martes, 10 de diciembre de 2013

diciembre 10, 2013
MÉXICO, 10 de diciembre.- Ante las recientes cifras dadas a conocer por medio de la Encuesta Nacional de Salud 2012 (Ensanut 2012), en las cuales se mostró que 25 por ciento de las mujeres adolescentes no usan anticonceptivos a pesar de que no desean un embarazo, o que 33.4 por ciento de los adolescentes de 12 a 19 años de edad tuvieron relaciones sexuales por primera vez sin utilizar algún método anticonceptivo, es una realidad que los jóvenes no conocen sus derechos sexuales y reproductivos, afirmó Angélica Illescas, gineco-obstetra e integrante del Colegio Mexicano de Ginecología.


En conferencia de prensa con motivo del Día de los Derechos Humanos, la especialista comentó que no utilizar un método anticonceptivo, implica que los adolescentes corrieron el riesgo de tener un embarazo no planificado, cuyas consecuencias son limitar el desarrollo individual, académico y la preparación para la vida adulta, además de acentuar las inequidades de género.

Por esta razón, la especialista consideró necesario promover entre las y los jóvenes el ejercicio de una sexualidad informada y responsable. 

Agregó que también se requiere acercar a las y los jóvenes a los servicios públicos de salud debido a que en ellos la población puede obtener, de manera gratuita, algunas opciones de anticonceptivos como condones y parches transdérmicos, sin importar si son o no derechohabientes de la institución. 

Específicamente sobre los parches, aseguró que representan una “alternativa moderna, segura, discreta, que facilita el apego y es amigable con el organismo”, aplicable una vez a la semana durante tres semanas.

Por su parte, Samuel Santoyo, también integrante del cuerpo colegiado, recalcó la importancia del involucramiento de los padres con sus hijos mediante charlas en las que se hable de sexualidad y anticoncepción para lograr un bienestar sexual y reproductivo.

El médico gineco-obstetra comentó que los padres y madres siempre piensan que su familia nunca se verá involucrada en un embarazo no planificado aunque las estadísticas más recientes indiquen que la juventud mexicana inicia su vida sexual entre los 13 y 15 años.

Ante dicha realidad, consideró que lo mejor es que las cabezas de familia tomen conciencia de que la situación se puede presentar en cualquier grupo familiar sin importar el nivel socioeconómico al que pertenezca. Por ello se debe propiciar la confianza y acercamiento de los padres hacia los hijos para que juntos acudan a buscar asesoría o solicitar información adecuada sobre estos temas. (NotieSe)

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