domingo, 23 de febrero de 2014

febrero 23, 2014
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1363 / 24-II-14

Finalmente fue capturado Joaquín Guzmán Loera, el empresario consagrado por la muy exclusiva revista Forbes como uno de los hombres más ricos de la aldea global; además de prófugo de la justicia desde que se fugó a la luz del día del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, el 19 de enero de 2001, cuando Vicente Fox cubría su jornada número 50 en Los Pinos; también el capo del consorcio de drogas ilícitas más importante en tierra azteca y, por ello, el más buscado por los cuerpos y agencias de seguridad pública y nacional de Estados Unidos y México con la oferta de cinco millones de dólares por su cabeza; hasta disponer, incluso, del privilegio de ser nombrado el primer enemigo público de Chicago, distinción de la que sólo gozó Al Capone.


Nada más por las características mencionadas, la detención del oriundo de La Tuna, Badiraguato, Sinaloa, es un acontecimiento muy importante y éxito notable del gobierno de Enrique Peña y su estrategia de seguridad pública y combate al crimen organizado, en una estrechísima colaboración con todo el aparato de seguridad de la Casa Blanca.


Tan estrecha es la colaboración, ahora con “ventanilla única” en la Secretaría de Gobernación para los agentes estadunidenses, que fue gracias a la Associated Prees que los mexicanos conocieron la noticia (más tarde la foto del aprehendido la dio The New York Times), horas antes de que Peña Nieto enviara su primero de tres mensajes digitales, y también cuatro antes de que se produjera una muy anunciada conferencia de prensa que finalmente se efectuó ocho horas después de la captura.

La explicación dada por Jesús Murillo de que los motivos de la tardanza obedecieron a que deseaban tener plenamente confirmada la identidad de Guzmán Loera suena comprensible, después del numerito que hizo la Secretaría de Marina, en junio de 2012, al presentar como hijo de aquél a Alfredo Guzmán Salazar, debido a la información que le proporcionó la Agencia Antidrogas de EU. Pero no resulta convincente porque fueron demasiadas horas en que por lo visto no lograban definir los términos para presentar el extraordinario éxito.

Y parece que no escogieron la mejor, pues el primer mensaje de Peña Nieto fue posterior al tuiteado por Felipe Calderón, quien puso por delante la felicitación al secretario de la Defensa, cuando se volvió costumbre excluir al Ejército de los operativos más delicados, que por lo general son asignados a la Armada.

El golpe dado, con o sin participación estadunidense, era para que el titular del Ejecutivo federal lo anunciara en el contexto de las políticas de seguridad en curso y los planes gubernamentales para los próximos años. Por supuesto que la crítica de las oposiciones era previsible, como de cualquier manera se dio. Resulta pertinente mencionar que es tan importante poner el huevo como saber cacarearlo.

Cierto es, como apuntan medios estadunidenses, que el simbolismo de la captura puede ser superior a sus implicaciones reales en la operación de La Federación, que tiene en su haber a Ismael Zambada como sustituto automático de su compadre. Sabido es, por otra parte, que capos caen asesinados o a las cárceles donde son amos y señores, y el lucrativo negocio se mantiene al alza en los narcóticos prohibidos y se diversificaron a la trata, el tráfico de indocumentados y órganos, la extorsión y el secuestro.

Está por verse si con el importante golpe al Pacífico no pagarán sus consecuencias ciudadanos inermes, ubicados en medio de una posible disputa entre las mafias para avanzar en la plaza del competidor.

Acuse de recibo

“Coincido con tus señalamientos y lamento la miopía de los mandatarios de USA y Canadá, la forma de no querer ver la realidad de México”, apunta José Luis Ortiz Santillán sobre Una potencia mundial del TLCAN (21-II-14)… María Cervantes añade que “los ‘mandatarios’ de EUA y Canadá no son sino sirvientes de las poderosas trasnacionales que gobiernan la economía en el mundo, como bien lo apuntó Jean Ziegler en El imperio de la vergüenza, que establecieron con Friedman el ‘Consenso de Washington’. Obama igual soporta en su país toda suerte de insultos. Su plan de atención médica mínima no se logró, y el roquero racista de afiliación y aspiraciones en el Partido Republicano Ted Nugent llamó a Obama ‘Subhuman mongrel’, es decir, ‘un perro mestizo, un subhumano’. Naturalmente, el mandatario ridiculizado en su nación, goza tratando con descarada grosería al aún más impreparado Peña Nieto”... Aquí se publicó, bajo la firma de María Cervantes, que “la falsa ONG Remalc” (Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio), juicio que la autora asume como “un craso error por mi ignorancia” y pide disculpas a la “amplia red de ONG”… Gracias a la generosidad de Lev Jardón recibí Travesía a Ítaca. Recuerdos de un militante de izquierda (del comunismo al zapatismo, 1965-2001), de Raúl Jardón Guardiola, publicado en 2008 por Grupo Editorial Cenzontle, dos año después de la muerte de Raúl.