sábado, 21 de junio de 2014

junio 21, 2014
FORTALEZA, 21 de junio.- El choque entre Alemania y Ghana podría ofrecer un nuevo duelo entre los hermanos Boateng, una circunstancia que ya se produjo en la fase de grupos del último Mundial en Sudáfrica, y en la que ganó el germano Jérôme.

La historia podría repetirse en Brasil 2014, pero eso dependerá del técnico ghanés James Kwesi Appiah, que aún no reveló a su once titular y la posible participación de Kevin-Prince Boateng, que hace cuatro años decidió jugar por el equipo africano pese a haber nacido en Alemania.


El seleccionador de Ghana Kwesi Appiah confirmó que Michael Essien (Milan) está recuperado, pero no desveló si pondrá en liza a Kevin-Prince Boateng, que se enfrentaría así con su hermano Jerome Boateng, quien representa a Alemania. (Getty Images)

Hasta ahora Kevin-Prince, el hermano mayor, nunca ha ganado a su hermano menor: ni en el Mundial de 2010, ni con el Schalke 04 ante el Bayern Múnich en la Bundesliga. "Ahora llegó el momento de ganarle a mi hermano", comentó Kevin-Prince de cara al partido de mañana en Fortaleza por la segunda fecha del Grupo G. "Lucharemos hasta sangrar", aseguró el ghanés, que en el partido inaugural ante Estados Unidos entro recién en el minuto 58.


Tras algún desacuerdo con Appiah, el jugador de 27 años intenta ahora contener su desánimo para no comprometer un regreso a la titularidad. Tampoco el técnico habló del jugador en los últimos días, pese a que Boateng se mostró desganado y se le vio algo enfadado en los entrenamientos.

El técnico decidió respaldarse en su portavoz, quien en el viaje entre el cuartel en Maceió hacia Fortaleza anunció que "podría haber cambios en el equipo". "Alemania es otro rival que Estados Unidos", dijo el seleccionador, agregando que el entrenador tiene una "estrategia" para el partido contra la selección de Joachim Löw.

Precisamente, el técnico alemán, no se fía del conjunto africano y pide intensidad a sus hombres para que no le suceda lo que Italia con Costa Rica. "Miren a Italia, perdiendo contra Costa Rica en su segundo partido y Holanda casi perdiendo contra Australia. Tenemos que mantener la intensidad", dijo. Además, Joachim Löw dejó en el aire la presencia de Mats Hümmels, que se lesionó en el primer partido frente a Portugal. "Ha tenido alguna actividad y ha corrido, pero no está al cien por cien, así que tendremos que ver cómo va la sesión de hoy", recalcó.

Y es que, si la baja de Hümmels se confirma, Appiah no puede darse el lujo de dejar nuevamente fuera a Boateng, tal vez el mejor conocedor del juego alemán. El riesgo de fracasar en la primera ronda es demasiado grande y sería probablemente atribuido a él.

Como entrenador africano, Appiah ya hace mucho que no disfruta de la mejor reputación en su propia casa, donde los técnicos europeos son cada vez más valorados. Por otro lado, Boateng es un hijo de la Bundesliga: él conoce personalmente a la mayoría de los jugadores de la selección alemana, sabe de sus partes más vulnerables e incluso puede aportar con ideas tácticas.

A Appiah se le haría muy difícil en Ghana si excluye a Kevin-Prince Boateng de su lista ante Alemania, aunque lo justificara como una acción puramente disciplinaria. El padre de los jugadores nacidos en Berlín está convencido de que sus dos hijos estarán sobre el césped de Fortaleza. "Para mí es el partido más fácil. Pase lo que pase, yo gano. Mi único deseo es que ninguno de los dos salga lesionado", señaló el padre, que confiesa que hace cuatro lloró de emoción cuando sus hijos se enfrentaron.

También George Boateng, el mayor de los hermanos, manifestó sus preferencias: irá con Ghana. Jérôme, de 25 años y que ganó en el último encuentro por la Liga alemana a su hermano por 4-0, se muestra muy tranquilo. "Para mí es importante seguir avanzando con Alemania. Quiero jugar bien y ayudar al equipo", enfatizó el defensor, una ficha segura de Löw en la defensa.

El hermano menor no tendrá problemas en "frenar" al mayor cuando sea necesario. Muchos de sus compañeros de equipo también recuerdan a Kevin-Prince, quien lesionó y dejó fuera de Sudáfrica al entonces capitán alemán Michael Ballack. (DPA)