jueves, 9 de enero de 2014

enero 09, 2014
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez |  9-I-14

Sus primeros 12 meses de gestión costaron capital político y popularidad al presidente Enrique Peña, según todas las encuestas.

Los principales problemas —mal desempeño económico e inseguridad alta— siguen sin resolverse y ya se agotó el periodo de tolerancia concedido a un mandatario entrante.

Cuando se instalaron en Los Pinos, los más allegados al presidente Peña expusieron que 2013 estaría dedicado a consensar las reformas llamadas estructurales, aunque eso implicara una disminución en los niveles de popularidad del primer mandatario. “En los siguientes cinco años nos reponemos”, decían. 

El Presidente Peña Nieto hoy, en la promulgación de la Reforma Financiera.

Les salió: ya tienen reformas laboral, educativa, de telecomunicaciones, hacendaria, financiera y energética. Por tanto, su reto ahora es levantar la imagen del Presidente.


No deberá, por tanto, extrañarnos que este 2014 nos encontremos a un Peña Nieto omnipresente, como cuando fue gobernador en el Estado de México y candidato a la Presidencia, y a un gobierno y su partido más aguerridos en el discurso. Empieza una operación que bien podría llamarse “Levántate Peña”.

Sin embargo, el PRI-gobierno no es el único jugador: es lógico que terminada la era del “Pacto por México”, los principales partidos de oposición —que no fueron oposición real en 2013— empiecen a atacar al régimen, por dos motivos:

1.— Este año deben renovarse las dirigencias nacionales de PAN y PRD. Los distintos grupos internos buscarán de manera lógica distanciarse del PRI y criticar al gobierno para obtener el voto de sus correligionarios.

2.— En la recta final de este 2014 iniciarán las pugnas entre quienes buscan ser candidatos a gobernador, presidente municipal, diputado federal y local en las elecciones del verano de 2015. Ni modo que los aspirantes de PAN y PRD mantengan hacia el gobierno el complaciente discurso que acompañó a sus líderes durante la era del Pacto; eso sería como hacerle campaña al PRI.

Mientras este cambio general de imagen y discurso intenta llevarse al cabo por parte de los principales actores políticos del país, en el Congreso está agendada la votación de las leyes secundarias, la letra chiquita de las reformas constitucionales aprobadas en 2013.

El diálogo entre los tres partidos fuertes puede mantenerse de manera discreta, sin la parafernalia del Pacto por México; o el PRI puede simplemente juntar los votos de mayoría simple (los que se necesitan para aprobar leyes secundarias) sumando a sus incondicionales del Partido Verde y el Panal.

2014 es juego nuevo.

SACIAMORBOS

El IFE ya alertó que a Morena le falta la mitad de los afiliados que exige la ley para volverse partido político. Son más de 100 mil. ¿En serio Andrés Manuel López Obrador, el hombre de los 25 millones de votos en dos elecciones presidenciales consecutivas, no puede juntar 250 mil adhesiones en todo el país? ¿O es una estrategia deliberada para que el IFE no le pueda otorgar el registro a su partido político y entonces se victimice y culpe de todo a “la mafia”?