jueves, 6 de febrero de 2014

febrero 06, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 6 de febrero.- Esta tarde, el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue sede de uno de los foros organizados con motivo de la primera Jornada de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.

El evento fue encabezado por la Senadora Rosa Adriana Díaz Lizama (Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República), Fray Tomás González Castillo (Director del Albergue "La 72"), el abogado Jorge Fernández Mendiburu (integrante de Grupo Indignación A.C.), el Padre Alejandro Solalinde Guerra (Director del Albergue "Hermanos en el Camino") y Norma y Sonia Romero Vázquez (líderes del Grupo Las Patronas) (fotos: JMRM)

Los activistas denunciaron el trato denigrante e inhumano al que son sometidos los migrantes centroamericanos en su paso por México tanto por las autoridades federales como por parte del crimen organizado.

"Necesitamos trabajar en mejorar las leyes que protegen los derechos humanos", recalcó Díaz Lizama, quien asegura que tanto como diputada local, diputada federal y ahora como senadora ha abanderado dicha causa.

"Estamos haciendo todo para que el tema de migración también se convierta en prioridad para el Gobierno Federal", aseguró la Senadora.

La legisladora panista reconoció que la migración y la trata también son problemas reales en Yucatán: "Nos causan indignación pero también nos causan motivación para seguir trabajando desde el Senado de la República en mejores leyes", aseguró, destacando la importancia de laborar de manera coordinada con la sociedad organizada para que éstas se apliquen.

Fernández Mendiburu describió como "violación masiva y sistemática a los derechos humanos de los migrantes" el trato que éstos reciben en su paso por el territorio mexicano, destacando el peligro que conlleva la labor de sus defensores y la impunidad que persiste ante los hechos denunciados por éstos.

Toda casa de migrantes el el país es una autodefensa: Tomás González

En casi 4 años, Fray Tomás González ha recibido a los migrantes en el albergue a su cargo y escuchado incontables historias de tortura, secuestro y violación de los que han sido víctimas.

"Yo no elegí ser defensor de derechos humanos. Lo he asumido en un proceso casi a la fuerza", relató González, explicando sus primeros días en Tenosique, Tabasco.

El fraile Franciscano confesó que las penurias de los migrantes, cuyas consecuencias ha podido atestiguar, le causan gran pesar.

Entre los casos que atestiguó, destacó el de una joven centroamericana que llegó sangrando, tras haber sido violada.

A un mes de su llegada, el 23 de agosto de 2010, fue perpetrada la Masacre de San Fernando. El religioso recordó que él atendió personalmente a 3 de los migrantes que fueron posteriormente asesinados en dicha matanza.

También recordó que en febrero de 2011 llegó al Albergue una niña que aseguraba haber sido violada por el director de la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tenosique.

"El crimen organizado ya no secuestra masivamente, pero cobra la cuota arriba del tren". Esto, indicó, es equiparable con un secuestro, ya que los migrantes se ven obligados a pagar $100 en cada estación.

"Las víctimas son seres humanos que no han cometido ningún delito... lo único que quieren es transitar por este campo minado que es México y llegar a Estados Unidos a trabajar", expresó, reconociendo que las historias de los migrantes le quitaban el sueño y más de una vez lo llevaron al llanto.

Indicó que llevaron pruebas de varios hechos a la PGR y al INM: "Era imposible no ir a las instituciones tan podridas del estado mexicano", lamentó.

González explicó que cuando él llegó a Tenosique se implementaron numerosos cambios en el albergue, que ahora recibe a mujeres y niños y permite su estancia prolongada, por varios meses, tiempo durante el cual reciben alimento, colchonetas para dormir y consejo espiritual.

Aseguró que los mecanismos de protección no han servido para nada, ya que son los mismos integrantes de la Policía Federal quienes violentan los derechos de los migrantes.

El auditorio del CEPHCIS UNAM se llenó completamente en expectativa del evento.

"Hace ocho días la policía federal... sustrajo a dos migrantes del albergue, los golpeó y a uno lo amenazó de muerte", reveló.

Aseguró que ha rechazado el consejo de contratar seguridad privada, argumentando que : "Tenemos que ir a las autoridades, tenemos que ir a las instituciones del Estado".

"Si no hacemos nuestra la defensa de los derechos humanos esto no va a poder cambiar... nosotros creemos que toda casa de migrantes el el país es una autodefensa", aseveró.

"Esta tragedia sigue porque todos los días recibimos a decenas de personas con la misma historia", lamentó el fraile.

Destacó que la presencia del muro fronterizo y el gran desierto que tienen que atravesar los migrantes no es accidental: "La política migratoria de los Estados Unidos está diseñada para que pase el más fuerte", comentó durante la sesión de preguntas y respuestas.

