lunes, 9 de junio de 2014

junio 09, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 9 de junio.- Bullying, desinterés por parte de la dirección, abandono de los alumnos durante la salida, falta de disposición para la realización de pláticas y actividades educativas y malos tratos por parte del personal académico son algunas de las situaciones que llevaron a la señora Christy Salazar Gómez y otros padres de familia a sacar a sus hijos de la primaria Rafael Cházaro Pérez, en la colonia Xcumpich.

Paso peatonal frente a la primaria Rafael Cházaro Pérez (foto: JMRM)

Salazar Gómez expuso en entrevista a Libertad de Expresión Yucatán que inscribió a su hija en el ciclo escolar 2012-2013, para cursar el segundo año de primaria, y la retiró a principios de este año al ver que la situación no cambiaba.

Escuela sucia

Desde su primer día de clases, la última semana de septiembre 2013, la pequeña notó que a la escuela le falta pintura, está sucia, tiene clavos salidos en las mesas y lavabos muy sucios.

Aun en días de lluvia, la directora Avilia Góngora Pérez obliga a los niños a entrar por el camino de tierra y piedras del parque, sin importarle que se mojen los pies. Esto, señaló la entrevistada, debido a que la directora y los maestros utilizan la calle donde está el paso peatonal para estacionar sus vehículos.

También el primer día, la directora se negó a dejar pasar a los niños argumentando que no iba a haber clases porque los padres de familia no tienen vehículo y nadie más llevaría a sus hijos. Esto causó la angustia de una madre de familia que iba a perder una entrevista de trabajo a causa de esta cancelación arbitraria, no ordenada por la Segey sino de manera personal por la directora.

A raíz de esta situación, doña Christy le reclamó a la maestra y ésta empezó a abrir la reja en días de lluvia.

También indicó que las juntas de padres de familia "eran un relajo", ya que se anunciaban el mero día pegando un pequeño letrero en la entrada.

"No todos los papás se enteraban y por lo tanto no todos podían ir", indicó.

En una de las juntas, doña Christy ofreció gestionar acciones en beneficio de la escuela, propuesta apoyada por los demás padres de familia.

En septiembre de 2013, durante el actual ciclo escolar, madre e hija fueron a hablar con Raúl Zapata Sosa, Asistente y Enlace de la Dirección de Educación Primaria, sobre la situación del plantel.

"Se muere de risa porque la que comenta y explica es mi hija. Hasta le hizo un croquis", recordó, indicando que la directora no se empezó a mover hasta que se enteró que fueron a la Segey.

Entre las mejoras necesarias para la escuela señalaron la instalación de rampas para un niño con capacidades diferentes.

Otra propuesta de la pequeña fue que el grupo aprendiera cómo hacer botanas locales visitando una fábrica. En La Lupita, donde fue con su madre para ver si estarían dispuestos a recibir a su grupo, quedaron impresionados por su nivel de conciencia.

Desafortunadamente, la escuela no quiso concretar la visita.

Adicionalmente, Christy y su mamá visitaron el Departamento de Ecología y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida para que llevaran a la escuela un show infantil y pláticas sobre el cuidado del medio ambiente.

Aunque los eventos se llevaron a cabo, éstos no fueron anunciados por la dirección.

"Nunca le dieron su lugar, jamás", lamentó la señora, asegurando que la directora se robaba el crédito por la realización de estos actos.

Niños a su suerte

"Esa escuela no había dado pláticas de nada", indicó la entrevistada.

Añadió que apenas acaban las clases el personal saca a los niños del plantel lo más rápido posible, dejándolos a su suerte en el parque.

"Deben permanecer adentro con una maestra de guardia... no hay vigilancia policíaca, no hay nada, absolutamente nada", señaló, lamentando que, si acaso, se queda alguna maestra chismeando.

En una visita al edificio central de la SSP, la entrevistada destacó la necesidad de que patrullas vigilen la salida debido a que la vialidad en la zona es conflictiva, tras lo cual el comandante Flores les explicó cómo hacer la solicitud formal.

La corporación ofreció dar su asistencia, con la obvia condición de que los niños cruzaran a la altura del paso peatonal, términos que no aceptó la directora, cerrando la entrada a la altura de éste con candado.

Los oficiales, al no poder hacer su trabajo, hicieron su reporte y se retiraron.

En una junta con la Supervisora de Zona, ésta se comprometió a hacer un área techada para los niños y trasladar el paso peatonal a la calle que utilizan para la entrada, pero la entrevistada señaló el absurdo de quitar un paso peatonal para hacer otro a unos metros.

Bullying que permanece impune

"Mamá, desde el año pasado me hacen cosas", confió la niña a su progenitora.

Las niñas de quinto y sexto se burlaban de ella si llevaba gorras y guantes en días de frío e incluso la habían agredido físicamente, por lo cual ya no quería ir y se sentaba en el recreo con la maestra de segundo año en vez de socializar con los demás niños.

