domingo, 29 de diciembre de 2013

diciembre 29, 2013
MÉXICO, 29 de diciembre.- La presión arterial es considerablemente más baja en los niños que en los adultos, pero se incrementa de forma gradual a lo largo de las dos primeras décadas de la vida hasta alcanzar los valores de la adultez al final de la adolescencia, explicó Víctor Alejandro Quiroz Martínez, cardiólogo clínico  del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”.


El experto en salud cardíaca comentó en charla con los medios de comunicación que actualmente  “muchos niños y adolescentes son identificados con importantes factores de riesgo genético o metabólico para una futura presión arterial elevada durante su vida adulta”.

Por esta razón, el médico consideró importante hacer un diagnóstico oportuno a temprana edad para aplicar medidas cuando el niño-adolescente todavía es normotenso (su presión arterial aun no sufre modificaciones) y prevenir la aparición de la hipertensión arterial en etapas posteriores de su vida.

El también integrante de la Sociedad Mexicana de Cardiología explicó que existen numerosos factores de riesgo para desarrollar dichas manifestaciones, entre los que se incluyen sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina, parámetros inflamatorios elevados, poca actividad física o bajo nivel de condición física, así como factores no modificables tales como edad, sexo o condicionantes genéticos.

A manera de prevención, explicó, lo más simple es no fumar, consumir poca sal y azúcar,  hacer ejercicio y no beber alcohol debido a que éstas medidas no tienen costo y son muy eficientes.

Para el especialista, la salud cardíaca no debe tomarse a la ligera y debe monitorearse desde las primeras etapas de vida pues la hipertensión arterial  es causa de graves complicaciones como incapacidad y/o invalidez en etapas adultas.

Además, recordó que a nivel mundial, en el año 2000, 26.4 por ciento de la población adulta tenia hipertensión, y se prevé que para el año 2025, 29.7 por ciento padecerá esta enfermedad crónica”.

Agregó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, en nuestro país, la prevalencia de hipertensión arterial es de 33.3 por ciento en hombres y  30.8 por ciento en mujeres por lo que el total de personas hipertensas mexicanas es de 22.4 millones, de los cuales, sólo 36.6 por ciento de estos pacientes diagnosticados se encuentran bajo tratamiento médico y solo 25.4 por ciento de los pacientes que tienen tratamiento se encuentran controlados.

Ante estas cifras, Quiroz Martínez consideró necesario hacer un perfil y chequeos regulares desde la adolescencia a fin de poder prevenir la presencia de hipertensión arterial en la adultez y evitar futuras complicaciones como eventos vasculares cerebrales o infartos. (NotieSe)