miércoles, 25 de junio de 2014

junio 25, 2014
JALISCO, México, 25 de junio.- El padre del niño muerto en el Centro Médico Nacional Occidente del IMSS que desató el movimiento contra la criminalización de los doctores #YoSoy17, Sergio Valente Gallardo Ramos dijo que busca sentar un precedente legal para que no haya atrocidades como la que se cometió con su hijo.

Manifestación de #YoSoy17 en Mérida (foto: JMRM)

Valente Gallardo reconoció que, no obstante a lo desgastante que ha sido el proceso de más de 4 años y medio, dará continuidad al caso hasta que se dicte una sentencia a los dieciséis médicos involucrados en la muerte de su hijo y que, sin importar cual sea el sentido de la sentencia, se atendrá a ella.

El padre del menor Roberto Gallardo Rodríguez, fallecido en enero de 2010, señaló que con su demanda no pretende ganar dinero, sino marcar un precedente legal para que no se den 'atrocidades' medicas. 'Basta de este tipo de arbitrariedades', señaló.

El también abogado aseguró que no quiere "satanizar el asunto de la medicina", pues todas las personas se enferman y la labor de los doctores es muy respetable.

"No todos son malos en el IMSS", dijo a en entrevista a MVS, pero recalcó la "falta de compromiso" de algunos profesionales de la salud, a quienes les recordó que no trabajan con carros sino con humanos.

Sergio Valente aclaró que un médico "sí hizo bien su trabajo" al sugerir estudios para diagnosticar tuberculosis, enfermedad por la que murió su hijo Roberto, por lo que a éste no lo incluyó en su demanda a 16 miembros del personal del Centro Médico Nacional Occidente.

Por la muerte de su hijo, que contaba con 15 años en 2010, Gallardo Ramos interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) que, para su sorpresa, determinó hubo "malas praxis", pero no fincó responsabilidad a los profesionales que atendieron al menor.

De acuerdo con Gallardo, por este motivo es que demandó a los doctores. Asimismo, señaló que ganó juicio y los médicos se ampararon, luego declararon ante el juzgado, pero la juez del caso determinó su responsabilidad y decretó auto de formal prisión.

El afectado reconoció que los médicos pidieron amparo, pero de acuerdo con sus conocimientos como abogado, éste no va a pasar, por lo que espera que el asunto se resuelva en mes y medio.

Según al versión del padre, su hijo ingresó al hospital del IMSS en Guadalajara con una crisis asmática complicada, cuadro del que salió gracias a maniobras de resucitación favorables. Sin embargo, al ser pasado aterapia intensiva, por un procedimiento médico mal ejecutado se perforó un pulmón con un catéter y después se aplicó el mismo trabajo en el otro pulmón, con resultado idéntico, por lo que el niño entró en un posparo respiratorio.

Roberto murió el 9 de enero de 2010. después de 55 días internado. De acuerdo con Valente Gallardo, "diez días antes, tengo manera de demostrarlo, mi hijo ya estaba muerto, nomás me estaban dando atole con el dedo".

El padre dijo que fue por un mal diagnóstico que a su hijo se le cortó el intestino por un mal diagnóstico, lo que le provocó perder cuatro litros de sangre y un infarto cerebral.

Sin embargo, la causa que dio el IMSS por la muerte del menor le pareció sospechosa, por lo que exigió llevar a su hijo al Semefo, donde se le diagnosticó tuberculosis, enfermedad diferente a la que adjudicó a la defunción el Instituto de salud. (Red Política)