viernes, 30 de mayo de 2014

mayo 30, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 29 de mayo.- Conocido como “el sobreviviente incansable” por la prensa, el señor Bedrich Steiner, quien viviera el horror del holocausto durante su infancia, visitó la ciudad de Mérida para participar en el foro universitario “Educando para no olvidar: el holocausto, paradigma del genocidio”, organizado por la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y llevado a cabo por primera vez en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

El sobreviviente platicó sobre su experiencia en la “shoá”, término que significa “aniquilación, destrucción” y con el que los judíos se refieren al holocausto, al cual el sobreviviente define como algo “personal” puesto que no todos compartieron las mismas experiencias ni corrieron con la misma suerte.


Steiner vivió parte de su pubertad en un campo de concentración de Auschwitz y comentó que él vivió una de las marchas forzadas al momento de la “liberación” del campo, y revivió cómo los soldados americanos bañaron y desinfectaron con DDT a los prisioneros: “Teníamos piojos, pulgas, éramos sucios, no nos habíamos bañado en semanas”. También recordó cómo los militares brindaron menesteres básicos a los ex prisioneros, y cómo esto también resultó nocivo para algunos, quienes desacostumbrados al alimento, perecieron por excederse al comer.

Después de la liberación, tratar de volver a la vida cotidiana no fue tan fácil, como remite el sobreviviente. Steiner regresó a su tierra de origen, Praga, en ese entonces capital de la extinta Checoslovaquia, donde regresó a los estudios y comenzó a trabajar, de este modo recuperó el ritmo de su vida: “La vida es la vida y tiene que vivirse”. Se unió a la Embajada Mundial de Activistas por la Paz muchos años después, impartiendo charlas y conferencias alrededor del mundo para platicar sobre su historia, experiencia que le ha resultado grata.

El señor Steiner incluso citó la labor del Centro Mundial para Investigaciones del Holocausto (World Center for Holocaust Research, en inglés), llamado “Yad Vashem”, el cual entre otras labores, se encargó de dar nombre a los miles de judíos desaparecidos en la guerra, una tarea difícil debido a que la muerte de familias enteras impide recuperar diversos datos.

La Embajada Mundial de Activistas por la Paz, con actividades como los foros “Educando para no olvidar: el holocausto, paradigma del genocidio”, difunde la palabra de supervivientes que, como Bedrich Steiner, pueden encauzar a la humanidad a evitar que genocidios como el de 1940 se repitan.

Uno de sus colaboradores, el historiador Jaime Murow, señala que aún hay obstáculos a los que se la sociedad se enfrenta y en caso de perdurar, pueden ocasionar que se subestimen fenómenos como los genocidios, orillando a la humanidad a caer en el error y el horror otra vez.

El nacionalismo extremo puede generar prejuicio, discriminación, intolerancia y fascismo, como en los casos históricos de Alemania, Rumania, Ucrania, Francia, Argelia, Túnez, Egipto, Chile, Rusia entre otros. Sin embargo, dichos sucesos pueden evitarse si la sociedad se activa, en especial en plena era de la tecnología y la comunicación, según comenta el historiador Murow: “Hoy tenemos whatsapp, facebook, instagram. Todas las tecnologías existen como para demostrarse y que los perpetradores no queden impunes, ni que sucedan tiranías […]

Hay que aprovecharlo y la gente joven tiene que demostrarse, tiene que luchar por causas […] No podemos ser observadores pasivos en un mundo violento. Los observadores pasivos dejaron que murieran 55 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial, 2 millones en Cambodia, 500 mil en Ruanda, decenas de miles en Guatemala, más de 10 mil en Bosnia. Y seguimos, 120 mil en Siria… ¿Cuánto es suficiente para dejar que siga muriendo gente?”

Por su parte, la coordinadora de la “Embajada Mundial de Activistas por la Paz”, Rebeca Aldana, aplaude los esfuerzos de la Universidad Autónoma de Yucatán por fomentar la cultura para la paz y agradeció a la UADY por abrir un espacio para realizar los foros “Educando para no olvidar”, lo cual demuestra apertura por parte de la Casa de Estudios hacia una educación y una cultura para la paz y la tolerancia. Aldana destacó que Yucatán ha participado activamente en las actividades que la organización ha realizado, como en la donación de sangre voluntaria, en la cual se posicionó en primer lugar como el Estado con mayor número de donadores.

La Embajada tiene diversos proyectos a futuro, a los cuales invita al público en general a integrarse. Uno de ellos son los cursos “Educando para la paz”, que próximamente se impartirán en la ciudad.