miércoles, 23 de abril de 2014

abril 23, 2014
La Tierra es golpeada por asteroides de forma sorprendente, según nuevos datos dados a conocer por la Organización del Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares, que opera un red de sensores que monitoriza la Tierra durante las 24 horas con el objetivo de escuchar la firma en infrasonido de las detonaciones nucleares. Resulta que, según esta entidad, entre 2000 y 2013, la red ha detectado 26 explosiones que varían en energía de 1 a 600 kilotones, ninguna causada por una explosión atómica, sino por algo llegado de mucho más lejos: impactos de asteroires.

Impacto de un meteorito en la gran ciudad (clic a la ilustración de la Fundación B612). Un trozo de 20 metros de diámetro podría destruir ciudades.

Para poner esto en perspectiva, la bomba atómica que destruyó Hiroshima en 1945 explotó con un impacto de energía de 15 kilotones. Mientras que la mayoría de estos asteroides se hizo añicos demasiado alto en la atmósfera como para causar graves daños en el suelo, «la evidencia es importante para estimar la frecuencia de un asteroide capaz de destruir una ciudad», han explicado este martes en el Museo del Vuelo de Seattle, con motivo del Día de la Tierra, miembros de la Fundación B612, un equipo de científicos y exastronautas de la NASA que estudia cómo proteger nuestro planeta de los impactos del espacio.


La Tierra está chocando continuamente con fragmentos de asteroides, el más grande de los últimos tiempos provocó el llamado «evento Tunguska» en Siberia, en 1908, con un impacto de energía de 5 a 15 megatones. Más recientemente, en 2013, el mundo entero fue testigo del impacto de 600 kilotones en la ciudad de Chelyabinsk, Rusia, e impactos de asteroides de más de 20 kilotones se produjeron en el sur de Sulawesi, Indonesia, en 2009, en el Océano Antártico en 2004, y en el Mar Mediterráneo en el año 2002. Ninguno de estos asteroides se detectó ni fue seguido de antemano por ningún observatorio terrestre o espacial.

Capacidad destructora

La ciudad alemana de Nördlingen está situada en un cráter de meteorito. (Google Earth)

«Si bien se han detectado la mayoría de los grandes asteroides que tienen el potencial de destruir un país o un continente entero, menos de 10.000 de los más de un millón de asteroides peligrosos que tienen el potencial de destruir toda una gran área metropolitana han sido encontrados por los observatorios espaciales o terrestres», ha afirmado Ed Lu, exastronauta de los transbordadores estadounidenses y la Soyuz rusa y confundador y CEO de la Fundación B612. «Debido a que no sabemos dónde ni cuándo ocurrirá el próximo gran impacto, lo único que ha impedido una catástrofe de un asteroide de un tamaño capaz de aniquilar una ciudad ha sido un golpe de suerte».

El meteorito de Chelyabinsk. (AP/ Nasha gazeta)
La Fundación B612 pretende cambiar eso mediante la construcción del la Misión Telescopio Espacial Sentinel, un telescopio espacial infrarrojo de alerta temprana para el seguimiento de los asteroides que proporcionaría, según sus promotores, tiempo (muchos años ) para desviar un asteroide peligroso cuando todavía está a millones de kilómetros de distancia.

Agujero de seis metros en el hielo causado por un fragmento del bólido celeste que impactó en 2013 en el lago congelado de Chebarkul, en Rusia.(DPA/ ITAR-TASS)

Esta misión pretende ser la primera con financiación privada que cree el primer mapa dinámico integral de nuestro sistema solar interior, con la identificación de las trayectorias actuales y futuras de los asteroides que se cruzan con la Tierra. Una vez lanzado en 2018, Sentinel será capaz de detectar y realizar un seguimiento a más de 200,000 asteroides en tan solo el primer año de operación. (ABC / Spiegel)