martes, 10 de diciembre de 2013

diciembre 10, 2013
JOHANNESBURGO, Sudáfrica, 10 de diciembre.- “Siyabonga Nkokheli Tata Madiba (Damos gracias a nuestro líder), Nelson Mandela”, se escuchó la melodía desde la tarima y el público repitió, convirtiéndose en un coro que sacudió las almas de las personas que llegaron a Johannesburgo a rendirle un último tributo al hijo más grande de Sudáfrica.

Fue una ceremonia larga, marcada por la lluvia, pero que mostró el tamaño del hombre que logró poner fin a la política de segregación racial instalada en Sudáfrica en el siglo pasado. Durante cuatro horas se escucharon plegarias de distintas religiones, discursos en varios idiomas y se vieron líderes de países diversos que se encontraron por un día para renovar las esperanzas por las que Mandela luchó.

Debía ser la gran despedida para Nelson Mandela. “Había que darle un adiós como se merece”, decía Sbongi Kumalo, una joven sudafricana a la salida del estadio Soccer City, donde este jueves se llevó a cabo el servicio funerario oficial en honor al expresidente. “Ha sido el frío”, lamentaba envuelta en una manta.

El saludo de manos entre el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama y su colega de Cuba, Raúl Castro o ver sentados en el mismo lugar al presidente de Francia, François Hollande y su predecesor, Nicolás Sarkozy, fueron imágenes que llamaron la atención durante los honores realizados en el estadio FNB, el mismo lugar donde Mandela dio su primer discurso después de ser liberado en 1990.

Estos fueron para BBC Mundo los cinco momentos más especiales de este último y multitudinario adiós que le dio el planeta y su país al inolvidable “Madiba”.

1. “Siyabonga Nkokheli Tata Madiba”

La lluvia no se detenía. La oración de los representantes de las principales religiones instaladas en Sudáfrica había mostrado la diversidad a la que siempre se refirió Mandela en su vida, pero no había logrado despertar al público presente.

Hasta que se escuchó la voz de Baleka Mbete.
Era una de las últimas en marchar, pero la mayoría lo hizo mucho antes, cuando Barack Obama acababa de hablar. Demasiadas horas y demasiada lluvia; y demasiados discursos políticos. Al final, Desmond Tutu, el premio Nobel de la Paz, amigo personal de Mandela, el carismático luchador por los derechos humanos contra el apartheid, hablaba ante un anfiteatro prácticamente vacío. (Getty Images)


A Tuto Motsepe lo que más le gustó fue la música. “A los sudafricanos nos gusta bailar y cantar en este tipo de eventos. Es nuestra forma de darle las gracia a Mandela”. Pero música hubo muy poca, y más de cuatro horas de discursos. (Getty Images)

Así comenzó el funeral masivo, en un lugar abierto al público, que debía ser para el pueblo, con canciones, con centenares de personas coreando el nombre de Nelson Mandela desde las seis de la mañana en que abrieron las puertas. El estadio casi alcanzó su aforo de 90,000 personas, y pese a la falta de más color en el escenario, todos los asistentes marcharon con la satisfacción de haber rendido su último tributo a Nelson Mandela. “He pedido el día libre para venir porque este es un momento único, irrepetible”, decía Lungile antes siquiera de que empezaran a llegar los 91 jefes de Estado y de Gobierno al Soccer City. (Getty Images)

A capela, apoyada apenas por el poder del micrófono, comenzó a cantar una canción simple, pero hermosa, que rendía tributo al fallecido líder “Siyabonga Nkokheli Tata Madiba, Nelson Mandela” (Muchas gracias, querido líder, Nelson Mandela).

Y entonces sucedió que el público, contagiado con el sentimiento de la melodía, se unió en coro, convirtiéndose de ese modo en el regalo de las personas que no pudieron hablar en la tarima hacia su “Tata” (padre). Al final el aplauso vino de las tribunas reservadas a las personalidades.

El ex presidente de Sudáfrica Frederik Willem de Klerk, co-recipiendario del Premio Nobel de la Paz junto con Mandela. (AP)

Desmond Tutu, arzobispo emérito de Ciudad del Cabo y Premio Nobel de la Paz. (Getty Images)

El presidente de Francia, François Hollande, y su predecesor, Nicolás Sarkozy. (AP)

2. El histórico saludo

Uno de los países que públicamente criticó y luchó contra la política del apartheid en Sudáfrica fue Cuba. Por esa razón, su presidente, Raúl Castro fue elegido para dar unas palabras en el acto especial que se desarrolló este martes.