En una ocasión le jalaron la gorra para abajo, arañándole la nariz y dejándole una marca, y la empujaban.

Tras la visita de la pequeña y su madre a la SSP, un comandante habló con la directora del plantel para hacer las pláticas sobre bullying que, cabe mencionar, la niña había sugerido como algo que beneficiaría a todos sus compañeros y no solamente por su situación.

Doña Christy indicó directora no quiso que realizaran la de bullying y con trabajo agendó una sobre valores, a pesar de que el agente le recomendó empezar con la primera.

A finales del año pasado, la señora fue a buscar a su hija a la escuela y notó que no quería hablar y olía a naranja agria.

La niña se soltó a llorar y le dijo que le exprimió una naranja a un niño, que había sido abusivo, en su rodilla, y que él se la embarró en toda la cara y cabello mientras la ahorcaba, dejándole marcas en el cuello.

Tras informar a la directora sobre esta situación "su gran acción es que sólo habló con él", lamentó la entrevistada, quien destacó que a pesar de que el muchacho tiene 15 años, aún sigue en primaria.

En otra ocasión, la niña fue reprendida porque un niño se intentó meter bajo sus piernas y se golpeó la cabeza con un pupitre.

La entrevistada también mencionó el caso de una niña que hace dos cursos se abrió la cabeza y a un niño al que le clavaron un lápiz.

"México no está preparado para este tipo de niños"

Doña Christy indicó que su hija, que ahora tiene 8 años, siempre ha mostrado una capacidad extraordinaria en todos los ámbitos, tanto académicos como deportivos, destacando en torneos de taekwondo y ajedrez.

Debido a su inteligencia, siempre terminaba rápido la tarea y se aburría, por lo cual pedía más actividades.

La entrevistada indicó que le pidió a la directora del plantel que se realizaran pruebas para determinar qué es lo que presenta, pero éstas jamás se concretaron ya que la Lic. en Educación Especial Mirtha, del plantel, dijo que no eran necesarias.

La menor fue canalizada a la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER), donde se limitaron a decirle que "no tenía nada" y "era normal".

"México no está preparado para este tipo de niños, la escuela tampoco", lamentó.

Sin embargo, doña Christy elogió a Antonia Brito, maestra de segundo año, por saber cómo manejar la situación.

La pequeña concluyó el segundo año con calificaciones sobresalientes.

Maestra presuntamente abusiva

Sin embargo, sus notas y las de sus compañeros empezaron a sufrir en tercero, presuntamente a causa de la maestra Alejandra, quien atribuyó el hecho a que la profesora del grado anterior "regalaba calificaciones".

A la entrevistada le llamó mucho la atención que durante la entrega de calificaciones para el período septiembre-octubre de 2013 la maestra dijera que trataba de tocar lo menos posible a los niños "porque de pronto dicen que los están agrediendo".

"La maestra Ale agredió a mis amigos", dijo Christy a su mamá en enero de este año, mencionando que presuntamente les ha tirado cosas a varios de ellos por no prestar atención en clases,

Trascendió que en una ocasión lanzó un objeto contra un niño, éste se tapó la cara y la profesora se rio de él.

En lo personal, la maestra se negaba a explicarle a la pequeña por qué tachaba sus trabajos y se negaba a recibir sus tareas, limitándose a decirle que estaban mal.

En otro incidente, la profesora regañó públicamente a la niña debido a que su mamá se quejó, de manera confidencial, con la Licenciada en Educación Especial por el hecho de que se la pasaba en su celular en horas de clases.

Los presuntos abusos contra la menor y otros niños llegaron a oídos de la directora, quien escuchó el testimonio de los involucrados.

"Lo voy a ver", dijo Góngora Pérez, y ahí murió el asunto.

Segey da carpetazo al asunto

Finalmente, Christy Salazar retiró a su hija de la Rafael Cházaro Pérez y acudió ante la Codhey y la Segey para denunciar todas las irregularidades que nos narró, destacando que no fue la única madre de familia en tomar la determinación de cambiar de escuela.

Sin embargo, la Secretaría de Educación "no halló los elementos suficientes para darle procedencia a esa queja".

En enero de este año cuando ya había transferido a su hija, doña Christy recibió una llamada de Delio Peniche Novelo, Director de Educación Primaria, reuniéndose con él el mismo día e indicándole que considera necesaria una disculpa pública por todo lo sucedido.

Respecto a la presunta indiferencia de la directora y su personal para atender el problema de bullying y su indisposición para concretar visitas educativas y pláticas, lamentó que ya no haya vocación de servicio y la gente nada más "vaya a cobrar un sueldo".

En lo que respecta a la pequeña, indicó que "es muy difícil, pero ella lo supera rápido", y que le ha enseñado a no guardar rencores y ver el lado bueno de toda situación. (JMRM)