sábado, 1 de marzo de 2014

marzo 01, 2014
El Alcalde de Mérida botó decenas de millones de pesos en un evento que no deja ningún beneficio a la ciudadanía que lo eligió e incumplió su palabra

MÉRIDA, Yucatán, 1 de marzo.- El Alcalde de Mérida botó millones de pesos en un evento fugaz y que carece de alegría y diversión, sólo para cumplirse un capricho que no deja beneficio alguno a los meridanos, señaló el diputado Francisco Torres Rivas.

El legislador del PRI señaló que, además, el edil no cumplió con lo ofrecido en calidad, organización, seguridad y servicios para los asistentes, que fueron sus argumentos al insistir que era una urgente necesidad el cambio de sede del Carnaval de Mérida.

Torres Rivas recordó que, en su momento, Renán Barrera Concha criticó que se “tiraran” millones de pesos a un “hueco” para mejorar la vialidad en la ciudad, pues anticipó que esa obra no iba a funcionar e insistió en bautizarlo como “paso deprimido”.

Ambulantes vendieron cerveza, pero no tuvieron muchos compradores. (clic a las imágenes)

“Hoy vemos cómo él mismo desvía decenas de millones de pesos en una fiesta que no es del gusto de todos los meridanos, con un fin comercial; que carece de servicios y no deja un beneficio a la ciudad, ni siquiera turístico”.

Francisco Torres opinó que la gente le dio la espalda al Alcalde y el Carnaval de Mérida se ha convertido en un festejo deprimido y desanimado, sólo por cumplirse un capricho personal, señaló.

El diputado del PRI dijo que es un deber, como representante de los ciudadanos de Mérida, vigilar dónde se emplean los recursos del municipio y resulta triste constatar que el beneficio es nulo para sus habitantes, cuando hay grandes carencias en la ciudad.

Renán Barrera siempre habló de transparencia. Ahora nos gustaría saber a todos los meridanos dónde está gastando 28 millones de pesos, dijo Torres Rivas, al señalar lo siguiente, según se observó en un recorrido:

-Se ofreció que instalarían “baños” en todo el derrotero, pero la realidad es que en el trayecto no se apreció un solo sanitario.

-Se anunció que el desfile duraría dos horas, pero duró menos de una.

-Se dijo que estaba prohibida la venta de alcohol en el derrotero, sino sólo dentro de las instalaciones. La realidad es que hubo venta de cerveza en todos los puntos.

-Se garantizó “filtros” en los accesos para evitar a personas alcoholizadas. La realidad es que el personal no estaba capacitado y sólo fungieron como acomodadores.

-Se ofreció servicio de transporte gratuito y suficiente. En realidad fue escaso y con largas filas en espera de las unidades, que llegaban a los paraderos en forma intermitente.

Además, apuntó, es incómodo el acceso al área para observar el desfile, se camina demasiado entre la tierra para llegar a las sillas y gradas.

Otra molestia fue porque se carece de venta de boletos en los accesos, de modo que la gente tuvo que regresar lo caminado para comprarlos y, de nueva cuenta, caminar de vuelta al acceso. Y después caminar hasta encontrar los asientos.

Fue mala la organización para acomodar a la gente, muchos caminaron de un lado a otro de la feria, en momentos en que ya había iniciado el desfile.

Francisco Torres anticipó que seguirá pendiente de dónde se aplica el dinero, pues es un capricho que les está costando muy caro a los meridanos, que siguen teniendo una ciudad y comisarías con grandes carencias.

Las sillas y gradas vacías dominaron el panorama.

Ni las zonas gratuitas se llenaron.

La zona VIP.

En esta área hubo más policías que público.

El Diputado Francisco Torres Díaz se pregunta dónde se invirtieron los 28 millones que anunció Renán Barrera para Plaza Carnaval.

Panorama desolador para las comparsas.


Además del vacío, hubo desorganización a tal grado que personal del Ayuntamiento preguntó a un reportero cómo llegar al espectáculo de Yuri, posterior al desfile de Corso.

Cero sanitarios e insuficientes botes de basura.

Accesos agrestes al desfile.

Cervecerías.

Cervecerías.

Colocaron distintivos a última hora.

Comparsas desilusionadas y desanimadas.

Confusion y venta de cerveza.

Fue innegable la escasa gente en comparación con carnavales anteriores.

Mucho camino para llegar al derrotero.

Hay quien vio un och en el camino.

Instituto Municipal de la Salud, cerrado.

Unidad médica municipal que debería funcionar pero estaba cerrada.

 Sólo checan que tengan pulsera sin vigilar seguridad.

Transporte insuficiente de ida.

Transporte insuficiente de regreso.

Venta de cerveza sí hubo.