miércoles, 2 de julio de 2014

julio 02, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 2 de julio.- “El problema no es la producción de alimentos, sobre todo con la apertura actual de los mercados; el problema es la brecha, cada vez más amplia, entre la clase baja y la clase alta”, dijo hoy aquí Felipe Rodríguez Almeida, presidente de la Asociación Mexicana para la Producción Animal y Seguridad Alimentaria (AMPA).

Edificio central de la UADY (foto: JMRM)

“El acceso a los alimentos no es tanto por la disponibilidad sino más bien por la escasez de recursos”, aseveró en el marco de la apertura de la 41ª reunión de este organismo creado hace medio siglo. “Aunque los indicadores de la evolución del problema del hambre señalan una tendencia a la baja, la realidad es que la brecha de lo que ocurre en el medio rural y urbano es amplia”, enfatizó.

El evento, que por vez primera se realiza en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), reúne a estudiantes y académicos, funcionarios públicos y expertos mexicanos, brasileños, estadounidenses y británicos quienes expondrán 200 ponencias y carteles, vinculados con la nutrición animal, ciencia y tecnología de carne y leche, socio-economía y política agropecuaria, administración de negocios y nuevos enfoques en la educación agropecuaria, entre otros.

En la inauguración de la reunión, que se realiza de manera paralela con un evento nacional más, ligado con los Sistemas Agro-silvopastoriles, el titular de la AMPA urgió la necesidad de corregir la brecha entre los sectores rural y urbano y cuya razón de ser radica en los bajos ingresos que tiene la población que vive en el campo. “En el caso de la gente pobre, lo que tiene de ingreso se va, básicamente, en la compra de alimentos, entonces si no tiene este recurso y además los insumos para producir son caros, se origina la falta de acceso a la alimentación”, reiteró Rodríguez Almeida.

Comentó que “los indicadores señalan que la pobreza en México registra una tendencia a la baja, pero esta situación no es la misma en lo urbano que en lo rural” y aseveró que “para acotar la brecha es fundamental implementar políticas públicas para trabajar en los sistemas de producción familiar (en el medio rural) buscando más autosuficiencia y en las cadenas de valor para generar riqueza sin olvidar capacitación para la organización e innovación para producir alimentos y riqueza que permita el acceso a otros bienes y servicios”.

En su discurso inaugural Rodríguez Almeida advirtió que “el mundo se enfrenta a tres crisis simultáneas e interrelacionadas que deben resolverse ya que de no ser así resultarán en un caos. Estas crisis son: cambio climático, energética y reducción en la disponibilidad de los recursos globales como el agua; esto, sin duda, impactará la producción y disponibilidad de alimentos”.

Dijo también que la UNESCO ha previsto que la producción adicional requerida de carne para cumplir con la demanda de aquí al 2050 se incrementará en 200 millones de toneladas anuales, sin embargo y mientras se espera esta producción de proteína animal, en los países en desarrollo el consumo crecerá un 170 por ciento. “Lo anterior indica de una demanda que puede ser insatisfecha y esto es una oportunidad y reto para quienes de alguna u otra forma nos dedicamos a la producción animal”, agregó.

EN RIESGO LA BIODIVERSIDAD

En su turno Alfredo Dájer Abimerhi, rector de la UADY, dejó en claro que entre las preocupaciones más grandes de la sociedad está la garantía del acceso a los alimentos, las políticas alimentarias, la producción, el papel de las economías locales y la sustentabilidad. “Y lo anterior tiene una íntima relación con el acceso a la tierra y a los insumos, tanto como la educación de los profesionales de la producción, industrialización y el mercadeo”, subrayó y “en esta ecuación también es fundamental el marco cultural y social de los pueblos productores y consumidores”.

El Rector de la UADY aseveró que “es innegable que en los últimos 40 años los sistemas de producción pecuaria han pasado por un proceso de cambio acelerado; las tecnologías y las demandas de mercados globales nos arrastran a una carretera en la que ciertamente como país no llevamos la delantera y cada día se abre más la brecha entre los pocos que consumen mucho y los muchos que consumen poco”.

