jueves, 1 de mayo de 2014

mayo 01, 2014
Pedro Echeverría V.

1. El diario digital Libertad de Expresión Yucatán, el martes pasado 22 de abril, nos recordó que se cumplió cuatro años de la bárbara represión que sufrió La Casa de Todos –café cultural de Mérida, Yucatán- y, al mismo tiempo, centro de reuniones de gentes de izquierda que acude a escuchar música folklórica y de protesta. Es pequeño el local y sólo caben en él unas 30 personas escuchando canciones, música, conversando alrededor de unos cafés, unos refrescos y tortas. Ese café tiene más de 15 años funcionando, pero en su existencia ha sufrido más de dos represiones y varias amenazas de los gobiernos de Patricio Patrón del PAN (2001-07) y de Ivón Ortega del PRI (2007-13)

2. Para reprimir a La Casa de Todos y a su propietario Lorenzo Peraza (luchador social de izquierda con enormes convicciones) se inventó que los clientes tienen droga y lo más grave, risible y condenable es que se acusa de que en el café se vende. Desde que se abrió el café, al que asistimos todos los amigos a escuchar música, conferencias o a coordinar alguna solidaridad, el gobierno no ha dejado de amenazarnos. ¿Cómo no catear el café si luego allí encomendamos nuestras mantas y cartelones de protesta, nuestro equipo de sonido, nuestras sillas? Lorenzo, el exestudiante de medicina, el bondadoso que ha puesto el café al servicio de todos, el ex trabajador del INEGI que con su liquidación puso el café, se le acusa de todo.

3. Obvio, en la ciudad de Mérida –hoy con casi un millón de habitantes- hay miles de cafeterías, restaurantes, casas de juego, casinos, centros de prostitución, manejados por grandes empresarios y políticos donde la droga corre a la vista de todos y donde los ingresos de dinero son gigantescos; pero todos esos dueños pasan parte de sus millones a funcionarios del gobierno y la policía. Se han publicado algunas investigaciones sobre la putrefacción  en esos centros de vicio donde además acuden los hijos de la burguesía. A La Casa de Todos van 30 jóvenes esencialmente proletarios cuyo poder económico no alcanza para comprar ni la droga más barata. Pero los gobiernos del PAN y del PRI quieren joder a la izquierda y a la gente progresista.

4. Cuando encarcelaron a Lorenzo hace 4 años (la última semana de abril de 2010) yo estaba fuera del país visitando cuatro naciones de América del Sur porque se decía que se fundaría la V Internacional en Venezuela. Sin embargo, como ahora descubro en la nota publicada, estuvieron defendiendo a Lorenzo y a su café los luchadores sociales que más quiero en Mérida por su constancia y combatividad a toda prueba en las batallas: Mauricio Macosay, Róger Aguilar, Gina Marrufo, Ricardo Andrade, Pedro Quijano, Francisco Mérida, Alberto Bermejo, Rodrigo Mendoza y dos o tres mujeres y hombres más (Lorena Aguilar, Patricia Solís, Cristóbal León) que acuden siempre solidarios a estos actos. Ni Lorenzo ni ninguno de los nombrados ha visto alguna vez la mariguana o mota y mucho menos la ha fumado.

5. El último año de gobierno de la señora Ortega ordenó destruir mi cartel anarco-zapatista semanal que mantuve 18 años frente a Palacio y Catedral de Mérida y que fue respetado por gobiernos anteriores. Hicimos dos mítines de protesta en los que participó Lorenzo y los demás compañeros exigiendo al gobierno respeto a los medios independientes de información. Lorenzo Peraza, como ha sucedido otras veces, salió de la cárcel con su nombre limpio, pero con perjuicio en su trabajo. El ex gobierno de Ortega tiene pendiente muchas acusaciones que aclarar; pero como secretaria general del PRI nacional, cuenta con todos los medios para ocultar muchas denuncias y acusaciones.

6. El gobernador actual es el joven Rolando Zapata que, como la gobernadora anterior, pertenece a la familia priísta del viejo carcamán ya fallecido Víctor Cervera Pacheco. Lo que ha sucedido en Yucatán –como en todo el país- es que los gobernantes han estado siempre al servicio de la clase empresarial manteniendo una política de control y represión contra los movimientos sociales. Yucatán es quizá el estado con menos participación política de oposición porque durante más de un siglo ha sido víctima de lo que se conoce como “Casta Divina”, o sea, de la ideologización de los empresarios- hacendados y el clero que desde el siglo XIX conformaron su integración como tal. Y esa política de control desde la cúspide ha sido muy efectiva. (25/IX/14)