta decisión vimos como la sociedad fue aceptando, somos muy de arranque no nos interesa si a alguien le parece bien o no le parece, estamos enamoradas de nuestros hijos cada llanto, desveladas, hasta el pañal huele rico, no hay rechazo, nosotras  nos hemos dado a respetar, no somos publicas en eso del amor, hemos respetado y nos respeta la misma gente”.

Sin embargo la batalla no se quedará ahí, pues anunciaron que buscarán que las autoridades eclesiásticas les permitan bautizar a sus hijos “esa es la tercera batalla, lo vamos a solicitar le vamos a pedir a la Iglesia que los bautice no que nos case, pero si no quieren, yo le echo agua a mi hijo y ya”.

Arropadas por la familia quienes siempre las han apoyado, la pareja homosexual de 39 y 33 años, habitantes del municipio de Múgica, compartió que ambas amamantan a sus hijos y además juntas trabajan una como chef y otra como maestra de primaria para llevar el sustento y los gastos al hogar; un hogar que se duplicó con el nacimiento de Emilio e Isabella.

Ambas hicieron un llamado a otras parejas de homosexuales para que luchen por sus derechos al señalarse que “se están tardando que no le tengan miedo”, finalizaron. (Milenio)