viernes, 11 de abril de 2014

abril 11, 2014
Gilberto Avilez Tax

ESTROFA DEL LICENCIADO ROBERTO CASELLAS RIVAS, CUANDO SE DIO LA INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL MÉRIDA-PETO, EN SEPTIEMBRE DE 1900.

Nota: esta visión del ferrocarril como un elemento de pacificación, sólo lo he podido ver en todos los discursos que se armó en los fastos de la inauguración de esa vía que, desde luego, fue un elemento indispensable para la guerra que se avendría meses después en el oriente de la península. El poema por sí solo se explica.

"Por fin de redención llegó ya el día, 
la santa reconquista es el objeto
que ahora nos llama hasta la heroica Peto.
¡Marchemos con valor hasta la frontera!
guerrero y labrador con ansia espera,
trabaja y sufre por su vida inquieto.
Entonces por la falda de la sierra
correrá la veloz locomotora...
y al fin la cruzará: llegó la hora
de poner fin a la salvaje guerra;
el indio inútilmente, en el exceso
de crueldad, ignorancia y retroceso, 
en su guarida nos espera bravo,
rechazará los hierros del esclavo,
más nunca las caricias del Progreso! "

Retrato de Casellas Rivas publicado en Novedades de Yucatán el 28 de agosto de 1966