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B Boy Pin Martin, humilde y sencillo personaje, es un joven que desde años atrás se ha dedicado en cuerpo y alma al hip-hop y al break dance, disciplinas artísticas no muy comunes en nuestro medio, pero quien las realiza como él en su excelencia requiere de una enorme formación atlética, cardio y condición física.
Es uno de los valores juveniles anónimos para autoridades gubernamentales pero realiza una actividad loable en su barrio de San Sebastián, aglutinando a jóvenes de ambos géneros con el fin de que no distraigan su tiempo ociosamente en el alcohol, en el cigarro o en la droga.
Ha ganado premios en el Distrito Federal, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Córdoba, Cancún, Campeche, siendo el primer lugar, y a estos sitios acudía, aunque usted no lo crea, en aventones. Y a cada ciudad que llegaba, así como vemos en los parques a los jóvenes, organizaba actuaciones relámpago de hip-hop para obtener recursos y poder continuar en su aventura artística.
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El grupo de Pin en un evento en Danzaré. (clic a las imágenes) |
Contendió en un evento internacional en Venezuela y quedó en sermifinales. En ese certamen conoció y lo conocieron unos amigos alemanes, quienes, por cierto, participaron en el certamen y llevaron el primer lugar. Éstos le ofrecieron llevárselo a Europa.
El tiempo transcurrió y a más de un año de ese evento, se vuelve a dar un certamen de esta índole, de nueva cuenta en Venezuela, a la cual fue invitado a participar por el extinto Presidente Hugo Chávez.
Esta carta fue llevada al Gobierno del Estado, quien a su vez la turnó a la Secretaría de la Juventud, a cargo de una persona de nombre Alaine, quien a su vez la turnó a otra dependencia, en la cual le tomaron sus datos y le dijeron que se comunicarían con él o que él acudiese en cuatro días. Él acudió; no lo recibieron y jamás se comunicaron con él. En otras palabras, le negaron rotundamente el apoyo que era para los pasajes, con lo cual uno se pregunta dónde está ese Gobierno que escucha, que oye y apoya a su pueblo y sobre todo a la juventud. Como siempre, no sirven más que para ser politiqueros; más que para servirse a sí mismos.
Ante tal situación, el Pin se siente un poco desangelado, sobre todo porque no faltó quien se le acerque y le diga: "Te vamos a requerir para la campaña”, a lo cual él sonrió, nada más. Salió del edificio y con la misma se olvidó de Venezuela, porque ya no le daba el tiempo, y se avocó a realizar una serie de eventos y competencias de hip-hop y break dance, unas en un local a espaldas de Aurrerá Itzaes, otras dos o tres en el Conservatorio de Danza en el Fraccionamiento Las Águilas de Chuburná.