lunes, 3 de marzo de 2014

marzo 03, 2014
WASHINGTON D.C., 3 de marzo.- Estados Unidos y Europa intensifican su maquinaria para plantar cara al desafío planteado por Rusia en la península de Crimea y por extensión a toda Ucrania. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha sido el más contundente, llegando a decir que «todas las opciones están sobre la mesa». Mientras Obama se mueve con cautela, su responsable de política exterior es el encargado de subir el tono.

El secretario de Estado de EE.UU, John Kerry. (DPA)

La primera medida efectiva que anunció Estados Unidos, y a la que se ha unido la Unión Europea, es la suspensión de los trabajos preparatorios para la cumbre del G-8, que debía celebrarse en la ciudad rusa de Sochi.

Pero después de eso, Kerry ha enumerado alguna adicional: «Podría ser incluso, en última instancia, la congelación de activos o la prohibición de visados. Podría haber ciertamente la interrupción de cualquiera de la rutina de comercio normal. Podría haber trabas a la inversión en el país», y recordó a Putin que «el rublo ya está bajando y dejando sentir el impacto de esta crisis».
Manifestación contra la intervención rusa, ayer domingo en la plaza de la independencia de Kiev. (EFE)

La Administración Obama tiene presiones dentro de su país para actuar de manera más contundente. En declaraciones a Fox News, el republicano Mike Rogers dijo que «Putin estaba jugando al ajedrez y nosotros sólo a las canicas»

Kerry confirmó que los líderes occidentales estarían preparados para aislar a al país gobernado por Vladimir Putin: «Rusia tiene grandes necesidades y podría perder mucho en materia de inversión y comercio». El secretario de Estado estadounidense se puso en contacto con otros representantes de Exteriores occidentales y dijo haber encontrado «una visión unificada en todos ellos»

«El resto de países del G-8, y otros muchos, no van a colaborar con Rusia en nada de lo que caracteriza una relación normal», lo que afectaría evidentemente al intercambio comercial. (ABC)