lunes, 24 de marzo de 2014

marzo 24, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 24 de marzo.- “El pronóstico de una temporada de intensa sequía y las altas temperaturas en los últimos días advierten el incremento, hasta en un 25 por ciento, de problemas gastrointestinales, especialmente en niños menores de cinco años y personas de la tercera edad”, afirmó Fibi Coop Gamas, académica de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Foto: Lykaestria / Wikipedia

La experta en microbiología de los alimentos enfatizó que “desgraciadamente los malos cuidados en la elaboración de los alimentos ocasionan problemas que a su vez repercuten en ausentismo laboral y escolar; este es un tema que debe abordarse porque en los casos de los niños menores de cinco años y de las personas de la tercera edad, si no son tratados a tiempo, corren serios riesgos de complicaciones, como la deshidratación y con ésta, un coma e incluso la muerte”.

La académica de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina aseguró que “los síntomas de problemas gastrointestinales son de fácil detección: aumenta la necesidad de consumo de agua, vómitos, temperaturas altas y diarreas. Si una persona va al baño tres veces en menos de tres horas quiere decir que puede tener una enfermedad transmitida por medio de alimentos mal preparados o descompuestos”.

Coop Gamas recomendó, de manera especial, el cuidado en la hidratación y alimentación de los niños menores de cinco años y de las personas de la tercera edad. “Es importante tomar cartas en el asunto debido a que las altas temperaturas propician que los alimentos se descompongan con mayor facilidad”.

Explicó que en “en el caso de los niños en etapa preescolar es importante darles frutas y verduras, limpias y frescas, es decir, que no hayan estado a la intemperie y en cuanto a los recién nacidos es mucho más importante que consuman la leche materna porque la de fórmula, una vez preparada, tiene un tiempo determinado de uso”.

Sobre los desayunos que llevan los estudiantes a sus escuelas recomendó alimentos que no requieren de un proceso de conservación. “No somos amigos de lo procesado, pero en este tipo de situación (excesos de la temperatura ambiental) hay que recurrir a ellos”, apuntó.

Acerca del consumo de alimentos en la vía pública (tacos, tortas, etc.) destacó la importancia de evitar lugares con dudosa higiene, “tenemos que estar seguros que las personas que elaboren alimentos cuenten con las medidas básicas de higiene” y citó como alternativa el consumo de alimentos que protegen la flora intestinal.

“La cultura del taco y la torta, es cierto, impide los buenos hábitos alimenticios, tenemos que luchar contra esto y es cierto también que cuesta trabajo alejarse de ellos, pero por el bienestar de nuestras familias vale la pena no comer en la calle y si lo hacemos, tomar las medidas de higiene adecuadas. En los hogares también debemos considerar, una vez concluidas las actividades culinarias, esperar a que los alimentos disminuyan su temperatura para refrigerarlos, muchas personas los mantienen sobre la estufa y esto no es recomendable”.

Afirmó que ante este panorama los académicos y estudiantes de la Licenciatura en Nutrición trabajan con los estudiantes de escuelas primarias a quienes apoyan y orientan respecto a la alimentación, en ocasiones involucramos a las madres de familia.

“Sería ideal el sistemático apoyo de los medios de comunicación y de las autoridades estatales y municipales buscando incrementar y fortalecer estas acciones”.

Reveló que autoridades y académicos de la Facultad de Medicina diseñan un proyecto para capacitar a personal que elabora alimentos en cocinas económicas, restaurantes y hoteles, con la finalidad de subrayar las medidas de higiene y los métodos adecuados para preparación y conservación de las comidas, evitando focos de infección o intoxicación para la población. (Boletín UADY)