jueves, 20 de febrero de 2014

febrero 20, 2014
Opinión de JMRM

He conocido casos de personas que desperdician años, hasta décadas de sus vidas yendo una o varias veces por semana a consultar con un psicólogo o psiquiatra, que inclusive llegan a la tercera edad y a la muerte pagándole a una persona porque finja interés en sus problemas.

Los terapeutas que carezcan de ética no guiarán ni orientarán al paciente a una solución efectiva y real a su problemas, si es que la hay, porque al hacerlo se acaba el negocio, se cierra la minita de oro. En cambio, al explotar los traumas, malos recuerdos, limitaciones personales y rencores de dicho individuo, tiene un pequeño ingreso seguro, que se va acumulando y creciendo y creciendo, y en pocos años todos esos traumas de todos esos pacientes, que él o ella ha ido alimentando y explotando deshonesta y dolosamente, le permiten construir una gran mansión en el norte de la ciudad y comprarse una camioneta del año... cada año. Mientras para el paciente uno de los "alivios" de la semana es ir a su consultorio y desahogarse, el terapeuta pasa el verano y el invierno viajando por Europa, Canadá, Asia, Australia, etc.

Me arrepiento de haber borrado una conversación que tuve hace varios meses, por medio de las redes sociales, con una joven psicóloga que dice ser especialista en autismo infantil, de apellido Preciat, quien sostuvo que un adulto que sospeche tener dicho padecimiento "no necesita un diagnóstico" y es "mejor" (¿Para quién?) iniciar directamente "terapias ocupacionales".

Usted, lector ¿Dejaría a un dentista meter sus herramientas en su boca sin que le diga exactamente qué va a hacer? ¿Dejaría que lo sometan a anestesia general y lo operen sin que le informen en qué parte de su cuerpo van a trabajar y cuáles son los riesgos para usted? ¿Dejaría tan siquiera a un mecánico reparar su auto sin decirle qué va a hacer?

¿Por qué, entonces, hay psicólogos y psiquiatras que sostienen que no es necesario, antes que nada, llegar a un diagnóstico, a pesar de que el consentimiento informado es un derecho fundamental de todo paciente (sí, también en México)? Es preocupante leer de una persona joven, que debería ser reflejo de una mentalidad más respetuosa del individuo y su dignidad, una mentalidad tan arcaica y autoritaria que llama a no saber, no cuestionar y sólo someterse y obedecer. Que no sólo no reconoce los derechos más fundamentales de la persona, sino que los niega.

¿Por qué negar la importancia del derecho al consentimiento informado? Muy simple: Porque al diagnosticar a la persona, al determinar qué trastorno mental o neurológico sufre, si es que alguno, ésta ya está consciente de ello y puede manejarlo, y adiós al pago semanal por hacer como que escuchan a dicho paciente durante horas de 50 minutos. Adiós a los bonos de las farmacéuticas que representaría dicha persona por cada receta, en el caso de los psiquiatras.

También es digno de mencionar que mucha gente se engaña a sí misma y espera soluciones mágicas y automáticas con la terapia: ¿Perdiste tu empleo y no encuentras otro? ¿Falleció un familiar o amigo tuyo? ¿Te dejó tu pareja, hiriéndote en el proceso? Sí, eso es triste, y será muy triste por mucho tiempo. Es malo, y punto. Pero de alguna forma podrás vivir con ello. Y siempre te dolerá, aunque sea un poco, aún años después cuando pienses en ello. Quien ofrezca una "cura" a ese dolor a cambio de X cantidad de dinero no es más que un charlatán buscando explotar el sufrimiento ajeno.

El sufrimiento es inevitable, pero sacar ganancia del dolor emocional de la gente prolongándolo es una forma de abuso imperdonable.