sábado, 7 de junio de 2014

junio 07, 2014
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de junio.- El 7 de junio de 1999 fue un día triste para la televisión mexicana, pero también se registró un hecho que no había acontecido con un comunicador: las dos televisoras más grandes en ese momento interrumpieron su transmisión diaria para dedicar numerosas horas de cobertura a la muerte de Paco Stanley, en ese entonces conductor de la revista matutina Una tras otra. Sin embargo, Stanley hizo su carrera, se dio a conocer y alcanzó fama y popularidad al participar en diversos programas ganándose el cariño del público.


La manera en que murió Stanley consternó a la opinión pública: le dispararon cuando estaba a bordo de su camioneta en el restaurante El charco de las ranas, ubicado en Periférico Sur, y cuatro balas se impactaron en su cabeza.

Junto con él viajaba el periodista Jorge Gil, quien fue herido por impacto de bala.

Casi inmediatamente del hecho, registrado a las 12:08 horas de ese día, se dio a conocer la noticia, que tuvo repercusión internacional: Paco Stanley había sido abatido a tiros después de desayunar bistec en chile pasilla y agua de tamarindo en dicho restaurante.

Las horas de cobertura de este hecho fueron extenuantes en ambas televisoras, tanto que se registraron audiencias muy elevadas. Esta coberura se extendió hasta la Procuraduría General de la República (PGR) donde se llevaron la camioneta con los restos ensangrentados del conductor y después a la agencia funeraria donde el público se volcó para darle el último adiós a su ‘Pacorro’ querido.


La investigación prosiguió y las hipótesis de su muerte se multiplicaban y se caían a cada instante. La más fuerte apuntó a que había sido una venganza del narcotráfico y ésta creció al encontrar en la sangre del conductor indicios de cocaína, además de algunos gramos de dicha sustancia que traía entre sus ropas.

Con base en esta hipótesis, se señaló a Mario Bezares, su amigo y coconductor que lo acompañó esa mañana y quien mientras aconteció la balacera se encontraba en el baño del restaurante, así como la edecán Paola Durante como quienes lo ‘pusieron’ ante los sicarios; de hecho, ambos fueron encarcelados mientras se aclaraba todo. Tiempo después fueron puestos en libertad por falta de pruebas.

Hasta el momento no se sabe a ciencia cierta quiénes fueron los autores materiales e intelectuales o por qué ordenaron su muerte, sin embargo es un hecho que Paco Stanley era el conductor predilecto del público: al momento de su fallecimiento tenía más de 15 años en televisión siempre dejando en evidencia a quien se dejara, ése era su sello particular.


Stanley participó en programas emblemáticos como Alegrías de mediodía, Divertidísimo, La mujer ahora y El club del hogar , al lado de Francisco Fuentes Madaleno.

En 1985, fue el anfitrión de la emisión La carabina de Ambrosio; tuvo a su cargo la sección de espectáculos del sistema de noticias ECO, así como el conductor estrella de Ándale, Llévatelo, y Pácatelas, donde hizo mancuerna con Mario Bezares. Hoy su recuerdo no ha muerto y se le reconoce como uno de los conductores más carismáticos que ha tenido la televisión mexicana. (Excélsior)