domingo, 23 de febrero de 2014

febrero 23, 2014
CARACAS, Venezuela, 23 de febrero.- La oposición venezolana protagonizó el sábado una multitudinaria manifestación por las calles de Caracas para exigir la libertad de los detenidos en las marchas de los últimos días al gobierno de Nicolás Maduro, que encabezó otra manifestación masiva llamando a hacer política en paz.

Tras 10 días de manifestaciones que comenzaron en medio de la conmoción por los tres muertos registrados en actos de violencia después de una marcha el día 12, el número de personas fallecidas en incidentes relacionados con las protestas llegó a 10.

Los dos últimos fueron un joven que murió degollado por un cable colocado en una avenida de Caracas, según confirmaron las autoridades, y una joven que había recibido un disparo de perdigones en la cara el pasado miércoles, indicaron la oposición y medios locales.


Dirigentes de la oposición venezolana y representantes estudiantiles exigieron al gobierno la libertad de los detenidos y el castigo a los culpables de represión en las marchas.


El líder opositor Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda, llamó a no protestar en horario nocturno y a no bloquear las calles, al tiempo de exigir rectificaciones al Gobierno y la libertad del dirigente político Leopoldo López.

“Queremos la libertad de todos los estudiantes detenidos, queremos la amnistía de todos los estudiantes que han sido sometidos a un proceso judicial”, dijo Capriles.


Decenas de miles de opositores marcharon por una de las principales avenidas del este de Caracas portando banderas venezolanas, sonando cornetas y pitos y entre pancartas en las que se leía “Libertad, no más represión “ y “Maduro desarma tus asesinos”.

En el listado figura también la exigencia de libertad para López, recluido en una prisión militar desde el martes acusado de varios delitos, entre ellos, asociación para delinquir e instigación y señalado por el Gobierno como causante de la violencia al término de la marcha del pasado día 12.

Las exigencias también incluyen “una medida humanitaria y la libertad” del comisario Iván Simonovis, condenado por muertes durante el fallido intento de golpe de Estado en Venezuela en el 2002 contra Hugo Chávez, y el fin de la “persecución” a quienes están en el “exilio”.

También demandaron el desarme inmediato de los paramilitares y que se conforme una comisión con diputados del partido de Gobierno y de la oposición para que “conjuntamente con Fiscalía y los tribunales de la República haya justicia para todos los caídos y todos los que han sido brutalmente reprimidos”.

“Exigimos que cese de inmediato la represión brutal que hay con el pueblo”, reclamó Capriles.

El líder opositor denunció por otra parte que tiene constancia de 18 casos de torturas en expedientes judiciales de personas detenidas durante las protestas de los últimos días.

“Los venezolanos necesitamos unirnos, necesitamos que se estructure un movimiento que sea capaz de convocar a los que respaldan el gobierno, esa tiene que ser la fuerza para construir la Venezuela que queremos todos”, dijo.

Capriles ha cuestionado en varias ocasiones la estrategia de López de salir a las calles sin más apoyo que el de la clase media. El sábado hizo notar esa discrepancia al afirmar al final de la marcha opositora que “podemos tener diferencias, pero hay algo más grande que nos une, que es más grande que cualquier cosa y se llama Venezuela, carajo”, parado en un escenario junto a Lilian Tintori, la esposa de López.

La parlamentaria María Corina Machado hizo eco de este llamado a la unidad.

“Vamos a avanzar en esta lucha para tener una Venezuela digna, unida y soberana”, dijo. Machado también denunció al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, de ordenar la represión. “A partir de este momento le decimos al régimen que seguiremos en las calles”, dijo.

Por su lado, el presidente venezolano afirmó que Venezuela “es chavista… cueste lo que cueste la vamos a defender, apátridas y fascistas”, dijo Maduro ante el palacio de gobierno al culminar la marcha convocada por el gobierno. Advirtió que con la ayuda de efectivos militares seguirá enfrentando a los “extremistas de derecha”.

“La contrarrevolución ha decidido derrocar por la vía violenta esta revolución constitucional, pacífica y democrática, y lo que han hecho es levantar la energía del pueblo, sus convicciones, sus fuerzas de paz que es lo que somos nosotros”, destacó Maduro.

El mandatario cuestionó a la oposición por criticar el uso de las fuerzas de seguridad para dispersar las protestas, sin mencionar las denuncias sobre la estudiante fallecida y numerosos heridos supuestamente por excesos de la Guardia Nacional.

“¿Dejo que llenen de violencia todas las calles? No lo he permitido y no lo voy a permitir”, aseveró.

El ex candidato presidencial anunció que asistirá el lunes a la reunión convocada por Maduro con los gobernadores del país, incluidos los opositores, a la que había llamado específicamente viernes, aunque advirtió que no aceptará “monólogos”.

Maduro celebró que el Capriles accediera a ir a esa reunión, al tiempo de reiterar las denuncias de que en Venezuela hay un esquema de golpe de Estado en su contra.

El presidente venezolano encabezó también una concentración de sus seguidores, donde subrayó que todos en su país están “obligados a hacer política en paz” y llamar a la alianza opositora a que se deslinde de actos de violencia política de los últimos días.

“Somos venezolanos y estamos obligados a hacer política en paz; yo llamo oficialmente a la MUD (la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática) a que se deslinde definitivamente de grupos violentos, condene la violencia y desmovilice a estos grupos fascistas”, dijo Maduro ante una concentración de mujeres chavistas.

Pidió a la oposición que haga como él, asegurando que recibió denuncias de que “un grupo” afín a su gestión “había ejercido la violencia” en las protestas contra su Gobierno y que ordenó las investigaciones respectivas y “aparecieron dos personas aparentemente vinculadas al chavismo con unas armas y están presas”.

Maduro también tuvo palabras de nuevo para Estados Unidos al considerar “inaceptable” un comunicado del secretario de Estado de ese país, John Kerry, aunque reiteró el llamada al diálogo que hizo ayer al presidente estadounidense, Barack Obama.

Kerry había pedido al Gobierno venezolano que “cese en su intento de reprimir a los disidentes a través de la fuerza y que respete los derechos humanos básicos”.

“Obama, yo sigo ratificando la voluntad política del Gobierno revolucionario de Venezuela para establecer embajadores entre nuestros dos países y para iniciar un diálogo para que EE.UU. oiga la verdad de Venezuela y respete al pueblo de Venezuela”, replicó Maduro.

“Mantengo la propuesta a pesar de la agresión de John Kerry”, añadió. (El Nuevo Herald)