sábado, 26 de julio de 2014

julio 26, 2014
A diferencia de los pulsares, que constituyeron en su momento otro gran misterio, por su periodicidad exacta, lo que hizo incluso suponer que se estaba ante otra inteligencia extrasideral emitiendo señales, los “Radiodestellos Rápidos” (Fast Radio Bursts o FRBs) son señales también de radio, pero solamente duran microsegundos.

Imagen artística de un Fast Radio Burst captado por el radiotelescopio de Parkes en Australia (© Swinburne Astronomy Productions, con el radiotelescopio CSIRO Parkes e imagen de fondo de astronomy.fas.harvard.edu / skymaps / halfa)(clic a las imágenes)

Los astrónomos creían en principio estar ante alguna interferencia en donde eran captados, pero ahora el suceso del megatelescopio en Puerto Rico confirmó que se trata de ondas del espacio exterior. Hasta ahora solamente habían sido detectados en el telescopio de Parkes, en Australia, por lo que se creía se trataba de alguna interferencia local, pero ahora, captados nuevamente en forma masiva, quedó demostrada su existencia. Pero el origen es harto misterioso.


Desde lo más profundo del Universo, pulsos esporádicos llegan

La astrónoma Laura Spitler, del Instituto Max-Planck de Radioastronomía en Bonn, al frente de un equipo multinacional, publicó el nuevo pulso -el destello FRB121102- registrado en Arecibo, con una duración de 3 milisegundos emitido en la constelación del Auriga. Sin embargo, la localización del área de emisión resulta  sumamente difícil como para ampliar su origen al mismo universo extragaláctico, más allá de la Vía Láctea. (The Astrophysical Journal)(Science)

El radiotelescopio de Arecibo, mediante el cual se hizo el nuevo descubrimiento (© NAIC) (editado por Massimiliano Razzano para La Repubblica)

Mapa de los 4 primeros Fast Radio Bursts observados por el radiotelescopio de 64 metros de Parkes, en Australia. (© MPIfR / C. Ng)
Región del cielo donde se observó el nuevo Fast Radio Burst, cuya posición se indica con un círculo verde.

En cuanto al origen, el misterio es total, ya que las distancias son tales que el haberlas captado desde la Tierra apenas permite imaginar el volumen de los mecanismos que los generan. Colisiones de estrellas de neutrones, o la teórica evaporación de un agujero negro, aparecen entre las hipótesis manejadas, aunque todo ello no deja de estar en el campo de la megasuposición. (Ir21.com.uy / Repubblica)