martes, 8 de abril de 2014

abril 08, 2014
WASHINGTON D.C. / KIEV, 8 de abril.- El secretario de Estado de EU, John Kerry, habló ayer con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para transmitirle su “gran preocupación” por los últimos movimientos de grupos prorrusos en Ucrania, que parecen “orquestados” por Moscú para seguir arrebatando territorios a Ucrania.

Kerry dejó claro a Lavrov que Estados Unidos “vigila de cerca” las protestas en las regiones de Lugansk, Donetsk (patria chica del derrocado presidente prorruso Víktor Yanukóvich), y Járkov (la segunda ciudad más poblada de Ucrania), donde en las últimas 24 horas hordas prorrusas han tomado edificios administrativos con llamamientos secesionistas y a favor de integrarse a la Federación Rusa.

Separatistas en Donetsk. (DPA)

Desafío en Donetsk. En Donetsk, epicentro de la revuelta secesionista, manifestantes atrincherados en la sede del Gobierno regional proclamaron ayer la independencia de esa zona rusohablante de Ucrania y convocaron un referéndum de adhesión a Rusia no más tarde del próximo 11 de mayo.


Al mismo tiempo, el autoproclamado órgano de poder regional solicitó ayuda a Moscú “para resistir ante la junta de Kiev”.

“El secretario Kerry señaló que estos eventos no parecen espontáneos, sino una campaña orquestada cuidadosamente con el apoyo de Rusia”, informó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, quien denunció que las autoridades ucranianas han detenido a miembros de la inteligencia rusa en el país.

“Saboteadores”. El jefe de la diplomacia estadounidense pidió a Moscú que “desautorice públicamente las actividades separatistas, saboteadores y provocadores”, que tiene, dijo, muchas similitudes con los que separaron en marzo a Crimea de Ucrania, y pidió al Kremlin que tome medidas que permitan reducir la escalada de tensión.

“Habrá consecuencias”. Por su parte, el vocero del presidente Barack Obama, Jay Carney, pidió de nuevo al presidente ruso, Vladímir Putin, a que “cese todos sus esfuerzos por desestabilizar Ucrania” y le advirtió sobre nuevas “consecuencias” si continúa con su intervención militar.

“Si Rusia se mueve hacia el este de Ucrania, ya sea abiertamente o de forma encubierta, esto sería una escalada muy grave, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien también denunció la mano negra del Kremlin en los sucesos de este fin de semana.

“Vimos cómo grupos de manifestantes prorrusos tomaban edificios del gobierno en las ciudades orientales y hay pruebas que sugieren que algunos de estos manifestantes fueron pagados y no eran residentes locales”, aseguró Carney. (Crónica)