lunes, 27 de enero de 2014

enero 27, 2014
LOS ÁNGELES, 27 de enero.- El compositor Armando Manzanero dijo sentirse feliz y honrado con el Grammy Honorífico que recibió ayer en Los Ángeles California, y que aunque reconoce ser un hombre afortunado y tocado por Dios, desde hace más de seis décadas ha trabajado por el reconocimiento y éxito del que goza.

“Soy un tocado de la mano de Dios, a veces me mete mis chingas, pues no todo siempre es bueno. Soy un tipo privilegiado, soy diabético hace 30 años y aquí sigo”, dijo el compositor a EL UNIVERSAL.


Manzanero, quien cuenta con más de seis décadas dedicadas a la música, detalló que siempre tuvo ímpetu y disciplina para forjarse un nombre en la industria musical. Por ello, cuando llegó a la ciudad de México, procedente de su natal Yucatán, se apoyó en importantes artistas de la época como Vicente Garrido, Rubén Fuentes y Rafael de Paz de quienes aprendió como es el negocio musical.


“Cuando llegué a México me arrimé a grandes compositores que me enseñaron todo. Tengo éxito por que todos los días lo trabajo, desde niño estudié”, detalló.

El responsable del tema “Somos novios” ve como un importante logro que la industria lo haya reconocido con el Grammy Honorario, que se concede por una sobresaliente carrera artística, premio que también fue entregado a The Beatles.

“No soy afecto a la alabanza, pero reconozco que cuando se tienen los años que tengo es agradable que alguien te diga que lo que has hecho ha sido importante”, dijo.

Para Manzanero, su éxito no sólo lo ha visto reflejado en los reconocimientos y homenajes de los que ha sido objeto, sino en el cariño que sus admiradores le brindan.

Asegura que, al igual que lo hicieron con él, también busca cobijar a nuevos compositores, pues uno de sus sueños es que México tenga artistas de renombre internacional.

“Espero que un día todas las canciones que se interpreten sean hermosas, con calidad, y que nos representen en el mundo”, acotó.

Aunque su ocaso aún parece lejano, el compositor sabe que el legado que dejará a la música serán sus canciones, las cuales son reconocidas en todo el mundo.

“Quiero que me recuerden como ese tipo común y corriente, tal vez más corriente que común que se fue con el corazón y el alma tranquila sabiendo que dejó cosas de calidad y no pendejadas, ni chingaderas”, aseguró. (Ariel León Luna / El Universal)