lunes, 20 de enero de 2014

enero 20, 2014
NACIONES UNIDAS/ANKARA, 20 de enero.-  El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, retiró el lunes la invitación a Irán para que asista a la conferencia de paz sobre Siria, después de que la república islámica dijera que no podía aceptar un acuerdo de junio del 2012 que exige una transición política en ese país.

El portavoz de Ban dijo que Irán ya no era bienvenida el miércoles en el inicio de las conversaciones en la localidad suiza de Montreux, poniendo fin a 24 horas de confusión que desalentó a los diplomáticos que pasaron meses negociando con la oposición siria.

La Coalición Nacional de Siria -que agrupa a los movimientos opositores- confirmó su asistencia al encuentro, conocido como "Ginebra 2", después de que la ONU retirara la invitación a Irán. La oposición celebró el cambio de postura de Ban.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha decidido hoy que Irán no participe en la sesión plenaria de la conferencia Ginebra 2 sobre Siria que tendrá lugar el próximo miércoles en la ciudad suiza de Montreux. La no aceptación iraní de que la conferencia debe tratar de implementar el llamado "comunicado de Ginebra", base acordada por la comunidad internacional en 2012 para intentar poner fin a la guerra civil Siria, y que prevé la creación de un ente provisional con poderes ejecutivos, ha causado el cambio de opinión de Ban.

"Apreciamos que la ONU y Ban Ki-moon entiendan nuestra posición. Creemos que tomaron la decisión correcta", dijo a Reuters Monzer Akbik, jefe de personal del líder de la coalición, que había accedido a asistir a la conferencia hace sólo dos días.


Pero la polémica sobre Irán, que ha dado dinero, armamento y tropas a Siria, remarcó las dificultades para negociar un final a la sangrienta guerra civil que ha dividido a Oriente Medio y a las grandes potencias.

"El (Ban) continúa instando a Irán a sumarse al consenso global tras el comunicado de Ginebra", dijo el portavoz del jefe de la ONU, Martin Nesirky.

"Dado que ha decidido permanecer fuera del acuerdo básico, (Ban) ha decidido que la reunión de un sólo día en Montreux se realizará sin la participación de Irán", indicó.

Ban dijo previamente que la declaración pública de Irán de que no apoyaba el acuerdo de Ginebra del 2012 -que llama a la formación de un gobierno de transición en Siria- no era "consistente" con las afirmaciones que le hizo el ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif, antes de que el país fuese invitado a la conferencia.
Nesirky dijo que Ban estaba "profundamente decepcionado" con el repudio de Irán para con el acuerdo del 2012, que apunta a poner fin a una guerra civil en Siria que ya lleva tres años, después de que Zarif sugirió en conversaciones anteriores con el secretario de la ONU que Teherán daría su respaldo.

Poco después del contacto de Nesirky con los periodistas, el embajador iraní en la ONU, Mohammad Khazaee, publicó un comunicado en el que expresó: "Si la participación de Irán está condicionada a la aceptación de (el acuerdo de) Ginebra, comunico que Irán no participará de la conferencia Ginebra II".

Irán y Rusia son el principal respaldo extranjero del presidente sirio Bashar al-Assad, y la presencia de Teherán ha sido uno de los temas más polémicos en los preparativos para las primeras negociaciones a las que asistiría tanto el Gobierno como sus opositores.

POLEMICA

Nesirky dijo que el comunicado de Irán indicó que "no acepta las bases para la conferencia de Ginebra (...) la completa implementación del comunicado de Ginebra del 30 de junio del 2012, incluyendo el establecimiento de un consenso mutuo de un gobierno de transición con poderes ejecutivos plenos".

Varios diplomáticos occidentales dijeron a Reuters bajo condición de anonimato que la decisión de Ban de invitar a Irán había sido precipitada.

Nesirky desestimó las críticas, alegando que países como Estados Unidos estaban informados de la invitación a Irán antes de que fuese anunciada el domingo.

"Esto no fue precipitado", remarcó. "Esto no pudo ser una sorpresa para las autoridades estadounidenses. No fue precipitado, ellos estaban al tanto de los tiempos del anuncio".

No obstante, varios diplomáticos dijeron que Ban no debería haber invitado a Irán a las negociaciones de Montreux sin obtener primero una declaración pública de Teherán. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, dejó en claro que todos los actores clave habían sido consultados con anterioridad respecto a invitar a Irán.

Ban había dicho que cursó la invitación después de que el ministro Zarif le dijo que Teherán había aceptado el acuerdo del 2012.

"El me ha asegurado que al igual que todos los otros países invitados al día de apertura de discusiones en Montreux, Irán entiende que la base para las negociaciones es la implementación completa del comunicado de Ginebra de junio del 2012", sostuvo Ban antes del cambio de planes.

Por su parte, Assad dijo que podría buscar la reelección este año, con lo que desecharía cualquier posibilidad de negociar su salida del poder, que es la principal exigencia de sus enemigos.

Antes de la polémica sobre Irán, parecía poco probable que la conferencia lograra avances para poner fin a la guerra.

Las potencias occidentales y los rebeldes demandan que Assad ponga fin a las cuatro décadas de gobierno de su familia, algo que parece poco probable tras la mejora en la posición del presidente tanto en el campo de batalla como en la arena política.

Sus fuerzas han recuperado terreno y Washington abandonó sus planes de ataques aéreos, poniendo fin a dos años de especulaciones sobre si las potencias se unirían en la guerra en su contra como lo hicieron en las batallas en Libia que derrocaron a Muammar Gaddafi en 2011.

Rusia, que desde hace tiempo ha presionado para que Irán asista a las negociaciones y que ha criticado a la oposición y a Occidente por oponerse a la presencia de Teherán, afirmó que no tenía sentido hacer una conferencia sin ese país.

"No asegurar que todos los que influyen directamente en la situación estén presentes sería, creo, un error imperdonable", dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.

Arabia Saudita, principal respaldo de los rebeldes sirios, había dicho que no se debería permitir que Irán vaya a las conversaciones porque tiene tropas en tierra ayudando a Assad. Pero no dijo que Teherán no debe estar presente o instar a la oposición a no presentarse a las conversaciones.

(Reuters / Reporte adicional de Michelle Nichols en Naciones Unidas, Oliver Holmes en Beirut, Ali Abdelatti en El Cairo, Lesley Wroughton en Washington y John Irish en París, escrito por Peter Graff. Traducido por Patricio Abusleme. Editado por Javier Leira)