sábado, 31 de mayo de 2014

mayo 31, 2014
ABU DABI, 31 de mayo.- Los países del Golfo Pérsico están sufriendo estos días una vuelta de tuerca por parte de sus autoridades para imponer a todas las mujeres, incluidas las occidentales, las normas de vestir que obliga la «sharía» (ley islámica). Y si hace sólo unas jornadas fueron los responsables del Gobierno de Catar quienes lanzaron una campaña para instar a turistas y residentes extranjeros a respetar el código de vestimenta del país y llevar «ropa decente», ahora ha sido un comité del Parlamento de Kuwait el que ha aprobado una propuesta para prohibir la «desnudez» de las mujeres en lugares públicos como playas, piscinas o pasillos de hotel. El bikini ha caído definitivamente en desgracia.

Para la sociedad kuwaití, llevar poca ropa es considerado un acto de provocación

Hamdan Al Azemi, jefe de la Comisión para la Conducta Antisocial de Kuwait e impulsor de la iniciativa, ha sido el encargado de dejar claro que «los trajes de baño de las mujeres son ajenos a la cultura» del país y que «no pueden ser aceptados o tolerados». Es más, ha manifestado al diario local Al Rai que «son algo que choca tanto con los preceptos del Islam como con las normas y tradiciones de la comunidad de Kuwait».


La medida, que aún tiene que recibir el visto bueno del Gobierno, ha coincidido en el tiempo con un momento de gran popularidad de un colectivo, denominado Decencia Beach (decencia en la playa), que insiste en que «todos los residentes deben respetar el carácter de la sociedad kuwaití y evitar lo que equivale a actos de provocación». En este sentido sus defensores aseguran que «llevar un bikini no es una elección particular o una cuestión de libertad personal sino un asalto a los valores locales y al sentido de la decencia y la modestia».

Denuncia del ex marido

La campaña anti desnudez se ha visto además espoleada por una sentencia judicial que ha acarreado que una madre pierda en Kuwait la custodia de sus hijos después de que su ex marido mostrara ante el tribunal que la juzgaba una foto en la que aparecía en bikini junto con un hombre «sin lazos de sangre» en una playa de otro país. La imagen sirvió para argumentar que «no estaba en condiciones de cuidar a sus hijos» y que su estilo de vida, según el abogado del padre, «no es apto».

De ser aprobada definitivamente la propuesta de Hamdan Al Azemi, los infractores serían condenados a un año de cárcel y a elevadas multas, aunque de momento todo se encuentra a la espera. De hecho, en 2011 una comisión parlamentaria paró una iniciativa similar para impedir el uso del bikini por considerarla inconstitucional.

La mujeres musulmanas emplean con frecuencia para bañarse en lugares públicos el‘burkini’, acrónimo de burka y bikini, que es un traje de baño especialmente diseñado para cumplir los preceptos del Islam que sólo deja al descubierto parte de la cara. No obstante, la mayoría optan por adentrarse en las aguas, ya sean marinas o de un parque acuático, ataviadas con la abaya y el hijab, la túnica negra y el velo que les cubre el cuerpo de la cabeza a los pies. (ABC)