martes, 21 de enero de 2014

enero 21, 2014
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 21 de enero de 2014

Este va a ser un año de grillas en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Un 2014 de alianzas y cabildeos. De observar los gestos de los ministros en las sesiones públicas y el sentido de sus votos. Amarres y disputas. Política de toga y birrete que irá emitiendo señales de cómo va la carrera.

El 31 de diciembre termina el periodo del actual presidente, Juan Silva Meza, y desde unos meses antes los ministros interesados en sucederlo deberán, por primera vez en la historia, hacer públicas sus aspiraciones y presentar un plan de trabajo. El 1 de enero de 2015 los 11 ministros deberán elegir al reemplazo.

Dentro de la Corte, hay dos grupos: los “jueces de carrera” (con trayectoria dentro del Poder Judicial) y los apodados “externos” (que llegaron desde la academia o despachos privados). Históricamente la Corte ha estado encabezada por un juez de carrera.

Son 11 ministros y se podría pensar, en automático, que son 11 contendientes, pero no:

De entrada hay que descartar al actual presidente que no puede reelegirse.

Como el periodo presidencial en la SCJN es de cuatro años, también se inhabilitan los ministros cuyo cargo vence antes: Olga Sánchez Cordero y José Ramón Cossío.

Además, es tradición que los recién incorporados al máximo tribunal no “jueguen” de inmediato. Es el caso de Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Paralelamente, la ministra Margarita Luna Ramos ha expresado a sus cercanos que no quiere buscar la titularidad del Poder Judicial.

Así, quedan disponibles 5 nombres. Dos del grupo de “jueces de carrera”: Luis María Aguilar y Mario Pardo Rebolledo. Y tres “externos”: Sergio Valls, Arturo Zaldívar y Fernando Franco.

De acuerdo con fuentes del Poder Judicial, los punteros en esta contienda son Luis María Aguilar y Sergio Valls.

Aguilar lleva ventaja porque arranca la carrera con 6 votos, los suficientes para ganar: los 5 ministros “jueces de carrera” (Silva, Pardo, Luna, Pérez Dayán y él mismo) más el voto de la ministra Olga Sánchez que suele estar siempre muy en sintonía con el actual presidente, Silva Meza. Su desventaja es que, puntero al arranque, será blanco de ataques. Si no cuaja la aspiración del ministro Aguilar, el plan B de este grupo podría ser el ministro Pardo.

En el grupo de “externos”, el ministro Valls, decano de la Corte, goza de la confianza y respeto del gobierno federal, que ha demostrado su capacidad para operar políticamente. Su salud no juega a su favor.

Caballo negro puede ser Zaldívar. Aunque lo odian los panistas —fue propuesto por el presidente Calderón, recomendado por el entonces secretario Gómez Mont y en su primer dictamen condenó tajantemente a esa administración por el caso de la guardería ABC—, es un “externo” que puede conquistar a los “jueces” pues seguiría la línea proderechos humanos que enfatiza el actual titular Silva Meza (hasta en spots), aunque haya generado hartazgos internos.

SACIAMORBOS

Los factores exógenos juegan. Un fallecimiento —Dios no quiera— puede cambiar el tablero. Sucedió hace cuatro años.