"Frenan a los centroamericanos para que los mexicanos puedan ir a trabajar a Estados unidos... la estructura del Estado Mexicano es inhumana", concluyó.

Ven a "Cristo vivo" en los migrantes

Norma y Sonia Romero, "Las Patronas", son parte de un colectivo integrado por 14 mujeres y dos hombres que da comida a los migrantes en su paso por Amatlan de los Reyes, Veracruz.

En un video, filmado en el año 2009, se puede ver cómo lanzan comida a los migrantes que extienden su mano mientras pasa el tren por su poblado.

Las hermanas Romero y el padre Solalinde, momentos antes del foro.

Norma aseguró que trabajan desde 1995, cuando viajaban sólo jóvenes y no niños y ancianos como ahora, y vieron el "rostro de Cristo vivo" en ellos.

"Descubría a ese Cristo vivo porque muchos de esos muchachos fueron los que pidieron comida", explicó.

Recordó que en aquel entonces no conocían su situación, y pensaban que eran jóvenes mexicanos aventureros paseando por el país, pero al hablar con ellos se diero cuenta que eran centroamericanos.

"En el 95 se decía que ayudar al ilegal era un delito... ¿cómo es posible que regalar comida a un ser humano sea un delito?", comentó.

Describió su labor como un proyecto de Dios, asegurando que "sólo somos servidoras de él".

Recordó una redada donde la Policía Federal detuvo a unos 80 migrantes y uno de ellos agarró a una mujer embarazada por los cabellos y la aventaron en su vehículo.

Jorge Fernández (izquierda) compartió varios datos y estadísticas relativas a los riesgos que conlleva la labor de los defensores de los derechos humanos en México.

"Ahí se me perdió el miedo", recordó, indicando que discutió con el policía y, a pesar de las amenazas del agente, le dieron de comer a los migrantes y los siguieron para ver dónde serían detenidos. Aseguró que los hechos de aquel día quedaron documentados por su fotógrafo.

"Se pide a EE.UU. que respete al mexicano pero nosotros no estamos haciendo nada por el centroamericano", lamentó la activista.

"La persona es lo más importante que existe en el mundo, no el pinche dinero": Solalinde

Finalmente, el Padre Solalinde aseguró que "los jóvenes y las mujeres son dos ejes importantísimos generadores de cambio".L

"Venimos a inquietar las conciencias", aseguró el sacerdote, ganador del Premio Nacional en Derechos Humanos 2012.

El padre Solalinde, natural de Texcoco, ha recibido, entre otros reconocimientos, la Medalla Emilio Krieger 2011 y el Premio Paz y Democracia.

"Los derechos humanos son un camino nuevo por el que todas y todos tenemos que aprender a andar... va a costar mucho porque esto reta a las estructuras autoritarias de poder y dominio", sentenció, reconociendo que la aceptación en papel de estos derechos no es suficiente y es necesario lograr su cumplimiento.

"Los poderes se están defendiendo de llevar hasta sus últimas consecuencias la adopción de los derechos humanos", lamentó el cura.

Indicó que el poder coopta a las organizaciones para que no le echen en cara su incumplimiento en este rubro.

"Muchos políticos son títeres del capitalismo", sentenció, dando como ejemplo el Foro Económico Mundial del año pasado, donde una persona, cuyo nombre no quiso revelar, le dijo: "Mira, Alejandro, a este foro vienen los Presidentes para que nosotros les digamos lo que tienen que hacer".

Mientras en México ser migrante indocumentado es simplemente una irregularidad, explicó que "En Estados Unidos se han dado leyes en contra de los migrantes para criminalizarlos".

Solalinde explicó que tanto las estructuras de poder como la sociedad mundial se están agrupando, la primera para defender el dinero y la segunda por el ser humano.

"La persona es lo más importante que existe en el mundo, no el pinche dinero", sentenció.

"Lo que nos espera es una hegemonía mundial sin alma, obviamente sin Dios, que nos va a llevar a la destrucción", advirtió sobre la posible victoria del capital.

Tras las intervenciones de los panelistas, se abrió el micrófono para las intervenciones de la audiencia.

Sobre la situación específica de los migrantes, indicó que éstos pueden pasar meses detenidos en cárceles espantosas con el fin de sacarles dinero a costa de su libertad.

"Todos tenemos tarea... debemos ser defensores y defensoras de los derechos humanos empezando con los que viven a nuestro lado", concluyó el sacerdote.

Al evento asistieron decenas de personas, en su mayoría jóvenes estudiantes y activistas, llenando el auditorio de la UNAM en Mérida. (JMRM)