viernes, 8 de agosto de 2014

agosto 08, 2014
FREETOWN / MONROVIA, 8 de agosto.- Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunieron ayer por segundo día consecutivo para discutir medidas de emergencia para hacer frente al brote de ébola y decidir si lo clasifican como una emergencia de salud pública internacional. Hasta el cierre de esta edición, no se habían dado a conocer los detalles del encuentro.

Después de que se administrara un medicamento experimental basado en las plantas del tabaco a dos trabajadores sociales estadounidenses infectados en Liberia, especialistas en ébola del mundo instaron a la OMS a ofrecer a la gente en África Occidental la opción de tomar medicamentos experimentales para combatir la enfermedad.

Voluntarios se preparan para recuperar los cadáveres de muertos probablemente por el virus del ébola en un pueblo de Sierra Leona, al norte de Kenema. (Reuters)

En tanto, el ejército de Sierra Leona bloqueó ayer zonas rurales afectadas por el ébola, dijo un importante funcionario, después de que Liberia declaró estado de emergencia por 90 días y dijera que llevará adelante controles en las principales rutas del país para tratar de contener el peor brote de ébola en la historia, que ha causado la muerte de 932 personas.

Los liberianos hacían filas en bancos y compraban alimentos en los mercados de la capital, Monrovia, mientras otros viajaban a zonas no afectadas del país. Las medidas de emergencia que anunció el miércoles la presidenta Ellen Johnson-Sirleaf permiten restringir los derechos civiles imponiendo cuarentenas en las comunidades más afectadas. Johnson-Sirleaf dijo que el estado de emergencia era necesario para “la supervivencia de nuestro Estado y para la protección de las vidas de nuestro pueblo”.

“Este es el principio de las penurias; 90 días de miedo y sufrimiento”, dijo Nancy Poure, comerciante en el suburbio de Johnsonville. “Necesitamos ayuda de Estados Unidos”, agregó.

El ébola tiene una tasa de mortalidad de hasta 90% de los casos. La enfermedad comienza con dolores de cabeza y fiebre y entre los síntomas finales están hemorragias externas e internas, vómitos y diarrea. No hay un tratamiento eficaz ni vacuna para proteger a las personas.

Aunque la gran mayoría de los casos están en el área fronteriza remota de Guinea, Sierra Leona y Liberia, el temor a la expansión del ébola creció el mes pasado cuando un ciudadano de EU murió de ébola en Nigeria, adonde llegó proveniente de la región afectada. Una enfermera que lo atendió también falleció en Lagos y hay cinco personas más con síntomas.

En Arabia Saudita, un hombre que supuestamente contrajo ébola durante un viaje de negocios a Sierra Leona también murió el miércoles en Yedá. Aerolíneas como British Airways y Emirates han dejado de volar a los países afectados, y muchos expatriados se están marchando.

En el este de Sierra Leona, la zona más afectada del país, el jefe de la policía dijo que las fuerzas de seguridad se desplegaron “para establecer un bloqueo completo” de los distritos de Kenema y Kailahun, estableciendo 16 puntos de control en las carreteras más importantes.

En tanto, el sacerdote español Miguel Pajares, de 75 años y quien llegó ayer al hospital Carlos III de Madrid tras contraer el virus en Liberia, fue reportado estable. Juliana Bohi, una monja de Guinea Ecuatorial con nacionalidad española que trabajaba con él en Liberia, también fue trasladada al hospital y aunque según los estudios practicadas no está infectada, seguirá aislada hasta que los médicos evalúen los pasos a seguir.

En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) activaron la operación de un centro de emergencia a su nivel de respuesta más alto para ayudar en la lucha contra el ébola. Tom Frieden, director de los CDC, afirmó que aunque es posible que una persona pueda desarrollar en EU el virus del ébola después de haber sido expuesta a la enfermedad en otro país, y contagiar a familiares y personal médico, no se cree que vaya a haber “un brote de gran tamaño en EU”. (El Universal)