WASHINGTON D.C., 30 de mayo.- El presidente Barack Obama aceptó este viernes la renuncia del cuestionado director de la Administración de Veteranos de guerra, Eric Shinseki, quien debió pagar el precio de un escándalo sobre la atención médica a militares estadunidenses.
El presidente Obama camina con Eric K. Shinseki en un jardín de la Casa Blanca, hoy 30 de mayo. (Foto Oficial de la Casa Blanca / Pete Souza) |
El director del organismo que se
ocupa de los ex combatientes estaba desde hacía varias semanas en una
situación cada vez más endeble por las revelaciones sobre graves
anomalías en los hospitales que atienden a los veteranos, en particular
en Phoenix (Arizona, suroeste), donde responsables están acusados de
haber puesto en funcionamiento un sistema para ocultar la amplitud de
las listas de espera.
Los retrasos en la atención le habrían costado la vida a 40 pacientes.
Al
anunciar la renuncia en conferencia de prensa, Obama elogió
calurosamente a Shinseki, él mismo inválido de guerra, pero admitió que
mantenerlo en el cargo habría sido una fuente de polémica en esta
crisis.
Obama dijo que un informe preliminar de Shinseki había concluido que las tardanzas y otras fallas en el sistema de salud de los ex combatientes no estaban acotados a las instalaciones de Arizona, sino que eran sistémicos y abarcaban a todo el país.
"Cuando comenzó la crisis hace meses, dije que pensaba que el problema era limitado y aislado" en los servicios de Phoenix. "Ya no lo pienso. Es (un problema) sistémico. Confié demasiado en algunos" colaboradores, afirmó este viernes Shinseki.
"No puedo explicar la falta de honestidad de ciertos dirigentes de nuestros establecimientos de salud. En 38 años en servicio, ésta es una cosa que raramente encontré", agregó, anunciando que empezó un procedimiento de destitución de los directivos del hospital de Phoenix. (AFP)