martes, 18 de marzo de 2014

marzo 18, 2014
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de marzo.- La anexión de la península de Crimea representa para Rusia un mayor control en el suministro de gas y más presencia en el Medio Oriente, aseguran analistas.

“Crimea es un puerto que no sólo le da la salida al Mar Negro a Rusia, sino un control político y económico de la región y le permite tener presencia en Medio Oriente”, dijo el internacionalista del Tecnológico de Monterrey, Adolfo Laborde Carranco.

 Este martes, la Federación Rusa oficializó la integración de la península de Crimea a su territorio luego de que el domingo pasado se celebrara un referéndum mediante el cual sus habitantes decidieron separarse de Ucrania, pese a la oposición del Gobierno interino de Ucrania y las advertencias de varios países de Occidente.


"En nuestros corazones, sabemos que Crimea siempre ha sido parte inalienable de Rusia", dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, en una ceremonia para firmar la anexión.


La región es clave para Rusia: ya que por ella cruza una parte de los gasoductos clave de la petrolera estatal Gazprom, que conectan a países como Austria, Alemania, Francia, Italia, Hungría, Polonia, Rumania, Grecia, Turquía y Macedonia, entre otros.

 Además, Crimea es importante por el puerto de Sebastopol, que alberga la principal base de la flota rusa en el Mar Negro. Así, Rusia tiene el acceso marítimo más cercano a las costas de países miembros de la OTAN como Turquía, Rumanía y Bulgaria.

Para el especialista de Tecnológico de Monterrey detrás del conflicto entre Rusia, Ucrania y los países occidentales están también los equilibrios de poder que hay en la región.

“Ucrania tiene una participación del 17% en el comercio de maíz y de algunos otros cereales, pero fuera de eso el país no tiene gran importancia económica, salvo la relación estratégica de ser un escudo ante los avances occidentales, en este caso los europeos”, explicó.

 El experto calificó las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra dirigentes rusos y ucranianos como medidas débiles.

“Las medidas de contención no están a la altura del conflicto, simplemente son posiciones para ver la reacción de Rusia y seguramente veremos la respuesta en los siguientes días. Son medidas para presionar”, agregó.

Las sanciones pueden incomodar a algunos políticos rusos, pero no harán daño a los oligarcas del país, a las grandes compañías como Gazprom y a las exportaciones. Funcionarios estadounidenses se dijeron listos para aumentar la presión sobre Putin, mientras que el presidente estadounidense Barack Obama invitó a los líderes del G7 para discutir su respuesta.  (CNNExpansión)