sábado, 26 de abril de 2014

abril 26, 2014
MADRID, España, 26 de abril.- Siete trabajos callejeros de Banksy, extraidos de los lugares donde fueron creados por el artista urbano, se muestran en una exposición londinense titulada «The Stealing Banksy» («El Banksy robado»).


Hasta aquí, una buena noticia para la legión de seguidores de Banksy. El problema viene porque esta muestra es el paso previo a una subasta en la que todas estas obras serán vendidas. Y Banksy no está de acuerdo. En un comunicado hecho público en su página web, el artista callejero se desvincula por completo de esta iniciativa.


«''The Stealing Banksy''» se ha organizado sin la colaboración o consentimiento del artista. Banksy quiere dejarlo claro. Este ''show'' no tiene nada que ver conmigo y me parece repugnante que se permita que cualquiera pueda quitar arte de las paredes sin permiso», afirma textualmente el artista urbano.


Las obras que se muestran en «The Stealing Banksy» son, entre otras, «Berlin door» («La puerta de Berlín»), «No ball games» («Prohibido jugar a la pelota»), «Liverpool Rat» («Rata de Liperpool») y «Girl with balloon» («Chica con globo»).


Todas van a ser subastadas por The Sincura Group, que ha afirmado que ha quitado las obras de las paredes y ha organizado la subasta con el permiso de los propietarios de los edificios. «Aunque el público las adora, suelen convertirse en una carga para los dueños», han declarado en un comunicado.


No es la primera vez que se «extraen» obras de Banksy de su ubicación original y se subastan después (la última «Kissing coopers» -«Policías besándose»- en Miami, que se vendió por más de cuatrocientos mil euros). Sin embargo, sí es la primera vez que el propio artista urbano pone de manifiesto su desacuerdo. (ABC)