Dájer Abimerhi advirtió también respecto a los ecosistemas terrestres que “se han visto afectados de manera agresiva y hoy vivimos un desequilibrio que pone en riesgo la biodiversidad y reduce los márgenes para un desarrollo sustentable. Selvas y bosques han sido arrasados, especies en grave peligro de extinción o de plano ya perdidas para siempre, acuíferos y mares fuertemente contaminados y sobreexplotados, en algunos casos, y desperdiciados en otros”.

Poco antes de finalizar su intervención el Rector de la Universidad invitó a los participantes a las reuniones a discutir resultados y metodologías y reflexionar acerca del propósito de los trabajos: bienestar social. “Las diversas actividades humanas están produciendo severos cambios en nuestros ecosistemas: producción, energía, ambiente y economía están complejamente entrelazados y por lo tanto entender sus efectos requiere de madurez del diálogo y la más alta discusión académica”, puntualizó.

SISTEMAS AGRO-SILVOPASTORILES

José Manuel Palma García, presidente del Colegio Nacional de Agroforestería Pecuaria, se refirió a la 7ª Reunión Nacional sobre Sistemas Agro-Silvopastoriles y con esto a los impactos ambientales y comentó que “hay propuestas atractivas con resultados de investigación alentadores y al alcance de los productores”. Asimismo, recordó que la deforestación continúa siendo un problema enorme y señaló que “lo que hemos hecho con una agricultura y ganadería tradicional es depredar el entorno”.

“El tema de la deforestación tiene esta connotación y la parte que trabajamos es sobre Sistemas Agro y Silvopastoriales los cuales hacen una reforestación productiva donde se recupera y valora a las especies nativas. México es un país mega-diverso y en este sentido tenemos una gran posibilidad pues hay elementos que favorecerían la recuperación del conocimiento ancestral y tradicional y la investigación científica con un contexto de desarrollo”, agregó.

A su vez Marco Antonio Torres León, director del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UADY, sede de las reuniones, dio la bienvenida a los asistentes a quienes dijo que “tomamos su presencia como un reconocimiento a más de cuatro décadas de historia de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia que se ha ocupado en asuntos relacionados con la producción animal tropical”.

“Los académicos y estudiantes de la UADY han hecho aportaciones importantes para buscar alternativas y resolver las necesidades de producción animal”, expresó ante unas 200 personas reunidas en el auditorio universitario. “Su presencia es una enorme oportunidad para intercambiar experiencias y generar hipótesis para la producción animal”, añadió el directivo y felicitó al comité organizador de los eventos y agradeció los apoyos de la Rectoría de la UADY, la Secretaria Estatal de Desarrollo Rural y diversas asociaciones.

CONFIANZA EN EL CAMPO YUCATECO

Carlos Carrillo Maldonado, representante de la Secretaria de Desarrollo Rural del gobierno estatal, expresó su satisfacción por estar en el corazón de la UADY, una institución con alto nivel académico que es cuna de respetables y distinguidos profesionistas. “Es un honor estar en esta reunión de trabajo que une dos temas muy similares e importantes para Yucatán porque, en lo fundamental, se busca la asociación de mejores rendimientos de producción con sustentabilidad y protección a los ecosistemas”.

“La degradación de los suelos y del ambiente resultan en bajas producciones lo que obliga a encontrar tecnologías, herramientas y técnicas que en la práctica hagan rentable la actividad productiva”, explicó el funcionario quien aseguró que “en Yucatán hay condiciones favorables, tenemos programas y proyectos que gente humilde, con apoyo de la investigación, han sacado adelante”.

Carrillo Maldonado mencionó que “tenemos altos niveles de investigación y academia que nos permiten avanzar; expertos en las áreas técnicas y agropecuarias y un importante nivel sanitario en las áreas vegetal y pecuaria lo cual redunda en mercados abiertos en favor de los productores” y señaló que “sin estos niveles de sanidad se complicaría la venta de productos aun siendo de calidad”.

“Hoy en el campo yucateco hay confianza y ánimo; también hay retos, pero juntos, académicos, investigadores, gobierno y sobre todo productores bien asesorados iremos venciendo, seguramente para bien del campo yucateco y del país”, añadió. (Boletín UADY)