En el momento en que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tuvo que subir al escenario para dar su correspondiente discurso, se encontró de frente con el líder cubano. Y entonces ocurrió, frente a miles de personas en el estadio y frente a otros millones que miraban por televisión: por segunda vez, desde la imposición del bloqueo comercial a la isla en 1962, un presidente de EE.UU. le daba la mano a un presidente de Cuba.

Este grupo despide a Nelson Mandela con orgullo patriótico. (DPA)

La primera vez fue en 2000, cuando Bill Clinton, durante un almuerzo en la Casa Blanca, le dio la mano al presidente cubano de entonces, Fidel Castro.

En un principio se había negado el encuentro, pero después la casa de gobierno estadounidense aceptó el hecho.

Sin embargo, en esa ocasión no se conoció ningún registro ni fotográfico ni de video.

3. “Su victoria, fue la victoria de todos ustedes”, Barack Obama
“Mandela será el gran libertador del siglo XX; nos enseñó el poder de la acción, pero también disciplinó su rabia. Reconoció algo que nos une, a veces invisible, a toda la humanidad”. “Nunca veremos a un hombre como él, pero los jóvenes africanos y del mundo, ustedes pueden hacer suya su vida”, añadió Obama, que se despidió con los versos de Invictus, que Mandela leía a su compañeros de prisión en sus años de cárcel en Robben Island “Soy el capitán de mi alma, soy el dueño de mi destino”.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue definitivamente una de las figuras de servicio conmemorativo que se realizó en homenaje a Nelson Mandela.

En el momento en que fue anunciada su presencia en el estadio FNB, el público lo ovacionó durante varios segundos. Lo mismo ocurrió cuando subió al escenario a decir sus palabras.

“Su lucha fue la lucha de todos, su victoria fue la victoria de ustedes, y la libertad y la democracia de Sudáfrica es su legado”, dijo.

Y después, emulando el discurso de J.F. Kennedy en Berlín, utilizó un terminó sudafricano para referirse a Mandela

“Mandela entendió los lazos que unen al espíritu humano. Hay una palabra en sudafricano: Ubunto. Nunca sabremos cuánto de lo que era Mandela se forjó en lo más oscuro de su prisión. Pero lo que sabemos es que representó lo que es el ubunto, todo lo que reúne la lealtad entre las personas”.

4. El ovacionado Ban Ki-moon

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, y Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica.(DPA)

Entre la larga línea de discursos que se tenían preparados para la ceremonia de este martes, nunca se pensó que las palabras del secretario de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, Ban Ki-moon, serían tan bien recibidas por el público presente.

“Un arcoiris surge de la lluvia y el sol, eso es lo que yo siento hoy, la tristeza de la lluvia y la felicidad de un arcoiris”, dijo el alto funcionario.

Bill Clinton, su hija Chelsea y George W. Bush. (AP)

Después destacó lo que para muchos fue el principal empeño del desaparecido líder: la reconciliación.

“Mandela odió el odio. No la gente. Siempre mostró un impresionante poder para el perdón. Un talento único”.Y añadió que: “Sudáfrica perdió a un héroe y un padre, el mundo perdió a un amigo cercano y a un mentor”.

5. Un viejo compañero de luchas

Otro de los protagonistas de esta ceremonia de despedida a Nelson Mandela fue el presidente de Cuba, Raúl Castro. No solo tuvo el encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el que además intercambió algunas palabras, sino que también tuvo tiempo de recordar la lucha del pueblo cubano en contra del apartheid.
Cuba fue fundamental, según las propias palabras de Mandela, para consolidar la victoria en la batalla de Cuito Cuanavale, en 1988, que significó la independencia de Namibia y la derrota del ejército sudafricano, que en ese momento era dominado por la minoría blanca.

“Junto a sus compañeros de lucha dirigió a su pueblo en la batalla contra el apartheid para abrir el camino hacia una nueva Sudáfrica no racial”, dijo Castro durante su discurso.

También quiso destacar los principales valores del Premio Nobel.“Fue un ejemplo de integridad y perseverancia. Encabezó el esfuerzo hacia la erradicación de la pobreza, la reducción de la desigualdad. Mandela es un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe”. (GDA)

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