jueves, 13 de marzo de 2014

marzo 13, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 13 de marzo.- Esta tarde, la FILEY fue sede del foro Migraciones Históricas del Sureste Mexicano.

Dr. Carlos Martínez Assad, Dra. Claudia Dávila Valdés, Dr. Miguel Lisbona Guillén y Dr. Luis Alfonso Ramírez Carrillo (fotos: JMRM)

Al evento, realizado en el Salón Gabriela Mistral (Chichén Itzá) del Centro de Convenciones Siglo XXI, asistieron decenas de personas, entre ellas algunos descendientes de los migrantes coreanos de principios del Siglo XX.

Migración china (Chiapas)

Lisbona inició la mesa panel hablando sobre la migración china en México, especialmente en las costas de Chiapas.

El ponente es autor del libro Allí donde lleguen las olas del mar... pasado y presente de los chinos en Chiapas, que espera sea publicado en un futuro próximo.

Portada del futuro libro de Lisbona Guillén

Indicó que la presencia de los descendientes de los migrantes chinos, en su gran mayoría hombres, es notoria en lugares como Tapachula.

"No fue un gran número de inmigrantes pero sí tuvo una influencia muy marcada", aseguró.

Explicó que, a diferencia de otras migraciones, los chinos llegaron en distintas oleadas y realizaron diversos trabajos.

Posteriormente, se incorporaron al comercio de abarrotes y algunos establecieron relaciones con tiendas chinas en los Estados Unidos.

Liga Mexicana Anti-china en Chiapas.

Destacó el caso de la familia Chong, que poseía tierras cafetales y comercializaba el café.

Adicionalmente, mostró una galería de restaurantes chinos en la región, presentes hasta la fecha.

Indicó que los inmigrantes de dicha nación se organizaron y conservaron el nexo político con su patria natal por medio del Particio Nacional Chino presente, según señaló, en casi todos los países donde existen migrantes chinos.

"Tenían una vida política muy activa", destacó, dando como ejemplo el hecho de que recibieron a Lázaro Cárdenas cuando fue candidato para la Presidencia de la República.

Otra forma de organización fueron las logias masónicas, "algo poco conocido pero era también frecuente".

Propaganda anti-china.

Los descendientes de los inmigrantes crearon el Club de Mestizos en Tapachula "con muy poco éxito", señaló. Sin embargo, indicó que existen agrupaciones que celebran, en pequeña escala, el año nuevo chino.

Explicó que en algunas regiones del país los chinos no fueron bien recibidos, y que la xenofobia se manifestó con el surgimiento de las "ligas anti-chinas".

Dicho sentimiento dio pie a tragedias como la Matanza de Torreón en 1911, aunque no se vio tan marcada en Chiapas.

Explicó que dicha discriminación estuvo relacionada con ideas seudocientíficas que percibían como "negativas" las características de los chinos, negros y judíos, entre otras minorías.

Mostró ilustraciones de la propaganda anti-china de principios del Siglo XX, que hablaba sobre supuestas enfermedades y vicios asociados con dichos migrantes.

Coreanos en Yucatán (Motul)

La Dra. Dávila habló acerca de la migración coreana a Yucatán, enfocándose en Motul.

"En 1905 llegó a Yucatán una oleada de coreanos", indicó.

Señaló que los inmigrantes llegaron para tabajar durante 4 años, distribuidos en 32 haciendas henequeneras, y que las malas condiciones de vida se difundieron en la prensa nacional e internacional en su momento.

Dávila explicó que mientras las niñas coreanas fueron sometidas a matrimonios arreglados, los varones tuvieron mayor libertad.

Tras finalizar el contrato de los coreanos, éstos se dispersaron todavía más, y la colonia coreana no fue alentada con la llegada de nuevos migrantes, explicó.

Adicionalmente, su situación económica fue complicada, y que pocos coreanos pudieron capitalizarse.

En Motul, indicó que aún es notoria la presencia de la familia Kim y Ek quienes, según testimonios, poseen numerosas casas en el municipio.

La académica también estudió la descendencia del inmigrante Pedro Pablo Ham Kim, quien tuvo 12 hijos con la señora Emilia Aké.

Hizo énfasis en la trayectoria completamente individualizada de los descendientes de los primeros coreanos: "No lograron establecer vínculos eficaces de solidaridad", determinó tras su detallado estudio.

Los libaneses en México

Luis Alfonso Ramírez Carrillo aportó numerosos datos concretos -fechas y estadísticas- sobre la migración libanesa a México y Yucatán.

El ponente, quien ya ha publicado libros sobre el empresariado libanés y las causas de su llegada a México, explicó que llegaron primordialmente por los puertos de Tampico, Veracruz y Progreso.

Señaló que entre 1880 y 1930, 613 familias se establecieron en Yucatán. Indicó que eran católicos de culto maronita, algunos ortodoxos, y que únicamente una familia musulmana se estableció en Sotuta.

Entre la primera y segunda generación, explicó, ya había 2,863 personas con apellidos árabes.

También destacó la importancia política y económica de la comunidad libanesa en la historia de Quintana Roo, hasta la fecha, señalando que de los 7 gobernadores que ha tenido dicho estado, 4 tienen ascendencia.

Hizo énfasis en la participación de los libaneses en los asuntos de México desde los tiempos de la Revolución: "La presencia política de la migración libanesa fue muy clara", aseveró.

Finalmente, el Dr. Martínez Assad señaló que la mayor concentración de libaneses en Yucatán se dio hacia la década de los 40's.

También comentó sobre la pronta participación de los inmigrantes en la política yucateca, y resaltó las similitudes ideológicas con los mexicanos de nacimiento.

Monumento El Emigrante en el Club Libanés, esculpido por Ramiz Barquet.

"Son tan mochos como los guadalupanos", bromeó el ponente.

Dio como ejemplo la veneración a San Chárbel Makhlouf, quien en México "ha tenido una aceptación impresionante".

A pesar de la aceptación general en este país a los libaneses, comentó que "no dejó de haber actos xenófobos".

Mencionó las leyes en México que buscaban frenar la migración, vigentes hasta ya avanzado el Siglo XX.

Sobre la identidad del libanés en el exilio, comentó sobre "cómo unas indentidades asesinan a las otras" y éstas cambian con el tiempo.

"Yo soy segunda generación pero ya muy mexicano", declaró el ponente, quien tiene un abuelo materno libanés.

Dio como ejemplo de la transformación de identidades las comunicaciones periódicas de la comunidad. "La Criba" fue, en sus orígenes, completamente árabe, pero poco a poco incorporó el español, que se volvió el idioma único de la publicación.

Indicó que varios de los libaneses que llegaron a México no hablaban árabe, sino arameo, y que muchas personas con las que él platicó en su juventud le decían que el árabe lo aprendieron aquí, para comunicarse con los demás miembros de la comunidad.

Adicionalmente, lamentó que no se crearan colegios, y que dichas iniciativas "se quedaron en discusiones".

Tras el evento en la FILEY, Martínez Assad presentó sus libros En el verano, la tierra y Los cuatro puntos orientales, el regreso de los árabes a la historia en el Club Libanés de Mérida. (JMRM)