jueves, 13 de marzo de 2014

marzo 13, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 13 de marzo.- Ayer por la tarde, la FILEY fue sede de la presentación del libro Nuestra Historia con minúsculas.

Víctor Hugo Medina, Guadalupe Cámara, Felipe Escalante y Ramiro Leonel Arcila (fotos: JMRM)

El evento, realizado en el salón Gabriela Mistral (Chichén Itzá) del Centro de Convenciones Siglo XXI, contó con la asistencia de una decena de personas, muy probablemente debido a que estaba muy pegado en tiempo a la entrega de la Medalla José Emilio Pacheco a Elena Poniatowska.

La obra, compilada por Genny Mercedes Negroe Sierra y Pedro Miranda Ojeda, fue editada por el Gobierno del Estado de Yucatán y discutida por los académicos Víctor Hugo Medina Suárez, Guadalupe Cámara Gutiérrez, Felipe Escalante Tió y Ramiro Leonel Arcila Flores, quienes aportaron el fruto de sus investigaciones a la obra.

Arcila Flores explicó que su colaboración es un extracto de su tesis de licenciatura, que estudia el caso de una mujer joven que se hace amante de un caballero, tiene hijos con él y posteriormente se casa sólo por la iglesia, para mantener las apariencias.

A pesar de que la señora nunca estuvo legalmente casada, pudo defender la patria potestad (que en aquel entonces correspondía al hombre).

Escalante Tió reprodujo las caricaturas políticas de Gabriel Vicente Gahona "Picheta", publicadas en un periódico de oposición al gobierno, El  Bulle Bulle, durante el siglo XIX.

Medina Suárez destacó la importancia de ejercitar nuestra memoria histórica como nación.

Él fue autor del capítulo "gobernando entre ruinas españolas", que estudia las deficiencias estructurales de las instituciones del Estado mexicano tras la consumación de la Independencia.

Explicó que antes del Porfiriato, México seguía siendo la "España vieja", y que en su trabajo estudió los senderos, casas reales, cárceles y cementerios en el Cuartel de Motul, pudiendo constatar su abandono en esas fechas.


Destacó que las cárceles no tenían ningún tipo de seguridad, y que los cementerios todavía estaban dentro de las ciudades.

Cámara estudió la producción de caña, el aguardiente y su consumo.

Explicó que, a finales del siglo XIX, su consumo era de más de 1 millón de litros anuales, y que la creciente oferta y demanda trajo consigo un aumento en los delitos cometidos por ebriedad lo cual, explicó, "ya era un problema social".

Indicó que durante los gobiernos de Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto se intentó parar el consumo.

Los ponentes indicaron que sus investigaciones se concentran entre los siglos XVII y principios del XX.

"A manera de broma yo suelo decir que la historia de Yucatán terminó el 3 de enero de 1924", dijo Escalante Tió, en referencia al asesinato de Felipe Carrillo Puerto.

Los expositores destacaron la importancia de aprender de la historia para no repetir los errores del pasado, siendo el principal ejemplo de esta enseñanza los problemas sociales que acompañaron al consumo del aguardiente.

Aunque se esperaba la asistencia de la Dr. Negroe Sierra, el staff de la feria indicó que no pudo asistir por una situación familiar. (JMRM)