MÉRIDA, Yucatán, 5 de junio.- Sirva el presente para enviar nuestras condolencias a la familia del operador (William Alberto Ortiz Herrera) quien en días pasados perdiera la vida mientras conducía la unidad de transporte público, de la que era responsable y a quien consideramos una víctima indirecta de las incapacidades y carencias que privan en este vital servicio.
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| Foto: JMRM |
¿Bajo qué condiciones laboran quienes brindan un servicio tan importante para nuestra ciudad, ya que hoy por hoy, constituye uno de los principales medios por los cuales se trasladan miles de personas a sus centros de trabajo, escuelas y otros puntos de la vida cotidiana?
Pese a los maltratos, las irregularidades o los riesgos que pudieran representar abordar un autobús urbano, la población requiere usar día con día este deficiente servicio, y las exigencias por parte de sus superiores por cubrir un horario exacto o llegar a una cuota de ocupación, generalmente mantiene a los operadores en alto grado de ansiedad y desesperación.
Desconocer este tipo de situaciones, finalmente tiene como resultado que la ciudadanía y estos últimos terminen en constante enfrentamiento, una por exigir mejor calidad en el servicio, otros por conservar sus empleos.
Mientras tanto, autoridades y concesionarios no consideran que para soportar las extenuantes jornadas de trabajo, muchos operadores tienen que recurrir quizás a sustancias no recomendadas, y tampoco importa si durante su desempeño, tienen la oportunidad de llevar una correcta alimentación que les permita mantenerse en magnífico estado de salud para cumplir con la encomienda de todos los días.
Siendo las concesionarias empresas de alto nivel como pregonan, deberían contar con programas no sólo de capacitación para operadores, sino también monitoreo constante de salud, de alimentación, inclusive de capacidades psicológicas, a fin de garantizar que el servicio se presta además que de manera profesional, en las mejores condiciones de seguridad y protección para el público usuario.
En Movimiento Ciudadano existe el pleno compromiso de exigirles a quienes son responsables de vigilar que las condiciones y calidad del servicio del transporte público en la ciudad, y otros puntos de nuestro estado, sean las idóneas para el operador, puesto que además de su integridad física, están en juego la vida de cientos de personas que a diario trasladan en sus unidades. (Boletín de Movimiento Ciudadano Yucatán)
