sábado, 8 de febrero de 2014

febrero 08, 2014
ESTAMBUL, Turquía, 8 de febrero.- Fuerzas especiales turcas arrestaron el viernes a un ucraniano que realizó una amenaza de bomba y trató de secuestrar un avión, exigiendo ir a los Juegos de Invierno en Sochi, informó a Reuters un funcionario del Ministerio de Transporte.

Turquía había enviado un avión militar F-16 para escoltar al Boeing 737-800 de Pegasus Airlines, que llevaba 110 pasajeros a bordo y viajaba procedente de la ciudad ucraniana de Kharkov hasta Estambul, mientras aterrizaba en el aeropuerto.

El aeropuerto 'Sabiha Goekcen' Estambul, donde se hizo aterrizar el avión que transportaba a los secuestradores de Ucrania

"Las fuerzas de seguridad detuvieron al secuestrador. No hubo víctimas", dijo el funcionario, que añadió que todos los pasajeros habían sido evacuados del avión.

El gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu, dijo a periodistas tras el operativo que el sospechoso era un ucraniano de 45 años, quien llevaba un bolso pequeño con artículos electrónicos pero sin ninguna bomba.

Imágenes de televisión mostraron a los pasajeros sentados en calma en el avión mientras se desarrollaba el operativo de seguridad.

El avión aterrizó en Estambul a las 18:05 hora local (1605 GMT). Varios medios de prensa locales reportaron durante la tarde que el sospechoso había sido capturado, pero el operativo recién comenzó cerca de las 22:00 hora local (2000 GMT).

Los reportes señalaron que las autoridades sospechaban que el sospechoso había bebido alcohol, pero el gobernador no confirmó esa información.

Varios funcionarios de seguridad de Estados Unidos y Europa informaron en los últimos días de reportes de inteligencia sobre posibles ataques relacionados con los Juegos de Sochi.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha apostado su reputación en la organización de unos juegos seguros y exitosos en Sochi, ubicada a orillas del Mar Negro.

Con la cita deportiva, Putin pretende mostrar los grandes avances que se han producido en Rusia desde el colapso de la Unión Soviética en 1991.

Un ataque con bombas, un secuestro o una crisis de rehenes amenazaría seriamente las ambiciones de Putin.

Alrededor de 37,000 agentes de seguridad destinados al evento están en alerta máxima tras las amenazas de grupos de militantes islámicos de la región del Cáucaso Norte, cercana a la cita deportiva que se desarrollará hasta el 23 febrero y que tuvo un costo estimado de 50,000 millones de dólares. (Reuters)