lunes, 10 de marzo de 2014

marzo 10, 2014
Bajo Reserva | Periodistas EL UNIVERSAL | 10 de marzo

A PEDAZOS se cayó la épica narrada por el gobierno del ex presidente Felipe Calderón sobre la muerte del líder de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno, alias El Chayo. La historia contada por el entonces vocero del gobierno en materia de seguridad, y posteriormente secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, aseguraba que el capo había sido abatido después de una dura refriega en la que participó la Policía Federal bajo el mando —en aquel tiempo— del secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna. 

La baja fue confirmada con vehemencia por el entonces procurador general de la República Arturo Chávez Chávez y los voceros de la PF aderezaron la fantasiosa narración con datos como el que los secuaces de El Chayo se habían llevado el cadáver. Y así, sin cuerpo ni prueba que no fuera la tan socorrida “información de inteligencia”, el gobierno federal dio por muerto al traficante, quien el pasado domingo resucitó para enfrentar a soldados y marinos que esta vez sí lo dieron de baja. “Es como para llamarlos a cuentas a todos”, dijo anoche un funcionario federal al comentar sobre el abatimiento del líder templario. ¿Habrá alguna consecuencia por la mentira?


LAS FUERZAS que coordina el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, se encuentran muy cerca de quien hoy, tras la captura de Nazario Moreno, es una de las dos cabezas que queda de la banda criminal de Los Caballeros Templarios: Servando Gómez Martínez La Tuta. Además de La Tuta el grupo delincuencial es dirigido por Enrique Plancarte Solís El Kike. Sin embargo, nos aseguran que tanto la inteligencia como las investigaciones en campo hacen considerar que el próximo templario que pudiera ser detenido es Gómez Martínez. Funcionarios federales señalan que prefieren capturar con vida a La Tuta, pues no sólo podría proporcionar información valiosa sobre el cártel y funcionarios o políticos implicados, sino que se enviaría un fuerte mensaje al ponerlo tras las rejas.

EN EL LÍMITE de la navaja de la acusación por actos adelantados de campaña, nos comentan, está la dupla Ernesto Cordero-Juan Manuel Oliva, quienes buscar dirigir el PAN. El senador con licencia y el ex gobernador de Guanajuato, nos dicen, andan muy echados para adelante pese a que no ha empezado la contienda interna por la dirigencia nacional. Ambos andan muy moviditos por algunas regiones del país con el pretexto de “juntar firmas”. El fin de semana pasado se reunieron con panistas de Jalisco y de Aguascalientes. Y de Gustavo Madero ni sus luces. Sus cercanos afirman que se quiere guardar para el día de su registro. A ver si no le comen el mandado.

LÍDERES del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y PVEM iniciarán esta semana una presión contra el PRD en el DF. Nos comentan que denunciarán públicamente que funcionarios amarillos han propiciado corrupción en las delegaciones de la capital. Nos dicen que entregarán hoy una carta al senador Jorge Luis Preciado, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Los partidos solicitarán ser recibidos para exponer la situación y decir cómo la Reforma Política del DF podría servir para establecer contrapesos que permitan combatir en la ciudad la corrupción que, aseguran, es amarilla.

LA FACULTAD que tiene el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, de presentar una denuncia penal en contra de los servidores públicos que, se presuma, cometieron un delito ha dado pocos frutos y refleja que la impunidad se extiende en todos los niveles de la esfera pública. Nos comentan que de las 354 denuncias que ha presentado el ómbudsman nacional, desde el 2010 hasta la fecha, sólo en 41 casos ha habido consignaciones. La muralla de la impunidad continúa resguardando a los servidores públicos.