viernes, 23 de mayo de 2014

mayo 23, 2014
BLAHODATNE, Ucrania, 23 de mayo.- En la redada más letal hasta la fecha sobre tropas ucranianas, insurgentes prorrusos atacaron el jueves un retén militar y mataron a 16 soldados, al tiempo que el primer ministro interino acusó a Moscú de intentar afectar las próximas elecciones de un nuevo presidente que saque de su crisis al dividido país.

Un jefe rebelde dijo que uno de sus combatientes también murió en la redada en el este de Ucrania, que dejó un macabro escenario de vehículos militares carbonizados y cadáveres chamuscados cerca del poblado de Volnovaja, unos 30 kilómetros (20 millas) al sur de la ciudad de Donetsk.


Los testigos, incluido un trabajador médico, indicaron que más de 30 soldados ucranianos resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad. Se libraban combates en por lo menos otras dos poblaciones.


El alzamiento armado y la ofensiva gubernamental para aplacarlo han opacado las elecciones del domingo, e incluso Kiev ha reconocido que será imposible realizarlas en algunas áreas. En las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, donde los separatistas han declarado la independencia y prometido que harán fracasar los comicios, trabajadores electorales reportaron amenazas e interferencia por parte de los pro rusos armados.

El primer ministro interino Arseni Yatseniuk acusó a Rusia de profundizar el conflicto y de tratar de afectar las elecciones. En un mensaje en Facebook exhortó a celebrar una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU e indicó que Ucrania presentaría pruebas de la participación de Moscú.

En el ataque al retén, los residentes indicaron que los insurgentes llegaron en un camión bancario blindado, que los soldados ucranianos dejaron pasar sin sospechar nada. Entonces los rebeldes abrieron fuego con armas automáticas y granadas autopropulsadas, indicó el presidente interino Alexander Turchinov.

El gobierno regional de Donetsk y un funcionario del Ministerio de Salud dijeron que 16 soldados murieron. Periodistas de The Associated Press vieron a 11 soldados muertos en el campo cerca del poblado de Blahodatne, en las afueras de Volnovaja.

El Ministerio de Defensa de Ucrania indicó que los atacantes alcanzaron una sección de municiones en uno de los vehículos militares, que estalló en una bola de fuego. Tres vehículos blindados de infantería ennegrecidos, ya sin torretas, y varios camiones quemados permanecían en el lugar. Cadáveres aparentemente quemados por la explosión y el incendio yacían esparcidos cerca de allí.

Un alto comandante rebelde se adjudicó la responsabilidad por el ataque. En el patio del cuartel policial ocupado del poblado de Horlivka mostró armas ucranianas incautadas y los pasaportes de quienes dijo eran dos soldados muertos. También proporcionó coordenadas acerca de la ubicación del ataque poco después de que ocurrió. No hubo forma de confirmar sus afirmaciones en forma independiente.

"Destruimos un retén del ejército fascista ucraniano emplazado en la tierra de la República de Donetsk", dijo el comandante, que llevaba la cara cubierta por un pasamontaña y se identificó por su seudónimo "Bes", que significa demonio en ruso. Indicó que uno de sus hombres también murió.

Sin embargo, Pavel Gubarev, representante de la República Popular de Donetsk, separatista, negó que sus hombres hubieran efectuado el ataque. Gubarev, que no parece tener mucha influencia sobre el grupo separatista, se presentó en la televisión rusa y acusó a los nacionalistas ucranianos del grupo Sector de Derecha de dispararle a soldados ucranianos porque éstos se habían negado a agredir a civiles.

Muchos en el este rechazan al gobierno de Kiev, ya que lo ven como encabezado por nacionalistas inclinados a reprimir a la minoría que habla ruso. El gobierno interino asumió el poder en febrero después de que protestas callejeras de meses obligaron al presidente pro ruso Viktor Yanukovych a dejar el poder.

Pero muchos en el este también están cada vez más exasperados con los rebeldes, a quienes culpan por colocar a la población civil entre fuegos cruzados.

En el poblado de Semenovka en las afueras de Slovyansk, varias casas resultaron gravemente dañadas por proyectiles. Zinaida Patskan perdió su techo por una explosión que también destrozó un muro. Dijo que se ocultó bajo la mesa de la cocina junto con su gato.

"¿Por qué nos están atacando?", dijo la mujer de 80 años, al tiempo que prorrumpía en llanto. "¡Somos gente pacífica!".

Mientras se libraba la lucha, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus fuerzas estaban saliendo de las regiones cercanas a Ucrania como parte de un retiro militar ordenado por el presidente Vladimir Putin.

En Kiev, Yatsenyuk describió el anuncio del Kremlin como una farsa.

"Incluso si las tropas se están retirando, las autoridades rusas siguen apoyando a los terroristas armados que fueron entrenados en Rusia", señaló. (AP)