martes, 25 de marzo de 2014

marzo 25, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 25 de marzo.- Las tijeras e imaginación, pero sobre todo las plantas, son la materia prima, los elementos con los que don Manuel Chan Baas, trabajador del Departamento de Parques y Jardines de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, ha creado obras a lo largo de 18 años, figuras que embellecen los  espacios públicos de la ciudad de Mérida.

Un cisne que se erige en el parque de las Américas, árboles en formas de hongos y figuras geométricas en la Plaza Principal y un pato de casi dos metros de altura en el Patio de Los Compositores del Palacio Municipal, son algunas de sus creaciones que adornan la ciudad.


Las piezas llaman la atención de propios y visitantes, quienes asombrados admiran las obras que se forman en el follaje de las plantas.

Don Manuel de tez morena, de estatura y complexión mediana y ya con marcas en su rostro que empiezan a reflejar el paso del tiempo, muestra en sus callosas manos el trabajo rudo que ha realizado a lo largo de estos 18 años en el Ayuntamiento de Mérida, mientras relata que fue su padre quien influyó en su relación con la naturaleza y que empezó a trabajar y transformar, sin saberlo, en un arte.


Plantas de diferentes tamaños han servido para que este “artista”, que en lugar de pinceles utiliza tijeras, plasme su creatividad y cree figuras que se convierten en un atractivo más de la ciudad. Su trabajo no sólo consiste en la habitual poda ornamental, también decora y estiliza las zonas verdes.


 —Es un talento que se dedica a la poda de árboles y hay que darle la oportunidad para que dé a conocer su trabajo —comentaron sus compañeros.


Como si se tratara de la película "El joven manos de tijeras", con movimientos rápidos y precisos de tijera, don Manuel corta centímetro a centímetro las arterias, brazos y ramas de un ficus, que poco a poco empiezan a tener una forma geométrica. A simple vista parece un trabajo sencillo, pero para llevarlo al cabo se necesita paciencia y la experiencia, que sólo el paso de los años puede aportar, para el adecuado manejo de las tijeras que permitan realizar los cortes exactos.

Sin embargo don Manuel narró que, como es normal, en sus inicios en trabajos de poda ornamental tuvo errores. Una de sus anécdotas, cuenta, fue que en una ocasión le encargaron esculpir la figura de un ave pero en un descuido le cortó la cabeza y esa figura terminó por ser redonda.


—Las grandes figuras, como las que se encuentran en el “Parque de Las Américas”, no se hacen de un día para otro, es un proceso largo. Tienes que ir “llevando” a la planta poco a poco. Esta ha tardado entre 8 y 10 años —cuenta el jardinero, posando la mano sobre el ficus.

Desde joven fue su pasión y es un trabajo que hasta el día de hoy disfruta realizar. Aunque ninguna de las personas que transitan por las calles y admiran su trabajo, lo conoce, para él, es satisfactorio salir con su familia y enseñarles el trabajo que realiza todos los días.

—Cada vez que termino una de las figuras y paso por el lugar, me llena de satisfacción ver que una parte de mí, de mi pasión, es admirada y que proyecta una nueva imagen de la ciudad a los visitantes nacionales e internacionales —comentó emocionado.

Queda claro que la poda ornamental puede impulsar el turismo de una ciudad. Un jardín con personalidad propia se convierte muchas veces en icono urbano.

Don Manuel forma parte de un selecto grupo de jardineros municipales que permite sumar a los árboles, además de los beneficios que traen como proporcionar sombra, frescura y oxígeno, el ser obras de arte, ya que sus manos han convertido a troncos y ramas en figuras de palomas, casas, sillones, pavorreales… El punto que concentra el mayor número de figuras son los alrededores de la ex penitenciaría, ubicada frente al parque De la Paz.